Oswualdo Antonio González Archivo |
El tiempo pareció detenerse, avanzaban en perfecta formación la caballería, la unidad canina, los granaderos, los “chavos” contratados, un ejército entrenado para combatir a otro ejército, al enemigo. Del otro lado maestras y maestros, resistiendo con una coraza de convicción, con un escudo de amor por la niñez, disparando palabras, acumulando agravios.
Dos mundos chocaron, el de los trajes caros, de las zapatillas de “diseñador”, el de los carros blindados, el de los guardaespaldas, contra los zapatos desgastados, los pantalones de mezclilla, los “tenis”.
Como hace mucho no ocurría en Veracruz, el martes 5 de noviembre, los diputados electos no fueron recibidos por ciudadanos que esperaban migajas, que buscaban ser vistos para que les tocará un “hueso”, se encontraron con rostros, con voces, con pies que les exigían, que les recordaban que sus salarios abultados son pagados por el pueblo, ese mismo pueblo que en su paso por otros puestos han traicionado de manera reiterada. Algunos rostros de esos diputados y sus acompañantes reflejaban odio, desprecio enfocado a aquellos a los que se deben, no parecían entender que ese “puesto” no se lo debían al gobernante en turno o al “padrino”, sino al ciudadano que día a día trabaja para llevar el pan a casa y que ahora el gobierno priista robará vía impuestos, en más del 50%. En un diálogo sin palabras, quedo entendido que de ahora en adelante, si no respondían a los intereses del pueblo, éste se los cobraría en el espacio público con repudio, con reclamos. No habría lugar al que pudieran ir después de aprobar leyes contra el pueblo, no tendrían descanso para disfrutar aquello obtenido a costa de los más necesitados.
A Juan Nicolás Callejas Arroyo es a quién deben dar gracias los otros diputados, ya que por su culpa fueron increpados, ya que por su silencio cómplice bajo el lema de “la reforma no afecta los derechos laborales” operaron para que el magisterio no se movilizará y en este momento para que deje de hacerlo. Gracias a Callejas Arroyo, esta legislatura será una de las más vigiladas por la ciudadanía, por el magisterio, no tendrán día en que no esté
latente la alerta de que el magisterio llegue a movilizarse y no habrá retenes que detengan las inconformidades.
La lucha magisterial sigue, la articulación nacional como blindaje civil se está construyendo, de ahora en adelante cualquier golpe que se dé al magisterio en Veracruz retumbará en el país y el extranjero. En la semana que inicia se continuarán tejiendo redes de protección civil con organizaciones como Alianza Democrática de Organizaciones Civiles, Incidencia Civil en la Educación, Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación, Propuesta Capital y el Fondo Regional de la Sociedad Civil para la Educación. Estas primeras redes se fortalecerán con redes internacionales ya constituidas y de otros gremios como el de periodistas, por mencionar un ejemplo. La única defensa del movimiento magisterial ante la violencia institucional del gobierno es la organización y elevar el costo reputacional por las agresiones, nada quedará impune.
Finalmente como Movimiento Magisterial nos solidarizamos con la periodista Silvia Núñez Hernández de AGN Veracruz, por los actos intimidatorios que está sufriendo.
Si no hay justicia para el pueblo, que no haya paz para el gobierno.
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