El presidente
consideraba como parte de la "mafia del poder" a empresarios que
ahora son sus aliados o frente a los que ha moderado mucho sus palabras, como
Roberto Hernández y Emilio Azcárraga.
jue 21 febrero 2019
Liliana Corona
El concepto de la
"mafia del poder" de Andrés Manuel López Obrador viene de lejos. Ya
en 2011, en una entrevista con Expansión, señalaba a varios empresarios que,
según él, salieron beneficiados con las privatizaciones del sexenio de Carlos
Salinas de Gortari, como Carlos Slim, dueño de América Móvil, y Roberto
Hernández, de Banamex. Otros, como Emilio Azcárraga, de Televisa, han sido
blanco de sus críticas a lo largo de los años. Ahora, sin embargo, comparte
bromas y abrazos con muchos de ellos.
Así ha cambiado la
relación pública de López Obrador con respecto a algunos de los principales
hombres de negocios del país:
AMLO Y ROBERTO
HERNÁNDEZ
El ex director de
Banamex, que hoy figura en la entidad —filial del estadounidense Citigroup—
como presidente honorario, ha sido a menudo señalado por AMLO, quien incluso lo
acusó de haber estado detrás de la campaña "Peligro para México"
lanzada en 2006. Más de una década después, a mediados de 2017, López Obrador
dijo a Reforma que a sus planes políticos con Morena no podía sumarse Hernández
porque “ha financiado siempre a quienes se oponen al cambio, porque no quieren
dejar de hacer negocios al amparo del poder público”.
Si estas
declaraciones causaron 'heridas' en su relación, no lo parece, porque esta
semana, en un evento, se dieron un abrazo y López Obrador invitó a Hernández a
que lo apoye para impulsar el béisbol en el país.
"Ya estamos
convenciendo a Poncho Romo y a Roberto Hernández para que dejen los caballos y
agarren el bat. O que sigan por los caballos y nos apoyen en el fomento al
béisbol", dijo el mandatario, durante la reinauguración del Salón de la
Fama del Beisbol en Monterrey.
AMLO Y EMILIO
AZCÁRRAGA
Televisa, la empresa
de Emilio Azcárraga, también ha sido objeto habitual de las críticas del
político, también en sus anteriores campañas electorales. En el pasado, dijo
que los dueños de la televisora “avalaron el fraude electoral” de 2006. Y a
finales de 2008, López Obrador protestó fuera de las instalaciones de la
compañía en Chapultepec para pedirle a Azcárraga que le diera espacio al aire
en televisión para expresar su defensa del petróleo. El político acusó a la
televisora de ser “la fábrica más grande de producción de mentiras de México”.
Sin embargo, en un
evento con empresarios celebrado esta semana, López Obrador bromeó en público
con Emilio Azcárraga respecto a la derrota futbolística del equipo América
frente a Pumas, escuadra universitaria de la que el presidente es aficionado. Y
en noviembre, Bernardo Gómez, copresidente de Televisa, fue invitado por el
presidente a formar parte de su Consejo Empresarial.
AMLO Y CARLOS SLIM
Esta relación tiene
ya muchos años, en los que ha pasado por altibajos.
Cuando López Obrador
fue gobernador de la Ciudad de México, a partir del año 2000, los dos se
aliaron para impulsar la rehabilitación del centro de la ciudad. Pero la
promesa de cancelar las obras del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México los
enfrentó, ya que Slim era uno de los principales participantes en la obra.
"Si es un buen negocio, que lo construya con su dinero”, dijo el entonces
candidato. El empresario convocó una multitudinaria rueda de prensa para
defender el proyecto y criticar la intención de frenarlo.
No puede decirse que
hayan vuelto a ser 'amigos' —Slim es el gran ausente del consejo asesor
empresarial de AMLO—, pero al menos ha regresado la cordialidad. En noviembre,
Slim dijo que "habrá certidumbre" para la iniciativa privada durante
este gobierno.
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