Celia Díaz García - lunes, septiembre 13, 2010
Córdoba, Ver.- Entre “estira y encoje” se encuentra el futuro del mercado La Isla, que a cinco meses de haber sido inaugurado, aun no puede ser concretado en su totalidad, tal como lo marcaba el proyecto inicial, que además del complejo comercial que pretendía ser se vislumbraba como un detonante para esta zona de la ciudad.
El mercado La Isla se creó bajo el objetivo de terminar con el ambulantaje de Córdoba, ahí serían colocados alrededor de mil comerciantes informales de la ciudad que se instalaban desde hace más de dos décadas en las aceras alrededor del mercado municipal.
Para hacer más atractiva la idea, también se proyectó la instalación de cinco tiendas anclas, especialmente franquicias locales, esto con la intención de reactivar la economía de la zona.
Entre ellas se hablaba de la instalación de un supermercado Iberia, una tienda de abarrotes Dacsa, una dulcería La Josefina, una farmacia Farmacia de Dios, y una tienda de ropa La torre. Con la instalación de estas cinco empresas se pretende colaborar con las ventas de los pequeños comerciantes, ya que esta zona de la ciudad se proyecta con un amplio crecimiento comercial, aunque hasta el momento ha sido todo lo contrario.
Entonces, será la actual o la siguiente administración, la encargada de concretar dicho proyecto que colaborará a la reactivación económica de la zona, aunque por el momento, han sido los propios locatarios quienes han frenado el repunte en las ventas.
Y es que alrededor de 80 por ciento de los locales se encuentran cerrados, lo que no permite la afluencia de los consumidores en potencia.
Quienes han cerrado sus locales, advierten que lo han hecho por la falta de ventas y del cumplimiento del municipio para con sus promesas. Quienes se han quedado, han tenido que salir a las calles a manifestar su crítica situación derivada también, por la falta de ventas.
De esta forma, todos coinciden en que el hecho de que más de la mitad de los locales permanezcan cerrados es un factor totalmente negativo para reactivar la economía del zoco.
Pero esta situación, dice una de las comerciantes que no quiso detallar su nombre, es culpa únicamente de los líderes quienes sólo han buscado su propio beneficio.
Detalló que para que los ambulantes se reubicaran rápidamente hacia este zoco, hubo una promesa del alcalde Juan Antonio Lavín Torres que los 14 líderes tomaran “prácticamente” el mando del mercado, como dicen quienes se encuentran inconformes: en el mercado La Isla no manda la autoridad, mandan los líderes, es por ello que en la última manifestación, los vendedores se revelaron y no aceptaron negociar en presencia de alguno de ellos.
Es decir, estos 14 líderes y representantes del mismo número de organizaciones existentes en el interior, pueden decidir a quién y en cuánto venden o rentan cada uno de los espacios del mercado La Isla, los cuales en un inicio llegaron a costar hasta 50 mil pesos, para los propios comerciantes.
Debido al alto costo, hubo quienes evitaron dar este pago, lo que mantiene cerrado prácticamente a 80 por ciento de los locales, aunque cada líder decide “a placer”, especialmente Dolores Márquez, “a quien el alcalde le dice comadre", y quien tiene el mayor número de locales, seguida de la aún regidora de extracción panista María Luminosa Ameca, quien posee alrededor de 100 locales.
Aun cuando en su momento se dio a conocer la repartición de los locales con base en el número de agremiados de cada organización, lo que no se dio a conocer es que junto con ello se les dio la libre autoridad para hacer “lo que quisieran” de cada espacio.
Pues aun cuando se supone que la entrega de los comercios debía ser gratuita, estos han sido vendidos desde 50 mil hasta 30 mil pesos; no han sido adquiridos ante la falta del recurso económico suficiente o simplemente la negatividad ante el pago por un local que por derecho les pertenece.
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