Por Libertad Bajo
Palabra - 25 septiembre, 2017 en Avenida
Principal, Carrusel, Nacionales
Se le llama impasse a
una situación en la que se encuentra un asunto o problema que no progresa o al
que no se le encuentra solución. Para el Gobierno Federal, el caso Javier
Duarte se ha empantanado. El exgobernador, acostumbrado al tufo de las
cloacas de la corrupción, no es ningún tonto, seguramente tiene un as bajo la
manga. Los rumores de que muy pronto la PGR dirigirá sus pesquisas contra
su familia, especialmente contra Karime Macías, considerada por muchos como el
cerebro de la organización que dilapido a las arcas veracruzanas, pone muy
alerta a Javier Duarte.
La lucha de poderes entre Javier
Duarte y el grupo que representa Enrique Peña Nieto tiene que ver mucho con la
información que el cordobés posee sobre el financiamiento a la campaña
presidencial.
Una fotografía, un recibo, una
grabación, documentos comprometedores, no se sabe en realidad con qué cuenta
Javier Duarte, pero de que tiene información comprometedora la tiene; si
no, cómo explica usted el tortuguismo de los organismos encargados de
aplicar la justicia, con suficiente evidencia como para que el exgobernador
pase, con toda su parentela, muchos años en la cárcel.
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