Pedro Echeverría V.
1. El 5 de febrero será el 97 aniversario de la Constitución Mexicana o Carta Magna. Ha sido durante casi un siglo el documento base (se supone) que rige la vida política del país, hoy con alrededor de 115 millones de habitantes. Fue producto de la Revolución Mexicana de 1910-17 y fue considerada en su tiempo como una de las Constituciones “más avanzadas mundo”. Aunque realmente sólo es una frase porque su orientación y sus objetivos eran plenamente burgueses o capitalistas; sólo fue “una copia” de las constituciones modernas de EEUU, Francia, del positivismo y algunas gotas de marxismo. Creo que no pudo ser otra cosa que el reflejo de pensamiento de la época y de los gobernantes avanzados con influencia y fuerza.
2. Pero en México –con excepción de los ilusos profesionistas al servicio del poder que la defienden- el pueblo dice que “la Constitución puede ser buena o avanzada pero que jamás se cumple” o los más entendidos señalan que el gobierno, las instituciones y los abogados “interpretan las leyes siempre en su beneficio”. Por eso el 95 por ciento de las personas que sufren alguna violación en sus derechos prefieren arreglárselas como puedan antes que poner una queja o demanda por que las consideran una pérdida de tiempo. El 95 por ciento de la población no conoce ni le interesa conocer el texto constitucional; para qué, dicen, si no se cumple. Es una de las causas por la que ha crecido “la mordida” o el soborno y quienes se dedican a ello.
3. La derecha política del PAN y empresarial han sido históricamente enemigos de la Constitución porque siguen pensando como los viejos terratenientes, hacendados y poseedores de esclavos. La realidad es que la Constitución burguesa les perjudica porque contienen algunos artículos que dan derechos a los trabajadores. ¿Puede olvidarse que las revoluciones burguesas como las de EEUU, Francia, México, buscaron instalar un tipo de sociedad moderna por encima de la vieja sociedad feudal y eclesial? Sin embargo, a pesar de algunos artículos sociales, la derecha se ha aprovechado de lo más importante de la Constitución: el respeto y la defensa de la propiedad privada y el no hacer caso a la explotación y la desigualdad social.
4. El PRI y sus gobiernos, por el contrario, dado que fueron los herederos y continuadores de la Revolución burguesa, se apropiaron de ella. De 1917 a 1982 se autoproclamaron “revolucionarios y nacionalistas” defendiendo los artículos sociales de la Constitución aunque violándolos de manera abierta golpeando a los trabajadores. Mientras los del PRI se decían los respetuosos y cumplidores, debajo de la mesa servían a los más poderosos intereses empresariales y de los EEUU. Si bien la derecha y el PAN combatieron de manera abierta los artículos sociales sobre educación (3), sobre la propiedad de la tierra y el subsuelo (27), acerca del trabajo (123) y de la religión (130), los del PRI y sus gobiernos, prostituyeron a profundidad la Constitución.
5. La izquierda radical, desde los años treinta tuvo claridad acerca del carácter burgués de la Revolución Mexicana y de su principal producto: la Constitución de 1917. Sin embargo la izquierda pacifista y electoral nunca dejó de exigir “que se cumpla la Constitución” sin darse cuenta que ésta esencialmente se cumple al favorecer los intereses de la clase dominante. ¿Puede olvidarse que fue el presidente burgués terrateniente Venustiano Carranza y los jóvenes burgueses obregonistas los que discutieron los artículos y luego los proclamaron? ¿Se olvida acaso que en la convocatoria para la elección de los diputados constituyentes en 1916 se prohibió que zapatistas y villistas participen por que eran calificados de facinerosos y robavacas?
6. La Constitución hace mucho que se convirtió en la gran protectora de los intereses de la clase dominante. En muchos países como Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador se tuvo que implantar nuevas Constituciones sociales, sin embargo ahora debe quedarnos claro que aunque algunos gobiernos sean honestos y posean mucha voluntad para lograr cambios, fracasan y fracasarán porque la gran burguesía y el imperialismo de los EEUU siguen con fuerza. La única revolución de verdad fue la cubana porque pudo expropiar a la burguesía y romper con el imperialismo; pero el bloqueo imperialista derrotó cualquier socialismo. La revolución tiene que ser mundial y radical, sino no es revolución, sólo su simple caricatura. Apoyemos el Congreso Popular, como un frente más de lucha. (2/II/14)
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