Línea Caliente
Por Edgar
Hernández*
Fidel Kuri Grajales es acaso uno de
los últimos exponentes del folklor político que prohijaron la Fidelidad y el
Duartismo en los últimos dos sexenios.
Es un abusivo del poder que a lo
largo de su vida “profesional” y política ha aprovechado sus relaciones
públicas y el constante “¡te voy a romper la madre si no haces lo que diga!”
para enriquecerse de manera no legal.
En su último lance, hace unos días,
perdió la más valiosa oportunidad que tiene el hombre en la vida de quedarse
callado “es que soy de mecha corta” al amenazar con llevarse a los “Tiburones
rojos” fuera de Veracruz si gana Miguel Angel Yunes Linares.
La realidad es que este tramposo
profesional de semanas atrás ha viajado de manera intermitente a Culiacán donde
lleva avanzadas conversaciones con empresarios sinaloenses para entregar en
sociedad el equipo con todo y la franquicia que ni siquiera es de él.
Fotografías donde se le ve descender
del jet privado en el aeropuerto de Sinaloa y otras más en reunión empresarial
que la misma prensa local da cuenta, sobre todo del tema que nos ocupa, no
hacen más que revelar el doble juego de este invento de Fidel Herrera Beltrán.
Y no es que de pronto su espíritu
priista y amor por Yunes Landa le haya brotado de lo más recóndito de su ser.
No.
El punto es que la plaza futbolera le
es más rentable fuera de Veracruz por lo que de hecho el pasado fin de semana
acudió a revisar el estadio de futbol de Culiacán y las condiciones de un
eventual acuerdo la próxima semana.
El estadio Banorte o Dorados es semi
nuevo, tiene una capacidad para 25 mil espectadores y es manejado por los
empresarios Eustaquio de Nicolás, Valente Aguirre y Juan Antonio García.
No calculó, sin embargo, este amigo
que la torpeza de sus declaraciones iba a provocar el encono del gobierno del
estado, la cólera de los dos candidatos –Héctor y Miguel Angel Yunes- y una
generalizada reprobación de la afición futbolera.
Hoy ha salido a la luz que la
franquicia es del gobierno, que el estadio “Pirata Fuente” lo tiene en comodato
y que carga con una demanda de sus empleados por violar leyes laborales.
Kuri Grajales es actualmente diputado
federal, tiene su asiento en el corredor Orizaba que cree que es de él y
eventualmente es utilizado por el gobierno como golpeador y efecto distractor.
Entre sus últimas correrías se le
recuerda en la campaña electoral del 2010 gritoneando y amenazando a Javier
Duarte en un encuentro en conocido hotel de Paseo de la Reforma, ese pleito de
borrachos con el hijo de Fidel Herrera Beltrán, Fidel, en un antro de mala
muerte de la ciudad de México y los insultos y golpes a Edgardo Codesal,
director del área técnica de la Comisión de Arbitraje.
A todo ello se suma lo último, el
chantaje electoral a la afición veracruzana de que más les vale que voten por
Héctor Yunes Landa porque si no se larga.
La de Kuri Grajales, un bipolar
proclive a la agresión y violencia física, ha sido en realidad una cadena de
complicidades.
Habría que recordar que en el 2013 el gobernador
Javier Duarte, firmó un contrato de promesa de comodato y usufructo con la Promotora
Deportiva del Valle de Orizaba, A. C., administradora del equipo de futbol
Tiburones Rojos de Veracruz para favorecer a su propietario Fidel Kuri
Grajales.
Por medio de este convenio, el mandatario
veracruzano otorgó al legislador priista –de manera gratuita– el usufructo de
todos los bienes del club: nombre del equipo, marca comercial, logotipo y el
estadio Luis Pirata Fuente (ubicado en Boca del Río).
Y para completar el favor también le cedió las
instalaciones del Centro de Alto Rendimiento, que se localiza en el kilómetro
6.5 de la carretera Paso de Ovejas-Veracruz.
El contrato nunca fue autorizado por el Congreso
del estado y según la Comisión de Juventud y Deporte de dicha cámara, el
convenio carece de un periodo específico de duración. Dicho de otra forma,
Duarte de cara a esa irregularidad entregó a un particular –a perpetuidad–
todos los bienes del equipo, patrimonio de los veracruzanos.
El documento en cuestión fue firmado el 13 de
noviembre de 2013 por el mandatario veracruzano y el representante legal de la
promotora, Fidel Kuri Mustieles –hijo del legislador, quien también lo signó en
calidad de testigo.
Habrá que recordar además que el periodo concedido
por Duarte concluyó formalmente en enero de 2014, pero hasta la fecha Kuri
Grajales opera, administra y lucra con los bienes del estado y ninguna
autoridad ha evitado esta irregularidad.
Así, a unos meses de que concluya el mandato de
Duarte, legisladores y la opinión pública refieren que el convenio significaría
un problema para las administraciones que vinieran.
Y es que al tratarse de un estadio propiedad del
gobierno estatal, la pregunta es qué sucedería si Fidel Kuri no tiene una buena
relación con el próximo mandatario –digamos con Miguel Angel Yunes Linares-.
Se correría el riesgo de que el gobernador entrante
terminara por cerrarle las puertas del inmueble al empresario-político, afectar
al equipo y abrir un periodo de incertidumbre legal.
Por ello Kuri tramposamente se cura en salud
migrando a Sinaloa.
Pretende sacar al equipo con todo y franquicia
aduciendo que es el dueño absoluto. Esconde la realidad vendiendo el favor a
Héctor Yunes Landa. “¡Voten por Héctor, si no me largo de Veracruz con todo y
tiburones!”.
La pretendida huida de Kuri se registra además en
el marco de una demanda laboral que en 2011 promovieron 12 ex trabajadores,
encabezados por Julio César Arroyo Martínez, contra la Promotora Deportiva del
Valle de Orizaba, A. C.
Los ex empleados del club, quienes en conjunto
exigen el pago de 15 millones de pesos correspondientes a salarios caídos,
vacaciones, aguinaldo y otras prestaciones, obtuvieron un laudo a su favor en
el expediente laboral número III/IX/2011.
Kuri, sin embargo los mandó a la fregada.
Ya mismo también sale a flote el “negocio redondo”
de Kuri Grajales con Fidel Herrera Beltrán quien no solo le puso la alfombra
roja entregándole el equipo con todo y estadio, sino la nómina para sus
trabajadores.
Cuando Fidel Herrera Beltrán era gobernador, un
enviado de Kuri acudía cada quincena a Xalapa, para recibir de manos del
responsable de las finanzas Javier Duarte, millones de pesos en efectivo en
bolsas negras para el pago de la nómina, incluido el del cuerpo técnico. La
máxima cantidad que se llegó a trasladar al puerto en bolsas negras fueron 20
millones de pesos.
El dinero iba resguardado por cuatro elementos del
Ipax. Hay declaraciones ministeriales al respecto.
Más pus hay en el fondo de esta perversa relación
del gobierno del estado con el tristemente célebre Fidel Kuri Grajales. Tan
solo habrá que esperar que dejen el poder en los siguientes meses.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de
Periodismo
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