- Sobrevivientes centroamericanos del ataque de un grupo armado el 13 de junio a vagones del tren afirman que en la Cuenca hay migrantes asesinados que nadie reclama
- Estacion Dobladero y Paso de la Virgen en Villa Azueta es señalada como uno de los tramos más peligrosos desde las faldas de Acayucan hasta Córdoba.
- Existe miedo, pero no sorpresa por las fosas encontradas en Tres Valles “ el gobierno maquilla las cifras, en una tierra infinita de fosas”
- Hiram y Alexis son dos hondureños sobrevivientes al ataque en Casas Viejas, donde un grupo armado se llevo mujeres y niños secuestrados
Publicado en Blog Expediente y Sin Embargo
ANTONIO MUNDACA/ @amundaca
VILLA AZUETA, VERACRUZ.- Una camioneta blanca con hombres armados embistió al tren de carga de Ferro sur la noche del 13 de junio de este año en Dobladero. Fue el último ataque documentado en la prensa, no el último que ha cobrado la vida de muchos migrantes provenientes de Centroamérica en Veracruz.
Durante varios minutos se percutieron en ese tramo descubierto para las vías disparos que no arrojaron victimas oficiales. La cifra difundida por el gobierno veracruzano a través del alcalde de José Azueta , Pedro Arriojas Pérez fue de una persona muerta y dos heridos de origen Hondureño un día después.
Sin embargo centroamericanos varados en la región de la Cuenca del Papaloapan han denunciado que el número de muertos es mayor y el gobierno del estado ha maquillado las cifras. “Son muertos que nadie reclama”. Sostuvo Hiram, migrante herido aquella noche y hospitalizado en un centro comunitario del Sotavento.
Hiram fue ayudado, no lo deportaron porque estaba herido y familia que tiene en Estados Unidos le giró dinero a nombre de una amiga mexicana originaria de Arroyo de Caña, en Acayucan. Su historia se repite diario con cientos de migrantes que se ven obligados a pagar cuota de viaje en busca del sueño americano en un tren controlado por bandas del crimen organizado de diversas denominaciones e intereses.
“Bajaron a un par de muchachitas, de los pelos se llevaron a un amigo y lo aventaron”. Relata Hiram, sobre quien pesa en su país el control histórico de la delincuencia por las pandillas y que en territorio nacional se han convertido en un brazo armado del narcotráfico en el lucrativo negocio de la droga y el secuestro según fuentes policiales.
El ataque ocurrió en Casas Viejas, un paradero desierto en las faldas de Acayucan y culminó en Paso la Virgen. Durante varios kilómetros un grupo de hombre armados, cobraron derecho de piso a cientos de centroamericanos. Según relatan testigos el tren iba en marcha y después de que los migrantes eran arrojados recibían ráfagas de balas por hombres encapuchados que en el tramo donde termina Dobladero bajaron con mujeres y niños secuestrados.
“Muchos de los que veníamos no traíamos dinero, varios se bajan en Acayucan, otros en Tuxtepec para poder pedir dinero para el pago de cuota, yo no lo supe hasta después”. Hiram se dispone a seguir su camino a Estados Unidos, es su primer intento, tiene una hermana en Carolina del Norte que no ve hace 15 años. Se volverá a subir a la Bestia en la estación de Tierra Blanca.
Muertos que nadie reclama
Estación Dobladero es un pedazo de tierra húmeda con casas humildes, tiene pocos habitantes, quizá mil, quizá menos, la mayoría campesinos. También en Dobladero hay personas que se han ido a Estados Unidos, a ellos los matan en Tamaulipas, en el Estado de México. La comunidad es un punto caluroso habitado por mosquitos de la selva, el miedo a hombres armados. El miedo a la policía migratoria mexicana, donde todos los días atraviesa el tren y baja la velocidad para que migrantes centroamericanos compren agua, se abastezcan de jugo de piña, plátanos dorados. Y acelere la maquina en marcha al centro del país en busca del sueño americano. Es un oasis momentáneo donde los viajeros del sur relajan por minutos las piernas en una zona cubierta de sangre.
La pequeña comunidad pertenece al municipio de José Azueta. Ciudad que conecta por carretera al norte y sur del país. Un llano donde vagan migrantes y apenas el 27 de junio tuvo como noticia el cuerpo encontrado de Ricardo Pérez Camacho, ejidatario de La Victoria que había sido secuestrado en esa demarcación. En Dobladero no conocen de donde vienen los hombres armados. La comunidad es de fácil acceso porque se encuentra en el vértice de la carretera Sayula de Alemán y Tierra Blanca. Justo en medio entre Loma Bonita y Villa Azueta.
