No sólo es el caso de Tajamar. Expertos aseveran que con el aval de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para construir en Punta Nizuc se dañarán dos áreas naturales protegidas en Quintana Roo. Los activistas se cuestionan: ¿quiénes saldrán beneficiados?
Ciudad de México, 26 de enero (SinEmbargo).– El Grupo Ecologista del Mayab (Gema) encontró anomalías en el Documento Técnico Unificado (DTU) de la cadena internacional hotelera RIU, que fue avalado por las autoridades federales del medio ambiente para la construcción del hotel “Riviera Cancún” de 530 cuartos, en Punta Nizuc, Quintana Roo. La asociación denuncia que alimentar con agua el complejo hotelero de RIUY II SA, filial RIU en México, afectará los niveles de los mantos subacuáticos, devolverá agua contaminada a un arrecife donde viven cientos de especies y dañará otras zonas ocupadas por manglares.
“El grupo hotelero dicen que se va a sumar a las redes de alcantarillado y a la de los pozos. Pero, en este último caso, es una zona altamente riesgosa porque es el agua que fluye de las lagunas de Nichupté van hacia el arrecife”, dijo Araceli Domínguez Rodríguez, presidenta del Gema.
Grupo Riu tiene desde diciembre pasado el permiso para construir, con 95.6 millones de dólares, un complejo que incluye un edificio de 16 niveles, un miniclub, dos bares acuáticos, cuatro albercas, un estacionamiento para una plaza y un asoleadero.
Sin embargo, de acuerdo con activistas, no se consideraron los efectos que tendrá el hecho de que el terreno está ubicado entre dos áreas naturales protegidas: el Parque Marino Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc, así como el área manglares de Nichupté, ubicada en el municipio de Benito Juárez.
El hotel de la cadena española Riu está ubicado dentro de una zona catalogada como de “Influencia” de los manglares Nichupté por el reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente en Materia de Áreas Naturales Protegidas, y que abarca una extensión de 33 mil 500 hectáreas.
De acuerdo con el Gema, la planta desalinizadora, que estará ubicada en el edificio principal del hotel, expulsará a un pozo de desecho la salmuera –el agua con mayores contenidos de sal, ph y alcalinidad– lo que acabará con especies asentadas en el fondo marino.
“La salmuera que sale de ahí va a hacia un pozo de desecho, explicó, pero como está tan cercano el arrecife, y aunque vaya a un manto profundo, no se garantiza que no va a regarse y cambiar la salinidad de ese ecosistema”, detalló Domínguez, conforme a un análisis hecho al DTU, aprobado ya por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Articulo completo: http://www.sinembargo.mx/26-01-2016/1606518
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