20 de noviembre de 2016

“EL TERRORISMO DE ESTADO QUE DESANGRA AL PUEBLO, QUE SE ENSAÑA CONTRA EL PUEBLO ORGANIZADO Y NO ORGANIZADO…”: PDPR-EPR

EDITORIAL DE LA REVISTA EL INSURGENTE, ÓRGANO DE ANÁLISIS DEL PDPR Y EPR.

AÑO 20/NUM.172/OCTUBRE DE 2016

La descomposición económica y política del régimen es inocultable y son muchas las manifestaciones de ésta, como es la corrupción manifiesta de los políticos de oficio enquistados en los gobiernos federal, estatales y municipales.

El problema no sólo es en el aspecto moral y personal, indica el grado de putrefacción del régimen socioeconómico fincado en la defensa de los intereses de unos cuantos personeros del capital. En el caso de Veracruz al exgobernador Duarte se le debería juzgar no sólo por corrupto sino fundamentalmente por criminal de Estado, por tener responsabilidad directa en los múltiples crímenes de lesa humanidad que se han cometido a través del aparato represivo.

La cloaca que aflora en Veracruz no se circunscribe a esta entidad, ni a Duarte, ni al PRI, es la condición general y de origen del régimen político en México; la corrupción alcanza también a muchos de los que se dicen ser de izquierda y oposición, dichos gobiernos reproducen en toda su magnitud las formas burguesas de hacer política, en consecuencia nadan también en esa cloaca.

La realidad se impone, los gobiernos con bandera de izquierda en realidad administran y oxigenan la crisis económica y política del régimen, por su política de gobierno ajena a los intereses del pueblo no se diferencian en nada con gobiernos abiertamente prooligarcas y profascistas, dichas políticas no tienen un ápice de popular.

La crisis económica lejos de ser solucionada se profundiza y sus nefastas consecuencias contra el pueblo son inocultables, el hambre, la miseria, el desempleo, la marginación social, la violencia institucional y el terrorismo de Estado lejos de disminuir se acrecentaran y en conjunto expresan la verdadera esencia económica y política que vive el país, en sí el carácter inhumano y degradante del capitalismo.

La imposición de las reformas burguesas de carácter neoliberal, al ser concebidas para la defensa de los intereses del capital y sus personeros, en la medida que generan desigualdad económica y política, constituyen a la vez base material para la protesta popular, ésta no debe asustar para nada a quienes luchamos por la transformación del país, solo pueden temer al pueblo organizado aquellos que se han puesto del lado de los opresores.

La enseñanza histórica y contemporánea es aleccionadora, de la magnitud de la agresión contra el pueblo debe ser la respuesta popular, a un régimen neoliberal y profascista sólo se le puede enfrentar organizando al pueblo para que éste despliegue lucha combativa que mine los cimientos del modo de producción capitalista. 

La transformación del país en función de los intereses populares no corre por las instituciones, estructura y organismos que dan sustento al actual estado de iniquidad, sólo fuera de los marcos corporativizantes, la lógica de la democracia burguesa y los intereses del capital se puede construir una verdadera fuerza popular que haga posible el cambio revolucionario que reclama el país. El terrorismo de Estado que desangra al pueblo, que se ensaña contra el pueblo organizado y no organizado, exige crear organismos de combate popular y formas de lucha mucho más complejas y dinámicas como la autodefensa armada de las masas que hagan frente a la violencia oligárquica. 

Fuente: CEDEMA

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