16 de noviembre de 2016

CASTIGO A SAQUEADORES EN CATEMACO EXIGE QUIEN A SU VEZ ES DENUNCIADO DE SAQUEADOR



Es curioso como el presidente municipal de Catemaco, Jorge González Azamar vino a Xalapa a exigir a la Fiscalía General del Estado actuar en contra de “saqueadores” como el líder de la Organización de Gobierno Autónomo Indígena (OGAI), Wilfrido Reyes Martínez y Luis Sánchez Aguirre “Pichirilo”, por considerarlos responsables de la quema del Palacio Municipal durante el fin de semana, cuando esas personas acusan al propio munícipe de “saqueador de los recursos del pueblo”. Pero González Azamar, el protegido de Jorge Uscanga Escobar, actual director de atención ciudadana de la Secretaría de Educación Pública, le “ordena” –apelando a su papel de cacique trasnochado- a Luis Ángel Bravo Contreras investigar ese caso y sancionar a los responsables de los disturbios en ese municipio, como si el Fiscal no conociera su responsabilidad. 

“Las personas que atacaron el Palacio fueron a robar, fueron a saquear y cuando vieron que ya no había nada más que llevarse se fueron”, dice quien es acusado, a su vez de saqueador, y quien niega que las acciones como la quema de Palacio Municipal estuvieran relacionadas con la exigencia de la comunidad católica para que fuera liberado el sacerdote Jorge Luis Sánchez Ruiz, quien fue plagiado el viernes pasado y puesto en libertad el domingo por la tarde. 

También negó las versiones que lo señalan como el autor intelectual de los hechos para evitar las auditorías del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) e incluso de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), mismas a las que calificó como “cortinas de humo”. “Hace 15 días se dio la lista de los municipios que el ORFIS encontró con daño patrimonial en 2015 (…), se puede revisar que en los últimos dos años el municipio no tiene ninguna observación, hemos sido auditados por el ORFIS y por la Auditoría Superior”, se justifica el alcalde catemaquense a quien nadie quiere en su municipio. 

De esa manera, dijo que su visita al Congreso tiene el objetivo de evitar caer en omisión administrativa como consecuencia de los documentos que se perdieron luego de que un grupo de cien personas quemó el edificio del ayuntamiento (como si los informes no estuvieran respaldados en medios digitales), y en ese sentido señala que las pérdidas son totales e incuantificables, a lo que se suma la quema de registros oficiales y equipo administrativo. Igualmente, advirtió que aún se están realizando los peritajes para saber si se tendrán que demoler los edificios quemados. “Nosotros estamos aquí para hacer todos los trámites necesarios en la Secretaría de Gobierno, de donde dependen el Registro Civil, así como del Congreso y todas las otras instancias para que se instalen los sistemas que tenemos”. A ver quién le cree…

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