Mientras el fiscal General del Estado, Luis Ángel Bravo
Contreras afirma a quien quiera escucharlo que “no seré presionado por los
medios”, otro de los integrantes de los conocidos como “Los Porkys de Costa de
Oro”, Enrique Capitaine Marín, ya emprendió la huida, hacia Texas, en la Unión
Americana. Y el encargado de darlo a conocer no ha sido Bravo Contreras o
alguna otra autoridad sino el diario Woodlands Monocle, que se publica en
Woodlands, Texas, donde le da una no muy grata bienvenida con un artículo que
se titula “Puedes correr pero no puedes esconderte aquí, Enrique Capitaine
Marín”, ya que al parecer también es conocido allá por sus fechorías cometidas.
El diario dice en ese artículo que “El hecho de nacer en una familia influyente
políticamente tiene sus ventajas, buenos autos, el acceso a una buena
educación, y por supuesto, la capacidad de huir de sus crímenes en un momento y
sin previo aviso. Eso es lo que el exestudiante de College Park, Enrique
Capitaine Marín, logró”, y agrega que residente desde hace tiempo en The
Woodlands, “Enrique, junto con su hermano gemelo, son ampliamente conocidos
como alborotadores”.
La comunidad texana conoce mejor que el Fiscal General de
Veracruz los negros antecedentes de este junior al que el diario texano le
sugiere que no se quede allí, por lo que él y su padre han tenido que,
literalmente, huir hacia Houston, donde quizá por su tamaño, pasen desapercibidos.
Capitaine Rivera fue hombre de todas las confianza de quien fuera gobernador de
Veracruz durante el sexenio 1980-1986, Agustín Acosta Lagunes, y de ser
subdirector de Acción Social, la dependencia que se encarga de “vestir” los
actos que realiza el gobernador en turno en cualquier parte del estado, pasó a
ser jefe de la ayudantía personal del temperamental político de Paso de Ovejas,
quien también se lo recomendó a Miguel Alemán Velasco como administrador de la
Finca Sayula, a poca distancia de ese municipio, donde se cultivan cítricos con
calidad de exportación. Capitaine Rivera, también, fue alcalde de Nautla, donde
es recordado porque mandó a construir un “centro de convenciones”, lo que
resultó ser sólo un elefante blanco. Es famosa la anécdota, en Palacio de
Gobierno, donde don Disgustín, como era conocido por sus arrebatos, le agarró a
sombrerazos y a pellizcos porque no cumplió una orden que le dio. Por lo
pronto, el diario Woodlands Monocle se pregunta si la presencia de Enrique
Capitaine Marín no afectará la imagen de esa comunidad, y si regresa, indica
que lo hará para “esconderse mientras planean su próximo movimiento. Sin
embargo, según fuentes locales, padre e hijo están aquí en The Woodlands, y es
nuestro deber informar estas afirmaciones para impedirle continuar con su
comportamiento destructivo y peligroso”.
Asimismo, el diario precisa que
Capitaine Marín “no ha sido el único en huir del estado de Veracruz”, y detalla
que también lo ha hecho Diego Cruz Alonso, quien ha huido a Madrid, España, y
recuerda una advertencia hecha por Anonymous México que ha dicho que buscará a
los autores de la violación de la menor de edad, acentuando que “éste no es un
juego y no es una amenaza, y que las autoridades mexicanas tienen 72 horas para
llevarlos a la justicia, o bien lo haremos nosotros”. Seguramente, por eso ya
escaparon 2 de ellos, porque ni Bravo Contreras ni nadie podría salvarles de
que les apliquen, quizá, la ley del Talión.
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