En Dobladero y Lindavista saben que de Azueta muchos migrantes son secuestrados y obligados a pedir rescate. Nadie sabe a dónde. Por otras pláticas vedadas conectan las desapariciones con otra posible tierra de fosas. Una posibilidad infinita de ranchos resguardados en toda la Cuenca. Casas de secuestro y tierra de desaparecidos en una hilera de municipios conectados por el río. La información de las fosas en Tres Valles los mantiene con miedo, pero hacen su vida normal. “ No me extrañaría que ahí hubiera migrantes, ¿ pero quién los va a reclamar?”. Se repite la queja, con ese aire de indiferencia de quien está acostumbrado al funcionamiento impune del sistema.
El flujo de migrantes desde el ataque del 13 de junio no se ha detenido. “ Ha habido más ataques pero no han dejado muertos, se los llevan, llegan a menudo migrantes heridos que se callan porque tienen miedo los encarcelen o los regresen, la policía mexicana también los extorsiona”. Comenta una entrevistada originaria de Palmarillo, otra comunidad kilómetros arriba a las orillas del Tesechoacán, donde el tufo de las fosas de Tres Valles no los espanta, donde les sorprende solo sea una después de aproximadamente 8 años vivir, sin tregua en su territorio la guerra del narco.
Paso de la Virgen, tramo de saqueo
Alexis también sobrevivió al ataque de Villa Azueta de mediados de junio, quedó varado en la ciudad de Loma Bonita, después de caminar varios kilómetros sobre el triangulo de municipios conocido como el corredor de la cuenca, compuesto también por Rodríguez Clara y José Azueta en los límites de Oaxaca y Veracruz, relató al periódico Piñero de la Cuenca días después del ataque, todavía con heridas visibles “Fue terrible, vi como mataron a uno de nosotros, y lo dejaron tirado allí en el vagón para que lo miráramos; lo asesinaron a balazos”.
“Fue terrible, vi como mataron a uno de nosotros, y lo dejaron tirado allí en el vagón para que lo miráramos; lo asesinaron a balazos”.
De acuerdo al reportaje publicado el 30 de junio del 2014 el testigo señaló también la cifra de muertos debió ser maquillada. “Cuando nos comenzaron a bolsear, a los que no traían dinero los agarraban de las manos y pies, y los aventaban fuera del tren, ahí iban mis amigos, quien sabe si sobrevivieron. A otros les dispararon y también cayeron ahí por las vías, no sé si murieron o no, pero los balacearon muy feo”.
En el tramo Paso de la Virgen es común el atraco a centroamericanos. Ha sido sistemático desde hace varios años. A pocos kilómetros de ese llano de un centenar de habitantes se encuentra Tres Valles y Cosamaloapan, al primero se accede por la carretera federal 145 y al segundo por la desviación de esa carretera rumbo a Maria Lizamba y el entronque peligroso de La Tinaja.
Los migrantes varados en Papaloapan, Loma Bonita, Tierra Blanca cuentan a menudo cuando piden dinero en vías federales que el tramo más peligroso se encuentra en los límites de Paso de la Virgen hasta Córdoba
Aquella noche 6 hombres en la alta velocidad del camino los saquearon. Durante esos minutos el tren mantuvo la marcha. A bordo del gigante de acero proveniente de Medias Aguas les quitaron a muchos las pertenencias. A golpes y con pistolas en la mano fueron arrojados del tren quienes no tenían dinero para pagar la cuota de paso del tramo de Azueta a Córdoba y la Esperanza, estaciones de servicio de turno, por las que las bandas que extorsionan de migrantes cobran en promedio de 300 a 500 dólares por tramo.
La red ferroviaria de Ferrocarriles del Sureste (Ferrosur) desde Chiapas a Tehuacán tiene 12 estaciones de servicio de acuerdo a información del sitio web de la empresa. La ola de migrantes de Guatemala, Honduras, El Salvador, tienen pas obligado en la ruta sur de Veracruz. Diario pasan migrantes en horas intercaladas por dichas vías, principalmente por las noches. Viajan en condiciones insalubres y de alto riesgo. Los migrantes sobrevivientes denunciaron que por cada tramo de kilómetros variado existen distintos grupos delictivos que les cobran cuotas o pagan con su vida.
Muchos que no traen la cuota son arrojados, ¿ qué pasa con esos cuerpos?, ¿ Quién los busca,? ¿ dónde quedan si ya van muertos? “- El tren de carga traiga en sus vagones el 13 de junio a un promedio de 300 indocumentados, posiblemente afirman los migrantes sobrevivientes al ataque, en su mayoría Hondureños y Guatemaltecos. Del interior de los vagones saltaron a la selva de la Cuenca del Papaloapan un número indeterminado de ellos. “Iban heridos de bala, los rafaguearon después de lanzarlos porque no traían dinero, muchos los mataron” . La cuota por sobrevivir a la Bestia en territorio veracruzano se paga en efectivo o con la extorsión a familiares en Estados Unidos. El sueño americano en Veracruz todos los días termina en ráfagas de balas y cuerpos que nadie reclama.
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