En nueve estados de la república la inseguridad
se ha recrudecido. En particular los secuestros vuelven a ser tema de
cada día y no es para menos ya que tan sólo en los primeros
nueves meses del año, estos aumentaron en un porcentaje que oscila
entre el 20 y el 70 %. En estos nueve estados se cometen 7 de cada
diez secuestros que ocurren en el país, Veracruz ocupa el séptimo
lugar de la lista de las entidades que registran un alarmante incremento,
según datos proporcionados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Es importante citar la fuente porque difícilmente al tratarse de una autoridad
federal dependiente de un gobierno también priista, se atreverá alguien en el
estado a decir que se trata de una calumnia o que el dato lo inventó alguien
que no quiere a Veracruz. Estos son los números y esta es la
realidad.
Los resultados de esta evaluación son públicos y cualquiera puede verificar su autenticidad, aunque desde luego para cualquier veracruzano de a pie no resulta necesario, el temor de nueva cuenta se percibe en las calles. La información retomada por el portal informativo animalpolítico.com revela que en Morelos, Guerrero, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Estado de México, Veracruz, Michoacán e Hidalgo, el tema en materia de seguridad se ha salido por completo de control. En el caso de Veracruz el incremento es del 30.6% en unos cuantos meses, lo que en términos numéricos significa 81 secuestros denunciados –falta contabilizar los que por temor se mantienen en secreto y entonces la cifra podría duplicarse- aproximadamente 10 por mes.
En los primeros dos meses del año se denunciaron 236 secuestros a través de las Procuradurías de Justicia Estatales, el 50% de estas denuncias se concentraron en cinco estados, Tamaulipas, Michoacán, Estado de México, Guerrero y Veracruz. A nivel nacional el aumento en este delito se ubicó en un 19%, Felipe Calderón cierra sus últimos nueve meses como Jefe de Estado con 988 denuncias por secuestro, Enrique Peña Nieto abre los primeros 9 meses de su administración con 1188 denuncias por este delito. También se registró un considerable aumento en el delito de extorsión 27.5%. De 809 casos en el mismo periodo de tiempo al término de la gestión de Calderón se elevó a 1032 denuncias en inicio de la administración de Peña Nieto.
Todas son cifras oficiales y todas demuestran delito por delito, que la estrategia de seguridad plateada a nivel nacional por el nuevo gobierno y aplaudida hasta el cansancio por los Gobernadores, no sólo no pudo resolver el problema, sino que lo agravó y de un modo pavoroso. La única diferencia entre el infierno mil veces descrito en el sexenio anterior, pasamos a un infierno mayor pero del que nadie se atreve a hablar. Todos los que hasta hace apenas 10 meses contabilizaban cada muerto, cada herido y cada secuestrado, por arte de magia perdieron el abaco, ya nadie menciona el tema, al menos no en voz alta.
Y no se hincan……
A pesar de lo preocupante que deberían resultar estas cifras para el gabinete estatal, ellos insisten en ocuparse en “atender” lo absurdo, lo que de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia importa, se les van los días en tareas que sólo los reiteran como parte de una administración ineficiente e irresponsable, en espiar. Tal como lo lee, a esto destinan buena parte de los recursos supuestamente direccionados al tema seguridad, a espiar. Dos nuevas oficinas fueron “creadas” en el Instituto de Policía Auxiliar, una a la que llaman C3 y otra denominada “Base Águila”, ambas, lejos de cumplir con alguna función que represente un beneficio ciudadano, se dedican a recibir información por varios medios, para después proporcionársela al Secretario de Seguridad Pública, en particular la que tiene que ver con la identificación de la gente que participa en actividades de protesta en contra de gobierno del estado.
