La salud de los niños mexicanos será la más afectada por la disminución del impuesto a las bebidas azucaradas, ya que las aguas saborizadas y los jugos dirigidos al público infantil son las bebidas que tendrán un menor impuesto, denunció El Poder del Consumidor.
Bebidas dirigidas al público infantil y producidas por Nestlé, Coca-Cola, Danone y Pepsico contienen una cantidad de azúcar menor a los 5 gramos por 100 mililitros, por lo que el impuesto con el que son gravadas se reducirá a la mitad, de acuerdo con lo aprobado por la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados.
Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, destacó que al consumir la presentación más común de una bebida infantil, de 300 mililitros, los niños ingieren hasta 15 gramos de azúcares añadidos, cifra cercana a la cantidad máxima tolerable de azúcar determinada por la OMS, que es de 19 gramos al día para los niños.
“Los diputados y diputadas se han aliado con la industria refresquera para bajar el impuesto atentando, es especial, contra la salud de los niños de México, en un país en el que éstos tienen una de las más altas cifras de obesidad en el mundo”, acusó.
“Se estima que uno de cada tres niños mexicanos nacidos a partir del 2010 desarrollará diabetes en su vida y los diputados y diputadas están contribuyendo a ello”.
Fiorella Espinoza, investigadora en salud alimentaria de El Poder del Consumidor, advirtió que las bebidas infantiles utilizan botellas pequeñas, etiquetas con personajes conocidos y colorantes, lo que las hace atractivas para los niños.
“Los niños pequeños están formando sus hábitos de alimentación, están acostumbrándose a los sabores, y estas bebidas son especialmente dulces porque no sólo contienen azúcar sino también edulcorantes como stevia o asesulfame k, que acostumbran a los niños a altos niveles de dulzor y provoca que siempre prefieran siempre las bebidas muy dulces a lo largo de la vida”, advirtió.
Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, señaló que el consumo de bebidas azucaradas desde la infancia distorsiona la capacidad de disfrute de una dieta saludable, afecta el metabolismo y las funciones de la microbiota; además de contribuir a la obesidad y sus consecuencias como hipertensión, cardiopatías, diabetes y tumores malignos.
Alma Meneses, miembro de la Red por los Derechos de la Infancia en México, advirtió que la disminución del impuesto puede incrementar el consumo de bebidas azucaradas infantiles por dos medios: a través de una reducción en el precio, lo que las haría más accesibles, o bien, a través de un aumento en la inversión en publicidad gracias al ahorro que tendrá la industria por la disminución del gravamen.
Fuente: Diario Mx
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