Por Édgar Hernández - 3 marzo, 2016 en Opinión
Édgar Hernández* / Desmarcado totalmente del inminente
candidato del PRI, Héctor Yunes Landa, el gobernador Javier Duarte, de la mano
de lo que queda de la Fidelidad, lanza su última carta para entregar la mini
gubernatura pero a la oposición el próximo 5 de junio.
Llevando como cabezas de playa a Erick Lagos y al propio disidente del
hectorismo, Jorge Carvallo, formalizan el diálogo y acuerdos con las cúpulas
opositoras para empujar en una primera instancia el triunfo de la alianza
PAN-PRD.
Coquetean al mismo tiempo con la izquierda –Morena es opción- y se
empujan acuerdos inconfesables con Juan Bueno Torio, candidato independiente
que se ha dejado querer.
Desmantelan asimismo los enclaves creados por Gabriel Deantes para
alterar los resultados comiciales –fabricación de boletas apócrifas en el
taller de la Orduña y el enclave de Orizaba-, disuelven al ejército de
caligrafistas claves en la falsificación de firmas de las actas electorales al
cierre de casillas y ponen punto final a la logística y equipo de operación que
funcionó dos sexenios. No serán más contratados.
Se busca descarrilar a Héctor Yunes a como dé lugar. No le
entregan un centavo, no se comprometen a nada, se desmarcan de Manlio Fabio
Beltrones y juegan a la democracia.
Hacen caso omiso a los llamados del centro en el sentido de que es
posible se pierda la plaza de cara a un aventajado Miguel Angel Yunes Linares a
quien le sobra experiencia, maña y soporte financiero.
Y el propio mandatario estatal está cierto que ni irá a juicio político,
ni lo obligarán a pedir licencia y que Peña Nieto le dará chamba en enero del
2017.
Por ello amén de diferencias personales con Héctor Yunes Landa, Javier
Duarte no quiere saber nada del impuesto desde el centro.
En paralelo al PRI estatal, que encabeza Amadeo Flores no lo pela, ni lo
apoya y los cuadros legislativos a la orden del gobernador los tiene en standby y
los operadores seccionales tienen prohibido moverse.
Comentarios de las entrañas de Palacio dan cuenta de opiniones del
primer priista veracruzano en el sentido de que siempre le ha sido más fácil
negociar con los opositores partidarios, críticos y adversarios políticos, que
con los de casa que están demasiado prostituidos.
Es por ello que de cara a una abierta postura de desmarque de Héctor
Yunes que de Barcelona se recibe la indicación de abrirse al diálogo y
negociación con los opositores para salvar el pellejo.
Una medida emergente que estaría sustentada en el dejar hacer, dejar
pasar, previo acuerdo.
En empujar al precipicio a un puñado de corruptos –Carlos Aguirre,
Vicente Benítez, Mauricio Audirac, Adolfo Mota- poniéndolos en bandeja de plata
al gobernador electo para que legitime sus dichos y promesas de cárcel a los
saqueados para así justificar su entronización. No más.
La idea es que Duarte y su grupo la libren.
Y para el entrante en este formato hay doble ganancia ya que una vez
entregada la plaza de dos años difícilmente habrá recuperación del PRI para la
sexenal del 2018.
Erick Lagos es la clave.
Desde la era Fidel Herrera nunca perdió la relación con la oposición y
ya como presidente del PRI, subsecretario y luego secretario de Gobierno
consolidó, digamos, su entorno plural.
Erick es un chamaco que en una primera instancia no le das crédito, pero
ya viéndolo en el ejercicio de poder y entorno que representa, le guardas
respeto. Es el “Fidelito” del grupo. Es quien más aprendió de la perversión
política, sabe para qué sirve el dinero y cumple muy bien con toda encomienda
que se le entregue.
Hoy la Fidelidad tiene herramientas propias. No necesita el recurso
financiero del gobierno para apoyar a la oposición o a cualquier gallo. En un
pase de charola, que ya se dio entre ellos, se juntaron 3 mil millones de pesos
listos para legitimar un triunfo que no necesariamente sería el del Héctor.
De esa maniobra ya se dio cuenta el máximo dirigente nacional priista
Manlio Fabio Beltrones, quien días atrás fustigó al gobernador Javier Duarte y
le exigió rinda cuentas.
Y aunque de inmediato matizó, este miércoles en visita relámpago a
Veracruz el priista sonorense vino de nuevo a ratificar el total apoyo a
Héctor, a advertir que el PRI va a ganar en Veracruz y a mostrar que visitaba y
se iba de la entidad sin tomar en cuenta al gobernador Duarte.
Mientras Amadeo Flores adelanta el deslinde de Duarte al señalar que “se
debe responder (de parte del gobernador y cada funcionario del gabinete) a los
señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación” al monto reclamado que
asciende a 35 mil millones de pesos.
Nuevas sorpresas se esperan en las próximas horas de cara a un barco que
se hunde y busca por todos los medios salvar a su capitán aunque dos que tres
marinos se ahoguen.
Tiempo al tiempo.
Pequeñeces:
¿Quién anda proclamando a los cuatro vientos que ya recibió el palomazo
de Héctor Yunes Landa y del propio gobernador Javier Duarte, para contender la
diputación local de Misantla, misma que, según él, ya tiene en la bolsa?.. No
son pocos los que siguen atrapados en un pasado corrupto.
*Premio Nacional de Periodismo
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