Después de un intempestivo desalojo en el Zócalo, Peña Nieto mando colocar un cerco de policías federales y del DF, con la idea de apoyar a los damnificados por las lluvias en los estados de Guerrero, principalmente, Michoacán, Tamaulipas, Colima y Sinaloa. Ese gran cerco además, ya con una idea “humanitaria” permitió mantener alejados a los movimientos sociales que en su momento manifestaron la necesidad de recuperarlo ante la farsa que significaba el centro de acopio en un lugar tan poco estratégico.
Con todo eso los primeros que se apoderaron del Zócalo no fueron los apoyos, ni despensas ni medicamentos, sino las cámaras de Televisa con la intención de mantener la idea de que en ese centro de acopio se necesitaba todo el apoyo del “pueblo de México”.
Ya revestidos mediáticamente de “humanidad”, se les olvida mencionar que su empresa, Televisa, había sido condonada del pago de poco más de 3 mil millones de pesos. Lo anterior contrasta con la necesidad de por lo menos 2 mil millones de pesos que necesitaría el estado de Guerrero para recuperar Acapulco, según declaraciones del mismo Gobernador.
Pero aun con ello, decidieron usar el escenario del centro de Acopio para producir algunos de sus programas de espectáculos. No mencionaremos más del caso, pero Laura Bozzo transmitió desde ahí despotricando contra Carmen Aristegui.
El caso llego al extremo. Mientras las comunidades de Guerrero denuncian que más de 3 semanas del paso de los huracanes, no ha llegado ningún tipo de ayuda gubernamental, y la feria del libro, que también tiene un gran sentido humanitario dado que este país no lee. El gobierno de la ciudad se vio en la necesidad de posponer/clausurarla (no quedo muy claro) la Feria.
Lo curioso es que el Gobierno Federal a través de su prensa (Excelsior, La Razón y lo que sigue) vendieron la idea que se cancelaba la feria ante la “permanente amenaza de la CNTE” de retornar al Zócalo. Pero lo que no querían aceptar es que si algo no quería Peña Nieto en el Zócalo eran precisamente libros. No tenemos que recordar su ya mítica batalla intelectual que le ha sacado a relucir ya docenas de errores (como no saber las Capitales de los Estados, querer hablar inglés, y no saber sus libros favoritos, este último el más conocido en redes sociales).
La incapacidad intelectual de Peña Nieto, le llevo a confiar que un sector amplio de la sociedad aceptaría que no se llevará a cabo la feria. Sin embargo si algo tiene esta ciudad es el gusto por los eventos culturales. Además leen más libros que el promedio del país. Así que el repudio fue inmediato y al mismo tiempo se identificaban “memes” recordando sus errores pasados. Por otro lado los organizadores estarían organizando un “cerco de libros” con la intención de repudiar las acciones de mantener cercado nuestro Zócalo.
Hoy los libros nuevamente le ganan la batalla y le dan fuerza al GDF para poder abrir la plaza del Zócalo. Esperemos que los habitantes hagan lo propio inundando la Plaza de la Constitución con eventos culturales y presentaciones de libros y de nuevo recuperemos la plaza social más importante del país.
@druidajvc
RADIO AMLO
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