Escrito por Uriel Flores Aguayo
Es de obviedad destacar que los movimientos más recientes e importantes en el Gobierno de Veracruz, tienen que ver con las elecciones locales del próximo año; un poco también, localizado, está relacionado con las recientes elecciones federales. Para efectos de su ejercicio de gobierno para los grupos de poder locales es irrelevante si Peña, quedó en primer o segundo lugar en el Estado, eso es simbólico, lo que en realidad les importa son las dos Senadurías de mayoría, así como los 15 distritos ganados para el PRI.
El relevo en la Subsecretaria de Gobierno fue tan curioso e inesperado que desató todo tipo de especulaciones. Se hablaba desde un acuerdo del gobernador con Miguel Ángel Yunes Linares, de la integración natural de Enrique Ampudia, al equipo del gobernador o que fue enviado directamente por el círculo de Peña Nieto. En todo caso, es claro que el nuevo subsecretario viene a realizar labores políticas de alta escuela y con el objetivo de que la próxima elección no refleje los resultados adversos que tuvieron en varios de los municipios más grandes.
Se especuló mucho sobre la salida de la Secretaria de turismo, Leticia Perlasca, los comentarios en ese sentido cesaron cuando apareció por suelo jarocho Beatriz Paredes, una de las más fuertes y distinguidas priistas a pesar de su segunda derrota en el Distrito Federal y de quien se dice es la jefa política de Perlasca. Por cierto, me pareció inapropiada e incongruente en todos los sentidos la participación de la señora Paredes, en el corte del listón inaugural de la feria del libro infantil y juvenil, no hay nada que lo justifique y devalúa una de las pocas actividades culturales de ese nivel que se realiza en Veracruz.
Supongo que hay una restructuración silenciosa en otras áreas de gobierno y en muchos Ayuntamientos, que se están haciendo los reacomodos para premiar o castigar los resultados de la elección federal y, sobretodo, por los preparativos de las elecciones locales del próximo año. En las filas del PRI la expectativa por las delegaciones federales, en caso de que se confirme la imposición mediática de Peña, son desproporcionados.
Los resultados de la elección federal en Xalapa, están moviendo el panorama del oficialismo, pusieron aprueba sus certezas y los van a obligar a tomar medidas audaces. Se supone que ya tenían comprometida la candidatura a presidente municipal desde hace año y medio, cuando se vieron en la disyuntiva de escoger entre popularidad y juventud; parece que tal decisión ya está en duda. Se comenta insistentemente que están tratando de convencer a un prestigiado empresario que recientemente ocupó ese cargo. Entre cortinas de humo e insinuaciones abiertas se abre paso a nivel local la estrategia que, se supone, el PRI va aplicar en Veracruz en la búsqueda de figuras ciudadanas; aquí sería en la persona del rector de la universidad veracruzana. Como sea, el escenario se movió, lógicamente no tienen seguridad plena; decidan como sea no van a lograr cubrir todos los flancos que históricamente han podido resolver. Se les aparecen muchas variables que afectarán las posibilidades de seguir siendo mayoría en Xalapa: si no cumplen acuerdos se pueden dividir, si no convencen al empresario se pueden restar posibilidades y aunque lograran una buena figura ciudadana nada garantiza que tenga la fuerza para persuadir al electorado.
Esa es una de las cualidades de las alternancias: que los círculos virtuosos del autoritarismo se vuelven círculos defectuosos que los llevan a la incertidumbre y a la derrota. Por supuesto que la izquierda puede ser mayoría en Xalapa, no por decreto ni automáticamente, tiene impulso, banderas y dinamismo como para lograr que el ánimo social resistente y progresista se empate con los votos y los espacios políticos: para una población critica, digna e inteligente corresponde un gobierno que esté a la altura de esas cualidades.
Recadito: apoyamos el plan nacional de movilizaciones convocado por AMLO.
Xalapa Enríquez Veracruz., a 26 de julio de 2012
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