Francisco
Sandoval (@MrTerremoto)
octubre 7 2017 06:00
Edgar
Daniel Esqueda, periodista asesinado en San Luis Potosí, había denunciado amenazas
constantes de agentes de la policía ministerial.
El
4 de julio de 2017, el fotoperiodista Daniel Esqueda Castro, cuyo cuerpo
sin vida fue localizado este viernes en San Luis Potosí un día después de su
secuestro, tuvo un altercado con policías ministeriales del estado que lo
“amenazaron con quitarle la cámara, además de golpearlo, si continuaba
tomando fotografías, obligándolo a borrar el material y correrlo del
lugar”.
Lo
anterior ocurrió cuando el fotoperiodista de la fuente de seguridad y justicia
para los medios de comunicación Vox Popouli y Metrópoli San Luis arribó ese día
a una balacera, en la que intervenían policías ministeriales y presuntos
delincuentes.
Nueve
días después, el 13 de julio, Daniel acudió a cubrir otro evento y nuevamente
los ministeriales interfirieron en su trabajo, fotografiaron su credencial de
elector y amenazaron con desaparecerlo, luego que le dijeran que “quizá con sus
notas les daba información a los malos”.
Presenta
denuncia
El
segundo incidente con los policías, la amenaza verbal, el hecho que tuvieran
sus datos personales y el seguimiento periodístico que Vox Populi y Metrópoli
San Luis venían realizando a una serie de violaciones graves a los
derechos humanos, cometidas presuntamente por policías ministeriales,
llevaron a Daniel a interponer una denuncia ante la Comisión Estatal de
los Derechos Humanos en San Luis Potosí, así como en el Comité Estatal de
Protección a Periodistas, instancias que, a su vez, solicitaron la intervención
del Mecanismo de Protección para personas Defensoras de los Derechos Humanos y
Periodistas (Mecanismo) de la SEGOB.
“La
última información que nos proporcionaron en el Comité Estatal y la Comisión de
Derechos Humanos es que el Mecanismo estaba valorando el caso de Daniel. Eso
fue a mediados de julio. Después ya no supimos nada”, dijo una de las fuentes
entrevistadas por Animal Político.
En un comunicado de prensa, el Mecanismo de
Protección de la SEGOB informó que tras conocer las amenazas lanzadas contra el
fotoperiodista potosino, la dependencia se comunicó “inmediatamente con él…
para su incorporación quien…comentó que ya no había tenido ningún nuevo
incidente de agresión, amenazas o correos intimidatorios. Refirió además que ya
había presentado la denuncia penal”.
Ante
la respuesta del fotoperiodista, según el Mecanismo, le solicitaron a la
Comisión Estatal de Derechos Humanos información sobre las medidas de
protección dictadas por ese organismo en favor del periodista, “a lo cual el
organismo respondió que se había turnado oficio al Comisario General de la
Policía Ministerial del Estado, Comándate José Guadalupe Castillo Celestino,
mismas que fueron aceptadas el 24 de julio de 2017”.
¿Amenazas
cumplidas?
Como
fotoperiodista de seguridad y justicia, Daniel acudía a gran parte de los
eventos policiacos ocurridos en la ciudad de San Luis Potosí, capital del
estado con este mismo nombre, y que geográficamente se ubica en la zona oriente
de México.
Se
trata de un estado que, en los últimos dos años, ha vivido un repunte de la
violencia, de acuerdo las cifras del Secretariado Ejecutivo de Seguridad del
Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
En
2015, el estado reportó 21 mil 419 denuncias por diferentes delitos del fuero
común, en 2016 las denuncias se incrementaron a 28 mil 613. Además, de enero a
mayo de 2017, las denuncias aumentaron un 89% en comparación con el mismo periodo
de 2016. De éstas, 288 fueron por homicidios dolosos, lo que significó un
incremento del 50% comparado con el año anterior.
En
ese contexto, Daniel incrementó su ritmo de trabajo como fotoperiodista de nota
roja, que alternaba como rescatista voluntario. Días antes de su secuestro y
asesinato, viajó a la Ciudad de México (CDMX) para trabajar como rescatista
voluntario del sismo. A su regreso, retomó sus labores como fotoperiodista.
El
pasado miércoles 4 de octubre, un día antes de su secuestro, Daniel acudió a
dar cobertura a un hecho noticioso de corte policiaco donde, en un principio,
se manejó la versión que en un vehículo abandonado se encontraba una hielera
con restos humanos, con un mensaje dirigido al director de la policía
ministerial de San Luis Potosí.
La
versión oficial refirió que todo se trató de una “trampa”, porque la hielera no
contenía restos humanos de una mujer, sino bombas caseras que estallaron y
dañaron a dos agentes ministeriales y dos peritos cuando la abrieron. El reporte del incidente fue publicado por Vox Populi, luego
que Daniel les proporcionara la información.
En
la cobertura de la hielera, Daniel se topó con un policía ministerial del grupo
que lo había amenazado en junio. “No cruzaron palabras, pero si miradas”, dijo
una de las fuentes entrevistadas por Animal Político.
“No
creemos que esto se trate de una casualidad, porque además los policías que
llegaron por él lo llamaron por su primer nombre, Edgar, el cual sólo conocían
sus familiares y amigos más cercanos, además de los policías ministeriales con
los que Daniel tuvo el incidente en julio y amenazaron con desaparecerlo”.
http://www.animalpolitico.com/2017/10/periodista-asesinado-san-luis-potosi-denuncio-amenazas-policias-ministeriales/
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