Publicado en el muro de facebook de Salvador Díaz
Ese día, el mismo de la toma de posesión del “Gullit Peñanieto” comenzó la
represión a los disidentes de izquierda, cayó gravemente herido nuestro
compañero Juan Francisco Kuykendal, quien después de sobrevivir en coma durante
dos años, murió. Lo acompañaba Teodulfo Torres Soriano “El Tío”, quien era el
vivo testimonio de su muerte, voz condenatoria y testigo incontestable de la
represión, “El Tío” tomó el video de las armas que dispararon. Unos días antes
de su comparecencia en la PGR, Teodulfo fue desaparecido. El 24 de marzo de
2013. He aquí unos versos que le escribí a nuestro querido compañero.
TÍO, ¡APARECE YA!
¡Buenos días Tío!
¿Por dónde andas?
Muchos me han preguntado por ti
saben que somos changos del mismo mecate
que vamos mano a mano
por las lenguas de La Otra Campaña
en Ocosingo u Oventic
ya en Atenco o en las Flores del Molino
pisando los mismos abrojos
pero esta vez te caminaste sólo
sorbiendo peces y paliacates
¡que cabrón!
dicen que te fuiste por Semana Santa
pensé que querías darte una vuelta
por tu raíces oaxaqueñas
para ver como estaba tu chante
tu rústica filiación
pero no, ¿dónde estás?.
Tío, hiere el recuerdo,
cuando te vi por la telera
cuando cayó el Kuy allá por San Lázaro
tu cara de susto
tu mirada en silencio
al ver a nuestro compa en el suelo
casi cruz casi cristo casi cielo
como caído en combate,
se amagentó esa dolida mañana
tú limpiaste el polvo del camino
y aun recogiste esa infame escena
con tu camarita inseparable
ahí estuviste con Kuy
le serviste de sombra
en tantas ambulancias
en cuántos dispensarios
eres la voz condenatoria
para hacerle justicia
ahora sabemos que no regresaste
ni te presentaste a testimoniar a la PGR
contra el Estado
ahora sé que no apareces
y ya son meses y años ya
nadie sabe de ti
todos te buscamos
del Estado sospechamos
y te lo digo adolorido
me siento un quark apachurrado
si hubiese sabido habría ido contigo
allí caigo ahora tropiezo
pero estoy contigo
él ella nosotros vosotros ellos están contigo
qué hacemos ¡chingaos!
para que vuelvas
quieres que me lance al metro
que le salga al paso a un mamut
que destripe la palabra rencorosa
que sembremos el pan amargo
en tu sombrero negro
¡Ey Tío, acá estamos!
¡Aparece ya!
¡No sabes cuánto te extrañamos!
¡Nos dará un gustazo volverte a ver!
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