Salvador Díaz
·
(A propósito de NAVIDADES y de paz en la tierra, estoy
convencido que sólo habrá paz cuando nadie sufra por alimentarse, cuando exista
justicia y cuando las cosas sean más parejas, por ello este texto y foto).
MI PATRIA, UN LLAVERO DE NUBES EN CIELO CHAMULA
Este río resbala como un lisiado
por los costados de la miseria
sumerjo la niebla de mis manos
en sus aguas púrpuras
y miradas humildes
humedecen la isla negra
que derramó su arena
en la túnica incolora
de una niña chamula.
por los costados de la miseria
sumerjo la niebla de mis manos
en sus aguas púrpuras
y miradas humildes
humedecen la isla negra
que derramó su arena
en la túnica incolora
de una niña chamula.
Palpo en derredor de mí
y me asaltan las lágrimas sin brillo
de la gente que bajó de las nubes
a ofrecer su vida
y muñequitos encapuchados
a la “gente de razón”,
la chamulita se me acerca
y con sus labios de florecita
un idioma dulce entona
cargado de tierra y mundo,
la palabra lenta se desplaza
y brota en mi pecho
una flor de papel de estraza,
es la asunción de la prosodia
en las riberas de la luna.
y me asaltan las lágrimas sin brillo
de la gente que bajó de las nubes
a ofrecer su vida
y muñequitos encapuchados
a la “gente de razón”,
la chamulita se me acerca
y con sus labios de florecita
un idioma dulce entona
cargado de tierra y mundo,
la palabra lenta se desplaza
y brota en mi pecho
una flor de papel de estraza,
es la asunción de la prosodia
en las riberas de la luna.
Un almendro se dibuja en su mirada
cuando tomo una figurilla
y pregunto por su precio,
no me dice nada
solo me pide con sus ojitos de hada
no le pague con 30 denarios
sino con tanto y tanto,
y un alud de plegarias resbala
por las piernas de un poema,
yo le doy sólo un ramito de rosas,
una sonrisa quebrada
salida del fondo del alma
y pago lo que me pidió.
cuando tomo una figurilla
y pregunto por su precio,
no me dice nada
solo me pide con sus ojitos de hada
no le pague con 30 denarios
sino con tanto y tanto,
y un alud de plegarias resbala
por las piernas de un poema,
yo le doy sólo un ramito de rosas,
una sonrisa quebrada
salida del fondo del alma
y pago lo que me pidió.
Guardo mi pequeño zapatista
en La Realidad
que cargo en mi corazón
y el silbido de un gorrión
me recuerda que mi patria
también es un llavero
un Che tatuado en mi frente
y una niña pobre que retoza
en el rebozo de mi conciencia
con su sonrisa de malva
recién bañada de rocío.
***
(Foto tomada en San Juan Chamula, agosto de 1994)
en La Realidad
que cargo en mi corazón
y el silbido de un gorrión
me recuerda que mi patria
también es un llavero
un Che tatuado en mi frente
y una niña pobre que retoza
en el rebozo de mi conciencia
con su sonrisa de malva
recién bañada de rocío.
***
(Foto tomada en San Juan Chamula, agosto de 1994)
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