Jesús
Sosa Castro @rasocas
La estatura moral de un estadista como AMLO, impidió que este país
se incendiara con una guerra civil. Después que Enrique Peña Nieto fue impuesto
por la mafia del poder como el espurio número dos, muchos no atinaron en decir
cuál iba a ser la suerte y el trabajo de AMLO. Hubo quienes pensaron que se
iría a su casa y otros creyeron que el golpe había sido de tal magnitud que su
liderazgo político desaparecería. ¡Todos se equivocaron! El pueblo, irritado,
defraudado, pero decidido y mejor organizado, decidió seguir apoyando al hombre
honesto y al líder incansable que no da tregua ni a usurpadores ni a mafiosos.
Ambos siguen trabajando con éxito para construir un futuro que cambie el rostro
y la suerte del país.
El 27 de julio y el 17 de noviembre del 2007, Luis Mandoki, decidió
llevar al cine dos filmes sobre lo que llamó ¿Y quién es el Señor López? y
Fraude: México 2006. En estas dos obras cinematográficas, quedaron grabados
algunos trozos de la historia política de un hombre y de un líder que a siete
años, sigue estremeciendo las plazas y calles de México.
También dejó para la
historia la infamia que la mafia quiso montar contra él desaforándolo para
quitarle sus derechos políticos. Mandoki hizo un interesante recorrido sobre
los pasos de Andrés Manuel, aunque la autopsia hecha a las entrañas de la
bestia, dejó de lado lo que vendría durante y después del 2007. La segunda
campaña presidencial, un nuevo triunfo arrebatado con dinero y un fraude más,
cometido por los políticos sin escrúpulos
La estatura moral de un estadista como AMLO, impidió que este país se
incendiara con una guerra civil. Sectores importantes de los que votaron por
AMLO, así lo pensaban después del 2006 y 2012. Fue la visión política y la
genial comprensión de las multitudes que apoyan su liderazgo, las que se
apoderaron de su discurso pacifista y optaron por adherirse a ella para acabar
con estas conductas mafiosas. Pudo convencerlos de que había que caminar hacia
el despertar de las conciencias y que otra salida era posible para cambiar a la
nación. Sostuvo ante sus seguidores con sabia paciencia, que sólo organizados
se podía ir al encuentro de un futuro que cambiaría el destino de los
mexicanos. El 19 y 20 de noviembre del 2012, el pueblo de México volvió a
encontrarse con los pasos del Señor López, como despectivamente le llamaban los
mafiosos en el 2006.
Las acciones multitudinarias que lo acompañaron en esas luchas heroicas
y las políticas entreguistas del PRD, miraron la conveniencia política de
ingresar a un Movimiento-Partido con el nombre de MORENA. Así lo acordó la gente
y sus delegados votaron por él en su primer Congreso Nacional. ¡No ha sido
fácil llegar hasta donde vamos! Con esmerado trabajo y limitados recursos, las
asambleas constitutivas efectuadas hasta ahora, han rebasado con creces el
número de tres mil afiliados que exige el IFE en por lo menos veinte Estados de
la República.
Los medios masivos de comunicación y los achichincles de la derecha, se
la pasan rascándose los tompiates de puro coraje debido a que Morena se
consolida como partido, mientras las organizaciones en las que muchos de ellos
militan, se desvanecen por sus políticas entreguistas y antipopulares. Hicieron
todo por desacreditar a AMLO, callaron ignominiosamente su trabajo y hoy,
contra lo que suponían y esperaban, Morena VA como partido político. ¡Sus
augurios volvieron a fallar! Andrés Manuel no ha dejado de recorrer el país. Se
ha metido al México profundo visitando diariamente pueblos, comunidades y
ciudades. Ha estado en los 2439 Municipios, en los trescientos distritos
electorales federales y en las treinta y dos capitales de los Estados.
Visitó a los municipios de usos y costumbres y miles de compatriotas
están ya en los comités de MORENA. Tiene en mapa las necesidades de la gente, y
profundiza en el Proyecto Nuevo de Nación donde las ansias de libertad,
justicia, paz y equidad, son la fuente principal de su trabajo político Los
millones de mujeres y hombres que le seguimos los pasos a López Obrador,
reivindicamos la necesidad de reconstruir el país con el pueblo, haciendo
posible la pluralidad, donde todos tengamos el derecho de existir y ser
respetados. Estamos con él porque compartimos la idea de lograr un nuevo pacto
social que acabe con la pobreza, la violencia, la impunidad y la entrega del
país a los extranjeros.
Buscamos una revolución de las conciencias que nos conduzca a vivir y a
caminar hacia nuevos valores morales, culturales y espirituales. Compartimos
con él la demanda de que los mexicanos tengamos las condiciones para ser
felices. Juntos y desde abajo, con toda la gente, abriremos los caminos que
conduzcan a la liberación del país. Solo alcanzando estos objetivos, tendremos
una patria grande, democrática y justa.
Si seguimos los pasos de López Obrador, si nos ponemos a trabajar, si
hablamos con la gente, si nos organizamos y participamos en la lucha por el
cambio verdadero, entonces, vivir en paz y con esperanza, no será una utopía,
habremos alcanzado las demandas más importante de los ciudadanos: ¡Vivir con
justicia y dignidad!
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