El sábado pasado se llevó a cabo una reunión con carácter de “urgente” en las oficinas centrales del IPAX en la ciudad de Xalapa. Fueron convocados todos los comandantes y el comisionado Fernando González Ortiz, quien por espacio de aproximadamente 20 minutos giró instrucciones sobre las verdaderas funciones con las que deben de cumplir las dependencias que pertenecen a la Secretaría de Seguridad Pública del estado. Dichas funciones se limitan a dos cosas simples, una escuchar con atención todo lo que puedan de quien puedan y dos, contarle todo a detalle a su jefe para que este a su vez le informe al “egresado de West Point” Arturo Bermúdez. En caso de no cumplir con el cometido, o lo que es lo mismo, en caso que se le pase algún buen chisme de la oficina o dependencia que vigilen, serán castigados con boletas de arresto. De ese tamaño la burla y la estupidez de los encargados de garantizar la seguridad de los veracruzanos.
Pero además de ser “ungidos” como orejas oficiales, los elementos del IPAX tuvieron como en cada reunión, que aguantar los muy particulares modos del Gerente de Operaciones Marco Antonio Sánchez, el mismo del que un grupo de mujeres se quejo con el Gobernador Duarte porque las trataba a base de majaderías y a las cuales no solo ignoró sino también dejó a merced de este fulano. Sánchez, fiel a su costumbre, insultó a los comandantes y los acusó de ser gente en la que no se puede confiar, sin embargo ninguno ha sido despedido de ese día a la fecha por este motivo, asi es que vaya a usted a saber a que tipo de “confianza” se refería el gerente. Marco Antonio Sánchez se jacta continuamente de ser protegido de Arturo Bermúdez y de que fue este quien debido a la estrecha relación que llevan, lo mandó al IPAX “a poner orden”.
Y vaya que el sujeto ha obedecido, de ser una dependencia dedicada a comercializar con el servicio de vigilancia entre empresas privadas ahora se ha convertido en un verdadero centro de espionaje. Todo el mundo informa sobre marchas, activistas, ciudadanos rebeldes, políticos opositores al sistema, etcétera. Verdaderos o falsos, los policías tienen que cumplir con su cuota diaria de chismes -que es uno de los pasatiempos favoritos del mandatario estatal- para evitar ser arrestados. Así es que si usted se pregunta porque en Veracruz siguen a la alza los delitos que según el Sistema de Seguridad Nacional más lastiman a la población, secuestro y extorsión, aquí encontrara alguna posible respuesta. El gabinete en pleno se dedica a llevar y traer chismes sobre quienes ellos consideran que pueden causar problemas, el resto, cuidar, vigilar, hacer estrategias realistas y eficientes de prevención son tonterías, primero orejas luego policías, tal como lo indica el jefe.
Los resultados de esta evaluación son públicos y cualquiera puede verificar su autenticidad, aunque desde luego para cualquier veracruzano de a pie no resulta necesario, el temor de nueva cuenta se percibe en las calles. La información retomada por el portal informativo animalpolítico.com revela que en Morelos, Guerrero, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Estado de México, Veracruz, Michoacán e Hidalgo, el tema en materia de seguridad se ha salido por completo de control. En el caso de Veracruz el incremento es del 30.6% en unos cuantos meses, lo que en términos numéricos significa 81 secuestros denunciados –falta contabilizar los que por temor se mantienen en secreto y entonces la cifra podría duplicarse- aproximadamente 10 por mes.
En los primeros dos meses del año se denunciaron 236 secuestros a través de las Procuradurías de Justicia Estatales, el 50% de estas denuncias se concentraron en cinco estados, Tamaulipas, Michoacán, Estado de México, Guerrero y Veracruz. A nivel nacional el aumento en este delito se ubicó en un 19%, Felipe Calderón cierra sus últimos nueve meses como Jefe de Estado con 988 denuncias por secuestro, Enrique Peña Nieto abre los primeros 9 meses de su administración con 1188 denuncias por este delito. También se registró un considerable aumento en el delito de extorsión 27.5%. De 809 casos en el mismo periodo de tiempo al término de la gestión de Calderón se elevó a 1032 denuncias en inicio de la administración de Peña Nieto.
