La
desaparición de los 43 estudiantes se enmarca en, al menos, más de 25 mil
desapariciones reconocidas por el Gobierno de México entre 2007 y enero de
2015. La sociedad civil las cifra en 60.000 en el mismo periodo, dato que fue
recogido también por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, que visitó México la semana pasada.
Las desapariciones están muy vinculadas con el cambio de política
de seguridad, con el uso de fuerzas armadas en tareas de seguridad que llegó en
la denominada “guerra contra las drogas” declarada por el presidente Felipe
Calderón. Se inauguró una guerra en las calles que continúa hasta hoy y ha
agravado la situación de los derechos humanos en el país en lugar de disminuir
la violencia del crimen.
¿Ha hecho algo el presidente Enrique Peña Nieto para frenar esta
situación?
No, aunque en su discurso como candidato dijo que la iba a
cambiar. Decía que había que revisar y hacer cambios profundos. Pero en
realidad él continuó con el apoyo económico a las fuerzas armadas y con el
despliegue militar en el país.
- ¿Los 43 han vuelto a poner en evidencia este sistema?
- La desaparición de los normalistas, según el Centro PRODH (de
promoción y defensa de los derechos humanos en México) en el que trabajo,
debería ser un punto de inflexión, ser un antes y un después. Debería ponerse
en evidencia las redes de corrupción, el trabajo conjunto entre el crimen
organizado y el Gobierno, hasta qué nivel alcanza lo que llamamos un “estado
criminal”, cuánto ha penetrado el crimen organizado en la esfera del gobierno
mexicano, local y federal. Tendría que investigarse todo eso para saber lo que
sucedió ese día.
Pero el Gobierno de México le dice a los medios de comunicación
que dejen de reportar hechos de violencia, que ya hay mucha sangre en los
medios. Es una política de silenciamiento de la realidad, para que dejen de
aparecer esas noticias.
ARTICULO COMPLETO: http://www.sinembargo.mx/18-10-2015/1522506
No hay comentarios:
Publicar un comentario