“Santaclós es un personaje ridículo, un payaso panzón”,
critica la Arquidiócesis Primada de México al lamentar que en estas fechas se
dé más importancia que al nacimiento de Jesús, incluso en hogares católicos. En
ese tenor, en un artículo publicado en el semanario Desde la fe, titulado
“Santa Claus, el impostor”, lamenta que dicho personaje ficticio viniera a
ocupar el lugar central en la Navidad, llegando a desplazar por completo de la
escena al Niño Dios, y censura que esta fecha se haya convertido en “una fiesta
consumista, donde lo que importa es comprar, regalar, apantallar, cenar, beber
y esperar los obsequios de ‘papá Noel’”.
El semanario católico refiere que la
historia de Santaclós es un cuento tan descabellado y absurdo que debería
generar burlas y ser olvidado, pero no fue así, y culpa a la poderosa
mercadotecnia por haber logrado lo inaudito. Aparte, José Luis Chávez Botello,
arzobispo de Oaxaca, consideró que la crisis social, política y económica que
sufrimos no puede ser impedimento para festejar con grande esperanza y alegría
la Navidad.
En un mensaje a propósito de esta conmemoración, llamó a celebrar
la Navidad con realismo, responsabilidad familiar y social, y sugirió rescatar
el verdadero sentido de la Navidad destacando que no hay Navidad auténtica sin
Jesucristo. Por ello, los católicos debemos dar al Niño de Belén el centro en
estas celebraciones; que todo lo que hagamos nos hable del Niño de Belén y nos
mueva a abrirle nuestra vida: adornos, luces, posadas, piñatas, villancicos,
árbol, cena, regalos, el nacimiento.
El sacerdote considera que hay que dejar a
un lado las propagandas de consumo, y advierte que no porque se tenga el
aguinaldo hay que derrocharlo en compras no necesarias. “Por alguna razón a la
gente le encantó el mito de Santaclós, y decidió hacerle el juego a una
refresquera que popularizó su imagen. Así, muy pronto la ilusión de esperar al
gordo de los regalos sustituyó por completo la ilusión de celebrar al Niño
Dios”, dice.
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