Todas son cifras oficiales y todas demuestran delito por delito, que la estrategia de seguridad plateada a nivel nacional por el nuevo gobierno y aplaudida hasta el cansancio por los Gobernadores, no sólo no pudo resolver el problema, sino que lo agravó y de un modo pavoroso. La única diferencia entre el infierno mil veces descrito en el sexenio anterior, pasamos a un infierno mayor pero del que nadie se atreve a hablar. Todos los que hasta hace apenas 10 meses contabilizaban cada muerto, cada herido y cada secuestrado, por arte de magia perdieron el abaco, ya nadie menciona el tema, al menos no en voz alta.
Y no se hincan……
A pesar de lo preocupante que deberían resultar estas cifras para el gabinete estatal, ellos insisten en ocuparse en “atender” lo absurdo, lo que de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia importa, se les van los días en tareas que sólo los reiteran como parte de una administración ineficiente e irresponsable, en espiar. Tal como lo lee, a esto destinan buena parte de los recursos supuestamente direccionados al tema seguridad, a espiar. Dos nuevas oficinas fueron “creadas” en el Instituto de Policía Auxiliar, una a la que llaman C3 y otra denominada “Base Águila”, ambas, lejos de cumplir con alguna función que represente un beneficio ciudadano, se dedican a recibir información por varios medios, para después proporcionársela al Secretario de Seguridad Pública, en particular la que tiene que ver con la identificación de la gente que participa en actividades de protesta en contra de gobierno del estado.
El sábado pasado se llevó a cabo una reunión con carácter de “urgente” en las oficinas centrales del IPAX en la ciudad de Xalapa. Fueron convocados todos los comandantes y el comisionado Fernando González Ortiz, quien por espacio de aproximadamente 20 minutos giró instrucciones sobre las verdaderas funciones con las que deben de cumplir las dependencias que pertenecen a la Secretaría de Seguridad Pública del estado. Dichas funciones se limitan a dos cosas simples, una escuchar con atención todo lo que puedan de quien puedan y dos, contarle todo a detalle a su jefe para que este a su vez le informe al “egresado de West Point” Arturo Bermúdez. En caso de no cumplir con el cometido, o lo que es lo mismo, en caso que se le pase algún buen chisme de la oficina o dependencia que vigilen, serán castigados con boletas de arresto. De ese tamaño la burla y la estupidez de los encargados de garantizar la seguridad de los veracruzanos.
Pero además de ser “ungidos” como orejas oficiales, los elementos del IPAX tuvieron como en cada reunión, que aguantar los muy particulares modos del Gerente de Operaciones Marco Antonio Sánchez, el mismo del que un grupo de mujeres se quejo con el Gobernador Duarte porque las trataba a base de majaderías y a las cuales no solo ignoró sino también dejó a merced de este fulano. Sánchez, fiel a su costumbre, insultó a los comandantes y los acusó de ser gente en la que no se puede confiar, sin embargo ninguno ha sido despedido de ese día a la fecha por este motivo, asi es que vaya a usted a saber a que tipo de “confianza” se refería el gerente. Marco Antonio Sánchez se jacta continuamente de ser protegido de Arturo Bermúdez y de que fue este quien debido a la estrecha relación que llevan, lo mandó al IPAX “a poner orden”.
Y vaya que el sujeto ha obedecido, de ser una dependencia dedicada a comercializar con el servicio de vigilancia entre empresas privadas ahora se ha convertido en un verdadero centro de espionaje. Todo el mundo informa sobre marchas, activistas, ciudadanos rebeldes, políticos opositores al sistema, etcétera. Verdaderos o falsos, los policías tienen que cumplir con su cuota diaria de chismes -que es uno de los pasatiempos favoritos del mandatario estatal- para evitar ser arrestados. Así es que si usted se pregunta porque en Veracruz siguen a la alza los delitos que según el Sistema de Seguridad Nacional más lastiman a la población, secuestro y extorsión, aquí encontrara alguna posible respuesta. El gabinete en pleno se dedica a llevar y traer chismes sobre quienes ellos consideran que pueden causar problemas, el resto, cuidar, vigilar, hacer estrategias realistas y eficientes de prevención son tonterías, primero orejas luego policías, tal como lo indica el jefe.
maryjosegamboa@hotmail.com
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FUENTE: NOTIVER
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