Rodrigo Rojo /@Eneas
(15 de octubre,
2013).- La sombra de la represión comienza a extenderse por el país. Desde que
el 13 de septiembre el Gobierno Federal utilizó a la policía para desalojar el
plantón que la CNTE mantenía en el Zócalo de la Ciudad de México, la tentación
de reprimir se convierte cada vez más en una realidad. Los excesos de la
Policía del Distrito Federal contra manifestantes, medios de comunicación y
otros ciudadanos el 2 de octubre marcaron un hito en la historia de los
gobiernos de izquierda del DF. Fue otro paso hacia una represión mucho más
grande que ya vaticinan algunos.
El domingo en la madrugada,
maestros que mantenían un plantón frente a la Secretaría de Educación de
Veracruz, en Xalapa, fueron desalojados por la policía del estado, que se
presentó fuertemente armada. Los profesores conjuraron la violencia al levantar
el plantón antes de que la policía actuara. Un paso más.
En Chiapas, el acoso a los profesores es constante. El 28 de septiembre fue hallado muerto el profesor Rodolfo López Toledo, quien trabajaba en la primaria Presidente Juárez del municipio de San Fernando. El 13 de octubre trascendió el asesinato del profesor Tirso Cruz Yuca en condiciones que no han sido totalmente aclaradas. Ese mismo día, se denunció que el profesor Pedro Gómez Bámaca, vocero del magisterio, fue hostigado desde una camioneta azul.
Los padres de familia denuncian que algunos alcaldes chiapanecos también están llamando a marchar en contra del magisterio. Los alcaldes organizan la protesta con desinformación: a algunos les dicen que marcharán por el regreso a clases, a otros que es “por la paz”, y con sobornos desde 100 y hasta 300 pesos.
La sombra de la represión se extiende y cada vez se hace más amenazante. Dentro de ella, se mueve una figura ominosa, el general Óscar Naranjo Trujillo, de cuyas actividades en el país como asesor en la lucha contra el narcotráfico se sabe casi nada.
Lo que sí se sabe es el historial oscuro de este general. Radio Nederland y REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO tienen un artículo de investigación sobre el militar. Según el periodista Carlos Fazio, Naranjo es la estrella de Estados Unidos encargada de aplicar estrategias de contrainsurgencia y guerra sucia sin que le importen los inocentes. Se le ha creado mediáticamente una imagen “de James Bond criollo, un héroe por el arresto y el asesinato de Pablo Escobar”. Pero el ex agente de la CIA Baruch Vega afirma que Naranjo estaba asociado con narcotraficantes del cártel rival y que el combate al cártel de Cali y Medellín fue para sacarlos del negocio.
Naranjo fue responsable del asesinato de mexicanos aun antes de llegar a México cuando ordenó el bombardeo a un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en donde se encontraban los estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM Soren Ulises Avilés Ángeles, Fernando Franco Delgado, Juan González del Castillo y Verónica Natalia Velásquez Ramírez, quienes murieron en el ataque.
El historial oscuro del general, su especialización en reprimir civiles y el papel oculto que juega en la política mexicana hacen sospechar que él podría estar asesorando a las fuerzas policiales mexicanas, que ya están militarizadas, para la represión que viene.
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