En
Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Durango, Querétaro, Zacatecas, Tlaxcala, Iztapalapa
de la Ciudad de México, Guerrero, Campeche, Cancún, etcétera, de los 3,360
maestros cesados, muchos están manifestándose públicamente de varias maneras
(impartición de clases en banquetas, tomas de oficinas de la SEP y del SNTE,
presentarse a las escuelas para dejar constancia de que no abandonan sus
labores docentes, marchas, etc.), con el apoyo
extraordinario de los padres de familia y diversas organizaciones sociales,
para exigir
a) la reinstalación de sus trabajos docentes;
b) el rechazo a la espuria reforma educativa
peñanietista-ñoño-Nuño y su abrogación;
y c) que se lleve cabo una gran mesa de negociación
y diálogo nacional sobre la trasformación del sistema educativo nacional, desde
una perspectiva de educación pública, gratuita, laica, obligatoria, universal,
nacional, de calidad y equidad.
Pero las autoridades gubernamentales
encabezadas por el sargento Ñoño-Nuño y los títeres gobernadores prianistas del
país, han respondido con ESTÚPIDA SORDERA, INSENSIBILIDAD, PREPOTENCIA supina y
REPRESIÓN inútil, jamás visto en la historia de la educación mexicana.
Acertadamente dice el
articulista Luis Hernández Navarro que los profesores injustamente despedidos
por la SEP “por no presentarse el examen al desempeño (ya sea porque les
avisaron con pocos días de anticipación, otros porque rechazan la falsa reforma
educativa y decidieron no avalarla con su presencia, otros porque le pareció
oprobioso), no son ni irresponsables ni malos maestros. Por el contrario, la
mayoría de ellos son excelentes profesionistas, comprometidos con su trabajo,
queridos por sus alumnos y por los padres de familia”.
Asimismo, “el gobierno
federal ya tiene un nuevo problema en puerta. Además de presentar demandas
legales y amparos ante los despidos injustificados, el magisterio democrático
decidió irse a huelga nacional, a más tardar el 1º de mayo. Poco menos de cinco
semanas después, el 5 de junio, habrá elecciones para gobernador en 12 estados”
(La Jornada, 22/03/2016).
Es inconcebible quedarse
callados ante monstruosa afrenta y canallada de la SEP y de todos los que están
detrás de estas siglas mancilladas. La nobleza de los padres de familia que
apoyan a sus maestros despedidos se incrementa día a día, pero también se
requiere más solidaridad de todo el magisterio nacional sin importar siglas,
así como la adhesión de todas las organizaciones sociales independientes e
investigadores académicos de la educación.
Si no recuperamos a los
miles de maestros cesados, mañana estarán igual o en peores condiciones los
demás, y con ello la “reforma educativa” de Peña-ñoñoNuño se impondrá, quedando
la educación mexicana en manos de la minoría de los ignaros y ramplones
mercaderes explotadores de la Nación.
¿Usted qué opina?
(23/03/2016)Del Cen Snte CNTE
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