Al caos que impera en
Michoacán se suma ahora otro ingrediente: un grupo de reciente aparición en la
conflictiva Tierra Caliente. Pero, según sus integrantes, no es un cártel ni
una autodefensa… ni siquiera tiene armas de alto poder. Se trata de IRIS y, como
afirma su vocero, su objetivo es desenmascarar –pacíficamente, dicen– a los
políticos corruptos, empezando por Silvano Aureoles y Alfredo Castillo. México
necesita una chispa que detone el cambio, señala, y “nosotros queremos ser esa
chispa”.
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