El acuerdo operará en centros de producción de la paraestatal
Primero de noviembre, plazo
Según la cláusula tercera, tanto el sindicato como Pemex están de acuerdo en que en los centros de trabajo donde existan actividades que realizan trabajadores terciarios –de otras empresas– el personal ‘‘se aprovechará’’ en nuevos proyectos a través de la ‘‘comisión nacional mixta de reacomodo’’.
‘‘Redimensionamiento’’
La cláusula cuarta habla de que se definirá la situación de los trabajadores sindicalizados y de confianza adscritos a plantas fuera de operación que no logren ser reubicados para, de ser posible, sean ‘‘jubilados’’ conforme la cláusula 134 del contrato colectivo de trabajo.
Las partes conformarán una mesa de trabajo para realizar toda esta restructura y redimensionamiento –sinónimo de achicamiento– de la plantilla de personal, la cual se llevará de manera conjunta por la subdirección de recursos humanos y relaciones laborales de Pemex y la secretaría del interior, actas y acuerdos del comité ejecutivo del sindicato que encabeza el senador Carlos Romero Deschamps.
El convenio 10717 señala además que se eliminará el tiempo extra cuando no se justifique, tanto al personal sindicalizado como al de confianza, o cuando sea evidente que la materia de trabajo es permanente, y se adecuará la estructura con las plazas.
De igual manera, se echarán a andar programas conjuntos para abatir el ausentismo y se llevará a cabo un programa de capacitación para que los trabajadores adquieran ‘‘multihabilidades’’. Además, habrá homologación de categorías, actualización de reglamentos de labores y cambios en las jornadas de trabajo.
La cláusula séptima del convenio indica que ‘‘se identificarán conjuntamente oportunidades de adecuación de la estructura en aquellas áreas donde por la dinámica de la propia industria haya caído la actividad’’.
Incluso, en la cláusula 11 ‘‘Pemex y el STPRM se comprometen a que, a través de la comisión nacional mixta de tabuladores, revisarán y designarán las funciones de cada categoría laboral con un enfoque de mejoramiento de la productividad y como consecuencia de su reglamento de trabajo y respectiva evaluación del puesto’’. Es decir, podría haber para los trabajadores cambios, bajas, jubilaciones, despidos y también modificaciones salariales.
En la empresa paraestatal se ha generado alarma entre los sindicalizados y empleados de confianza, quienes señalan que este convenio se firmó ‘‘a espaldas de los trabajadores’’ y en forma paralela a la última revisión contractual.
Los signantes por parte del sindicato petrolero fueron: Romero Deschamps, Ricardo Aldana Prieto, presidente del consejo general de vigilancia, y el secretario del interior, Fernando Navarrete Pérez.
FUENTE: VANGUARDIA
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