Puente Nacional, Ver.- “No a las presas, no a las presas, no a
las presas”, fue el grito de reclamo que salió desde las cañadas de Jalcomulco
y retumbó sonoro hoy en la autopista Veracruz-Xalapa.
En
Puente Nacional, aún con sueño, más de 300 pobladores de unos 40 pueblos de la
cuenca alta del río Los Pescados se apoderaron de los dos carriles de la
autopista para reclamar al gobierno de Veracruz la sarta de mentiras que, desde
hace un año, vienen lanzando en torno al proyecto de edificar una presa.
“Nos
quieren partir la madre y no lo vamos a dejar, en este movimiento no hay
líderes, pero somos todos unidos, los pueblos que serán golpeados si hay una
falla en la presa”, dice, desde el anonimato, un sujeto encapuchado.
Los
opositores al ingreso de un proyecto de la trasnacional Odebrecht encontraron
en Puente Nacional una caja de resonancia desde donde lanzaron consignas contra
los grandes consorcios que buscan quedarse con su agua.
“¿Tú
crees que le quieren hacer un bien al pueblo? Claro que no; se quieren llevar
el agua, la quieren pone en una gran presa y después nos la van a vender. Qué
va ser cierto eso de que desean ayudarnos”, expuso el mismo encapuchado.
Están cansados de mentiras
“Nos
decían que no habría presa, que era un rumor… pero poco a poco fueron llegando
las máquinas, los ingenieros y todo lo que necesitaban para iniciar con los
estudios, qué es eso”, grita la misma voz.
Los
ánimos están caldeados, y se ponen peor, cuando una llamada al celular de uno
de los que encabeza la protesta, suena. Es de parte del secretario de Gobierno
de Veracruz, Erick Lagos. Pide que una comisión de los inconformes acuda a
Palacio de Gobierno, a donde él, para dialogar.
“No
tiene huevooooooooooos, ulero, ulero, ulero”, se escucha desde el fondo
del piquete de manifestantes.
“Queremos
que él venga, no que nosotros vayamos. Si él está para eso, qué no es
hombrecito, a qué le tiene miedo”, son los distintos reclamos que salen cuando
los inconformes se enteran de las pretensiones del responsable de la política
interna del país.
Los
reclamos no se hicieron esperar. “Ya no queremos que nos manden al gato del
gato del gato. Necesitamos gente que tome acciones”.
Tras
mucho jaloneo, y a como incrementa la temperatura en la carpeta asfáltica, los
inconformes deciden aceptar la propuesta de Erick Lagos de ir a dialogar a
Xalapa.
“No
queremos que nos engañen más, que nos hablen con la verdad, porque en el pueblo
existe el temor de que la presa cuando se haga nos va vender el agua; además,
que si hay una falla, en menos de diez minutos, el agua arrasaría con los
pueblos de la cuenta baja. A los de La Antigua ni si quiera les daría
tiempo de salir”.
La
principal de la demanda de los pobladores es que “se vaya la empresa Odebrecht,
a esa no la quieren ni en su país”.
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