Celia Díaz García -
Córdoba, Ver.- Los gastos funerarios resultan caros y dejan “fríos” a quienes deberán pagarlos, por lo menos gastarán 10 mil pesos en un funeral, entre ataúd o urna, según sea el caso, permisos, traslados, velación, flores y lo que se requiere para los rezos de los nueve días.
Sin contar los gastos hospitalarios, cuando una persona fallece “pone en aprietos” a los familiares. El gasto mayor se anota en la contratación de servicios funerarios, toda vez que si un familiar opta por sepultar a su pariente tendrá que erogar como mínimo 5 mil pesos, lo que incluye el ataúd, asesoría, más traslado al panteón.
Si se opta por cremar al difunto, el gasto mínimo es de 7 mil pesos, que incluye los mismos servicios, pero el precio aumenta por la cremación o incineración del cuerpo para que sea entregado en cenizas en una urna.
Aunque estos no son los precios finales, ya que en la sepultura el ataúd es el que eleva el costo de los servicios funerarios, a decir de Ciro González, encargado de una funeraria, el precio de los ataúdes depende de los materiales, pues los de madera son los más caros; de ahí se deriva un segundo costo, el tipo, así como el tallado.
Recordó que ha llegado a vender féretros de hasta 100 mil pesos, que son generalmente los elaborados en caoba y con detalles exclusivos. Mientras que para las urnas los costos pueden alcanzar los 70 mil pesos, según el material; el más caro es el elaborado a base de mármol, e incluso algunos son solicitados por los parientes con detalles a base de oro.
A estos precios –como base de 5 mil en féretros y 7 mil en urnas–, se le deben sumar otros: permisos ante el ayuntamiento, esto por perpetuidad, así como acta de defunción; el primero cuesta aproximadamente tres salarios mínimos, mientras que el segundo 63 pesos.
También se anota un costo más, el pago a los denominados sepultureros, quienes podrían realizar un cobro que va desde mil 600 hasta 3 mil pesos, según si el entierro será en tierra únicamente o habrá base de cemento alrededor. Al momento ya se suman 8 mil pesos en gastos, sin tomar en cuenta la colocación de monumentos.
Otro pago es ante la iglesia donde se erogan aproximadamente 300 pesos para oficiar una misa, precio que también varía de acuerdo a la capilla y párroco encargado, esto eleva o disminuye los costos, amén de los rezos.
Entre chocolate, comida, café, flores, sobre todo para el primer día, los familiares gastan alrededor de 2 mil pesos más, indicó María Isabel Villegas, quien acudió al panteón no para recordar a sus fieles, sino para acompañar a su hermana a enterrar a su esposo que falleció por un infarto, y que puso “a correr” a sus parientes, pues ante la difícil situación económica, dijo: “todos la apoyamos con algo”.
Por otra parte, Ciro González, el encargado de la funeraria, en su plática refirió algunas anécdotas que ha vivido a lo largo de sus 24 años en este oficio, que ha hecho desde maquillar a los muertos hasta cremarlos, e hizo cuentas del costo de los gastos que conlleva un fallecimiento hoy en día, y adujo: “sale caro morirse, mejor vivo".
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