30 de octubre de 2013

DESAPARECIDOS Y SIN JUSTICIA

ENTRE LO UTÓPICO Y LO VERDADERO
Por: CLAUDIA GUERRERO MARTÍNEZ
En lo que va de la administración de Javier Duarte de Ochoa, se han reportado 130 niños desaparecidos de entre 0 a 17 años, la mayoría mujeres, según cifras aportadas por la Procuraduría General de la República. Lo lamentable de estos datos, es que son casos reportados hasta la instancia federal, pero la cifra real es mucho mayor, en comparación a la oficial… Organismos como Colectivo por la Paz Veracruz aseguran que el Instituto Veracruzano de Acceso a la Información reportó del 2011 al 2013, el registro de 388 desaparecidos en todo el estado y Xalapa tiene la mayor incidencia, además de ciudades como Coatzacoalcos, Cosamaloapan y Córdoba… 

La Procuraduría General de Justicia del Estado reportó en el 2012, 66 mujeres y 61 hombres desaparecidos… En lo que va de este 2013, los reportes van en aumento a las cifras del año pasado, reconocidas por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos…

Iniciamos nuestra entrega, con la triste crónica de la desaparición de la joven de 24 años, Ámbar Nayeli Suárez Rivera, desde el pasado 02 de octubre del 2013. Estudiante de la Facultad de Odontología, ese día, Ámbar recogía a su madre Yolanda Rivera Treviño en su trabajo, para dirigirse a comer a su domicilio en la Colonia Zaragoza, del Puerto de Veracruz y ahí recoger su ropa que utilizaría para su trabajo por la tarde, en la Unidad Médica de Alta Especialidad No. 14 del IMSS. Las constantes llamadas a su celular realizadas por el exnovio de Ámbar, llamaron la atención de Yolanda Rivera, quien la vio por última vez, cuando ella se despidió de su madre y salió de su casa, asegurando que se entrevistaría a las 16:00 horas con su exnovio, un doctor que trabajaba en el IMSS y hoy, es el principal sospechoso y quien se encuentra también desaparecido. Minutos después de haber salido de su casa, Ámbar deja su automóvil frente a la Facultad de Odontología, con la cartera y su bolsa de mano, maleta con ropa y maquillaje. Sólo se llevó las llaves del automóvil y el celular, el cual, en el whatsapp tuvo actividad 10 minutos después de salir de su casa. Testigos afirman que la vieron bajar de su auto y caminar con una persona de sexo masculino, a quien mostraba conocerlo, ya que caminaban conversando…

Los familiares de Ámbar están consternados… Ni las marchas y manifestaciones logran sacar de la pasividad a las autoridades ministeriales, quienes sólo se limitan en decir que están trabajando en el caso y “checando los videos y testimonios”… Y su viacrucis inició desde el levantamiento de la denuncia, la cual, el Ministerio Público argumentaba esperar las 72 horas… Tiempo preciado para la rápida localización y preservación de la escena… Después, se enfriaría como un caso más en la lista de desaparecidos… Los familiares de Ámbar se acercaron a la que aquí escribe para buscar otras alternativas y hacer eco a sus reclamos. Y con justa razón, pues ellos aseguran tener el móvil, el sospechoso y la vía… Términos fundamentales para una investigación sustentable, pero los ministeriales hacen caso omiso a las pruebas aportadas por la madre de Ámbar, Yolanda Rivera Treviño y su hermana Cinthya Yaret… Y con ello, muestran su ineficacia y falta de profesionalismo ante éstas desapariciones…

La familia Suárez Rivera exige resultados y la búsqueda afanosa de Ámbar… Lo lamentable, es que no es el primer caso y el único de ellos, que está en voluminosos expedientes sobre escritorios de la improductiva Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz, como parte de la decoración y entorno ministerial de la ya larga la lista de desaparecidos en el estado…

Otros casos, como el de Gabriela Benítez Ibarra, desaparecida el 13 de junio del 2011… La denuncia se interpuso al día siguiente, pero nuevamente, las autoridades explicaron que actuarían después de las 72 horas… Fue localizada en una reserva llamada Molinos de San Roque, de la Unidad Fovissste en la capital del estado, cerca de su domicilio, tres meses después. Hasta hoy, no hay culpables y el caso está en la congeladora de la PGJ y es un claro ejemplo de la ignominia burocrática…

Pero la ciudadanía no sólo está expuesta… Desde el 12 de junio del 2013, el comandante de Tránsito del Estado de Veracruz, Luis Damián Pineda Medina está desaparecido, sin que la Dirección de Tránsito y Seguridad Pública haya emitido algún comentario o facilitar pistas para su pronta localización… Los familiares aseguran existir testimonios que involucran al propio Director de Tránsito y de Transporte del Estado. Roberto López Santoyo, quien tuvo fricciones con Pineda Medina el día de su desaparición… Hasta el momento no hay indicios para su localización y sus familiares están desesperados, pues observan el poco interés de las autoridades ministeriales para la investigación… Tampoco hay testimonio de López Santoyo sobre los señalamientos directos y curiosamente, el funcionario duartista cuenta con 16 guardaespaldas para su protección personal…

Con estos ejemplos emblemáticos, ventilamos la falta de servicio de la Procuraduría General de Justicia del Estado, quien es un fiel observador del claro fenómeno de desapariciones en Veracruz, sin que éste órgano ministerial ponga freno, permitiendo que la impunidad se convierta en moda y forma de vida…

No olvidemos, que en pasadas entregas, el Poder Judicial y los órganos ministeriales necesitan una urgente reingeniería. Viejos vicios y policías ministeriales calentando sillas o extorsionando a detenidos por delitos administrativos, son los casos que quieren llevar, para estar en su estable y cómodo puesto… 

No olvidemos también, que esto aunado a la falta de viáticos, gasolina, papelería y hasta material pericial, provoca que cualquier investigación sea engorrosa y se trunque…Y gracias a malos manejos administrativos, acumulamiento de expedientes y desorganización en la operatividad de las investigaciones de las subprocuradurías y agencias investigadoras del Ministerio Público, en donde la mayoría de sus titulares fueron designados, no por su buen servicio, sino por ser amigo, cuate, amante, compadre, familiar y hasta socio del Procurador en turno…

Así se las gastan en la PGJ… En lo que va de la administración de Javier Duarte de Ochoa, era urgente la renuncia de Reynaldo Escobar Pérez y hoy, el esperado despido de Amadeo Flores Espinoza por su pasividad que causa bostezo durante su gestión como Procurador… Mientras, no hay certeza para los cientos de familias que buscan respuestas ante una autoridad ministerial rebasada por el gran número de desaparecidos en Veracruz... Y quizá, ante un evidente silencio, aumenta la teoría de una complicidad pactada

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