Durante toda su administración Javier Duarte ha ignorado las señales de la violencia incontenible y la falta de respeto a la ley en su estado. Su mandato ha sido célebre por reprimir —de cualquier manera brutal— los asomos de protesta y crítica opositora.
Ventana
Javier Duarte de Ochoa no
escatima los recursos del estado de Veracruz para averiguar el destino de los
cinco jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca hace 15 días, sin embargo, los
nulos resultados de tal afán lo hunden en arenas movedizas.
El góber jarocho, agobiado por la legítima
desesperación de los padres, la presión social —local y nacional— y el proceso
electoral que amenaza con expulsar al PRI del poder estatal en las elecciones
de junio venidero, asegura haber hecho lo imposible para resolver lo que pinta
como una desaparición forzada. La investigación ha resultado pobre y ridícula.
Mientras no aparezcan los jóvenes no hay justificación válida; nadie cree en
las patadas del góber ahogado
y ahorcado… y todo lo dicho y por decir es y será usado en su contra.
La gendarmería federal acude al rescate del gobernador
naufragado en una tormenta de odio.
Hasta ahora, siete policías involucrados están formalmente
“enchiquerados”, incluido el delegado de Seguridad Pública en Tierra Blanca.
Está comprobada la indigna participación de los uniformados —traidores les
llamó el gobernador— en la desaparición de los cinco jóvenes que regresaban
después de un fin de semana en el puerto de Veracruz; nadie ha logrado aclarar
la verdad de lo ocurrido.
Los inculpados temen por su vida y las de sus familiares. Al
parecer el crimen organizado los mantiene silenciados.
El pavoroso caso de los cinco de Tierra Blanca pinta de cuerpo
entero a un gobierno torpe y negligente.
Durante toda su administración Javier Duarte ha ignorado las señales
de la violencia incontenible y la falta de respeto a la ley en su estado. Su
mandato ha sido célebre por reprimir —de cualquier manera brutal— los asomos de
protesta y crítica opositora.
La ineficacia del cacique Duarte es resultado de largos años de
indolencia. Cuando pudo arreglar los problemas de Veracruz no quiso y, ahora
que quiere, ya no puede.
Javier Duarte es
una piedra en el zapato para el PRI. Su nefasto legado en Veracruz es foco
rojo, alarma escandalosa. Por culpa de Duarte,
el priismo está más cerca que nunca de perder uno de sus principales bastiones
políticos.
EL MONJE
MEXIQUEÑO: El DF será sepultado con honores este viernes. El Presidente
de la República promulgará la reforma política recién aprobada en el Congreso.
El nuevo estatus de la CDMX genera dudas, suspicacias y hasta conflicto de
identidad. Ojalá el mandatario lleve bajo el brazo el nuevo gentilicio de loschilangueños. Por
lo pronto, los memes se dan vuelo: mexiqueños,capitalinomexicas o
tal vez AMLOsajones…
Twitter: @JoseCardenas1
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