Por Jorge Torroella
El
Gobierno nos está dando en la madre.
Podemos ver a diario que “levantan”, secuestran o ejecutan por igual a mujeres
y niños cada vez que la ola de violencia destroza a una familia veracruzana.
Y el
culpable directa o indirectamente eres tú…
Tú funcionario público o legislador, que te vendes por dinero; tú político
servil, que cual prostituta accedes a las peticiones de unos cuantos; tú agente
de la ley que trabajas con la delincuencia organizada.
…pero sobre todo tú, el ciudadano promedio que no hace nada por remediarlo y
sigue permitiéndolo.
Todos
ustedes son los culpables y sobre sus cabezas estará por siempre esa culpa que
solo la vida se encargará de cobrarles.
Recordemos a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, un crimen de estado que
todavía sigue impune, y que ahora, se repite aquí en Veracruz con la
desaparición de 5 jóvenes en Tierra Blanca, levantados con total
impunidad.
Esto es un crimen de Estado perpetrado por las mismas autoridades, que dicen
estar para protegernos.
No
debemos permitir que siga la corrupción, la impunidad; no debemos permitir como
que “el crimen organizado, ahora sea crimen autorizado”, como lo dijo hace poco
el doctor Elías M. Moreno Brizuela.
Hoy
podemos ver que los mismos funcionarios públicos de Veracruz que permiten estas
atrocidades, tienen el cinismo de asegurarse una diputación a nivel federal, en
un Congreso que se ha convertido en un club social al que acceden con la
membresía de la mafia política que les garantiza un fuero para seguir
lucrando, a cambio de la felicidad, tranquilidad, y vida de todos los demás
Veracruzanos.
¿Cómo
detenerlos? Es aquí donde tenemos que prestar atención, y ser estrategas
cerebrales, no viscerales: “su fuente de poder radica en las curules en el
Congreso”, como dice mi amigo Tomas González Corro, analista político, quien
compara este gobierno corrupto con una gran locomotora, que a toda velocidad
arrasa con los mexicanos….
Una
máquina potente, si, pero no imposible de detener si sabemos dónde está su
punto débil: los pernos de sus vías; es decir esas 500 curules en San
Lázaro, y las 50 en el estado de Veracruz.
Les pregunto, ciudadanos ¿acaso 8 millones de veracruzanos no son suficientes
para quitar 50 clavos de esta vía?
Les
dejó la reflexión.
Enlace: http://oneamexico.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario