La incesante corrupción y el enriquecimiento
ilícito del gobernador Javier Duarte de Ochoa, han
provocado que la sociedad veracruzana de un voto de castigo al Partido Revolucionario
Institucional (PRI), yal mismo tiempo, promueva el
triunfo del Partido Acción Nacional (PAN) en las próximas elecciones para renovar la
gubernatura.
Con
base a los datos del Gabinete de Comunicación Estartégica (GCE) si hoy fueran las elecciones, el panistaMiguel
Ángel Yunes Linares triunfaría
con un 24.1 %; el priista Héctor Yunes Landa, tendría el 19 %; y el
morenista, Cuitláhuac García Jiménez alcanzaría el 15% de los sufragios.
Este
dato es muy interesante, ya que el aspirante tricolor no solo debe preocuparse
por alcanzar al panista, sino que también, debe protegerse del incremento de simpatías
ciudadanas que acumula el candidato de Morena.
Estas
cifras, coinciden con la mayoría de las empresas encuestadoras, quienes
visualizan un panorama sumamente terrorífico para el PRI, ya
que la comunidad no quiere saber más del Revolucionario Institucional, después
del desastre político que ha dejado Javier Duarte de Ochoa.
Si el fraude hace de las suyas, el PRI volverá a triunfar en
Veracruz. Si la democracia triunfa, el estado tendrá un gobernador de
oposición. El PAN y Morena, ya saborean las mieles del triunfo. El
partido del presidente Enrique Peña Nieto ya empieza a sentir los pasos de la
derrota y el repudio social.
En Veracruz, los aires del cambio se respiran con mayor
intensidad.
(Editorial)
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