Por Édgar Hernández - 29
marzo, 2016 en Opinión
Édgar Hernández* /
¡En puerta la guerra de excremento entre primos!
Más enfocados en la guerra sucia y en reiterar promesas de que Javier
Duarte y su banda irán a la cárcel cuando lleguen, han relegado a segundo
término planes y proyectos de desarrollo para Veracruz.
Y es que aunque les espera a cualquiera de los dos –el que gane- un
micro gobierno, es indiscutible que la opinión pública, la ciudadanía
veracruzana pues, aguarda que se le diga si habrá empleo, si se va a reactivar
el comercio, el campo y la industria y si por fin llegó la hora de la marcha al
mar para aprovechar los tres mil kilómetros de litorales.
Está muy bien eso de fincar responsabilidades contra los saqueadores,
pero los veracruzanos queremos saber si volverán a funcionar los hospitales, si
habrá abasto de medicinas y finalmente se echará de Veracruz a las mafias del
crimen organizado que tanto daño y dolor han provocado.
Y requetebien que se pague a pensionados y jubilados, que se liquide, en
el bueno sentido, a la UV, que a los constructores y empresarios les cubran sus
adeudos y que a la burocracia se le pague con puntualidad, pero…
¿Y los programas sociales, el apoyo a las microempresas y aliento a
cuencas lecheras, desarrollos agrícolas y citrícolas, la ganadería y las nuevas
inversiones para Veracruz… habrán de suceder?..
¿Llegarán en tan corto tiempo o habrá que esperar a que llegue Pepe?
A todo mundo se le debe, periódicos y medios incluidos, pero más a los
veracruzanos a quien se les deja una deuda pública de 120 mil millones de pesos
¿Cómo vamos a pagar?
Y es que muy a todo dar que compurguen penas de por vida los
responsables del robo público, pero ¿cómo vamos a cubrir los adeudos… acaso con
cero desarrollo los siguientes 30 años?
Veracruz ya no aguanta.
Por eso las autodefensas comienzan a aparecer aunque no lo quiera
reconocer la autoridad. El punto, sin embargo, es que no basta ver la
aplicación de la justicia, sino que nos expliquen cómo la entidad más rica en
recursos naturales de la república se puede levantar.
En los siguiente 60 días habremos ser testigos infortunadamente de cómo
los candidatos se arrojan lodo en aras del triunfo, cómo pondrán el excremento
en el ventilador para destruirse… ¿Y..?
Los veracruzanos queremos escuchar propuestas, no victorias mediáticas
ni previsibles transas a pie de urna.
Es el momento de escuchar lo que verdaderamente queremos oír ¿A dónde
irá Veracruz una vez que los fidelistas y duartistas estén en el frescobote?
¿Qué haremos los veracruzanos a partir del primero de diciembre cuando acabe
este diferendo entre primos y veamos si quien rinde protesta como gobernador es
Juan, Héctor o Miguel o Armando o Cuitláhuac… o el resto de los siete que están
en disputa.
El reto para quien gobierne será enorme. Hay que levantar del suelo a
Veracruz.
La pesadilla no es la que hemos vivido los últimos once años cuatro
meses, la verdadera pesadilla será cuando despertemos y encontremos con que la
casa está desecha y Veracruz destruida.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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