2 de diciembre de 2010

Política sólo fomenta la conmiseración para apoyar a discapacitados: UAM

Al diseñar campañas publicitarias que busquen el apoyo de la sociedad a favor de las personas discapacitadas, en México se sigue apelando a la conmiseración cuando en otros países existen leyes que lo prohíben, señaló Alejandro Tapia Mendoza, académico e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y autor de varias publicaciones, entre ellas el reconocido libro De la retórica a la imagen.

Tapia Mendoza charló ante los estudiantes de la Unidad de Artes de la Universidad Veracruzana (UV) el pasado 25 de noviembre, donde puso como ejemplo el tratamiento que se da dentro de la publicidad a las personas con discapacidades.

“Al hablar sobre cómo presentamos la discapacidad para que haya una comunicación”, detalló, “en el ámbito mexicano es bastante notable ver cómo las personas discapacitadas están afuera de un centro comercial pidiendo dinero para comprar una prótesis; de ahí hasta el Teletón siempre pensamos que nuestra forma de resolver el problema de las personas discapacitadas es a través de ayuda; es decir, tienen que recibir la conmiseración pública para poder tener una muleta, una silla de ruedas”.

Por lo tanto, agregó, en la publicidad lo que se subraya es la deficiencia física; “por ejemplo, ponemos a un niño que necesita muletas en la pantalla para que la gente sienta conmiseración, esto en otros países está prohibido”.

Explicó que cuando existen leyes regulando el trato de las personas discapacitadas ya no puede haber “ayudas”, tienen que existir derechos ganados institucionalmente para que estas personas reciban todos los beneficios.

Añadió que “una de las cosas que queda sin subrayar cuando presentamos a las personas discapacitadas solamente por su deficiencia, es abordar qué otras cosas pueden ser o hacer estas personas”.

En la publicidad nunca las vemos sonreír o qué tipo de “súper capacidades” han podido desarrollar por las mismas causas; además, también son personas que estudian y progresan, tienen empleos e incluso forman una familia, comentó.

“Como nuestra política parece no mostrar esas otras facetas de su vida nos quedamos con la imagen, pero qué sucede cuando se tiene que hacer publicidad y respetar las restricciones”, cuestionó Tapia Mendoza.

Este ejemplo de publicidad sustenta el planteamiento teórico de que toda elección que hagamos para presentar un tema es política, porque depende de los acuerdos previos que establece una sociedad, una polis, respecto a qué puede ser enunciable, y cuando en estos acuerdos no existe la información que presenta un cartel no se comprende.

http://www.jornadaveracruz.com.mx/Noticia.aspx?ID=101201_145631_98&id_seccion=0

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