Sin lugar a dudas, el estado de Veracruz atraviesa por la peor crisis de su historia. Gran parte de su territorio ha sufrido inundaciones a causa de la furia de la naturaleza que se ha hecho presente a través de tormentas tropicales y últimamente el Huracán Karl. Más de UN MILLON DE VERACRUZANOS se ha visto afectado en su vivienda, en su trabajo y en su patrimonio por los estragos de las inundaciones causadas por estos meteoros.
Como siempre ha ocurrido, los recursos de los 3 niveles de gobierno, son insuficientes para atender la emergencia y resarcir al menos en lo elemental, las pérdidas que han sufrido los veracruzanos afectados.
Ante la magnitud de los daños se ha recurrido al espíritu de solidaridad de los mexicanos; a ese enorme corazón que caracteriza a nuestro pueblo, que se manifiesta cada vez que ocurre alguna tragedia que afecte a la gente de cualquier lugar. La ayuda humanitaria de los mexicanos se ha visto por todo el mundo. Siempre que ocurre alguna tragedia, una de las primeras manos en llegar a apoyar a la población afectada es la del pueblo mexicano.
En esta ocasión que le ha tocado a Veracruz ser víctima, ha ocurrido algo sumamente extraño: La ayuda no fluye con la prontitud y la generosidad requerida. Llegan pocos víveres, poca ropa, pocos materiales, casi nada de dinero en efectivo a las cuentas bancarias. Las organizaciones como la Cruz Roja Mexicana, clubes de servicio, etcétera, manifiestan su extrañeza por la poca respuesta observada. Ya no se diga las dependencias del gobierno del estado de Veracruz, donde ha sido casi nula la ayuda que ha llegado.
Nada sucede por casualidad, todo tiene una causalidad. En esta ocasión, en mi muy particular punto de vista, esta situación tiene dos causas:
1.- Los medios de comunicación nacionales, en especial TELEVISA, se han encargado de mostrar al mundo los puntos finos de esta tragedia: comunidades enteras a las que no les llega ayuda, desvío y corrupción en el manejo de la ayuda, capitalización de la ayuda hacia partidos políticos, exagerado gasto publicitario de la entrega de ayuda, que supera a la ayuda en sí, reparto de ayuda privilegiando militancia partidista y en especial, un Gobernador ávido de recibir ayuda en especie y monetaria para incrementar su capital político y económico.
Como único ejemplo, mencionaré haber visto en el noticiero PRIMERO NOTICIAS (que a mi gusto debería llamarse PRIMERO ANUNCIOS) al golden boy de Televisa, Carlos Loret de Mola, entrevistar al Gobernador de Veracruz Fidel Herrera Beltrán. Sin miramientos, Loret preguntó a Fidel porqué las despensas que se estaban entregando a los veracruzanos damnificados, se reempacaban en bolsas rojas, pretendiendo enfocar la gratitud de la gente hacia el partido del Gobernador. Para reforzar su dicho, justo en ese momento, quitaron de pantalla a Fidel con el agua a las rodillas y pusieron imágenes donde cientos de bolsas rojas eran entregadas a la gente en situación de emergencia. A la pregunta, Fidel respondió que el color de su partido era tricolor (sic), por lo que ahora no entiendo porqué en Veracruz están pintados de rojo todos los edificios públicos, escuelas, vehículos oficiales, taxis, hospitales, puentes, etcétera, etcétera.
2.- La gente del Gobernador, que al igual que él, desde el año 2004, no ha dejado de estar en campaña, ha cometido muchas estupideces, en su afán de quedar bien con Fidel y asegurar chamba para la “continuación” del sexenio.
Un solo ejemplo basta: la lideresa de la CNOP, habilitó algunos camiones dizque para ayudar en las labores de limpieza. Nunca hizo nada que valiera la pena. Nada más los tapizó con letreros que decían PRI y FIDELIDAD y presumió una labor que no realizó.
Ante la indignación de la gente, Fidel tuvo que salir a regañarla públicamente y a condenar el alarde que hizo esta lideresa, siguiendo los cánones marcados por el propio gobernador, que obliga a que todos vistan de rojo, con accesorios rojos y antepongan a todo la palabra FIDELIDAD.
Vaya, hasta entre ellos mismos se muestran desconfianza; la alcaldesa electa de Xalapa, llevó un camión de despensas para los damnificados de Minatitlán y prefirió entregarlas a los líderes de la Sección 10 de Petroleros, antes de dejarlos en manos de la alcaldesa de Minatitlán, evidenciando desconfianza a la autoridad por conocimiento de causa.
Viendo lo anterior, es fácil comprender el porqué la gente ha limitado su ayuda. A nadie le gusta que le tomen el pelo. Es insultante pensar que alguien medre con el dinero que con tanto esfuerzo la gente aporta para ayudar a la gente en desgracia.
Hay razón. Sobran justificaciones, pero hay que tomar en cuenta algo: LA TRAGEDIA ES REAL. VERACRUZ NECESITA AYUDA. Hay cientos de miles de veracruzanos que han perdido todo su patrimonio, que no tienen trabajo, que no tienen escuela, QUE HOY NO TIENEN NADA.
Olvidemos a un Gobernador ególatra y ventajoso, olvidemos a los medios de comunicación que ven por sus intereses, evidenciando voracidad en lugar de veracidad, participemos ayudando al pueblo veracruzano que hoy necesita de todos.
No todo en Veracruz es FIDELIDAD, casi 2 millones de veracruzanos votaron en contra del FOFO candidato de Fidel y el millón y medio que lo hizo a favor, se vio coptado y comprado por sus necesidades, esa misma gente es la que hoy está con el agua al cuello y el único salvavidas que le avientan es rojo y desinflado.
A esa gente hoy, le están pasando la cuenta de las cachuchas, camisetas, láminas, despensas, sacos de cemento, lavadoras, tabiques, etcétera que le “regalaron” durante la campaña de Javier Duarte, para continuar la gubernatura de Fidel Herrera. A esa gente le pretenden fincar responsabilidad por haber recibido “regalos” pagados con esos fondos que hoy hacen falta para atender la emergencia.
Por favor, ayuda a Veracruz con el corazón, hay muchas instituciones que garantizan que tu ayuda llegará a quien la necesite. Como me ha dicho siempre mi madre: ANTE LA DUDA, AYUDA.
GRACIAS.
Coatzacoalcos, Veracruz, México, Septiembre 26 de 2010.
Antonio Williams es ciudadano de Coatzacoalcos, de ocupación comerciante y no se dedica al periodismo. Los artículos que escribe son comentarios y señalamientos sobre el actuar de los gobernantes y funcionarios, con el único fin de despertar conciencia en los ciudadanos. No se persigue la firma de ningún contrato de publicidad o complicidad ni prebenda alguna.
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