Ciudad de México, 16 de diciembre (SinEmbargo).– Andrés Manuel López Obrador, dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), lanzó un nuevo spot en el que asegura que en caso de llegar en 2018 a la Presidencia de la República venderá el nuevo avión presidencial.
“Ya compraron un avión presidencial de lujo para 280 pasajeros, no lo tiene ni Obama, cuesta 7 mil 500 millones de pesos. En 2018 lo vamos a vender, no puede haber gobierno rico con pueblo pobre, sin corrupción, sin privilegios habrá trabajo y bienestar”, menciona López Obrador en el spot.
El político tabasqueño aseguró que ciertas personas no quieren que él siga apareciendo en la televisión: “me quieren borrar, mientan tanto les informo que los políticos transas se roban 500 mil millones de pesos cada año”.
Considerado como el avión
presidencial más caro del mundo, la nueva aeronave, exclusiva para el Jefe del
Ejecutivo federal y su equipo, costó según datos dados a conocer al principio
del proyecto alrededor de 6 mil 308 millones de pesos.
El costo de este avión
desató polémica en diversos sectores del país desde 2012, cuando el entonces
Presidente Felipe Calderón Hinojosa inició las negociaciones de compra con la
empresa estadunidense Boeing.
La justificación de
Calderón Hinojosa fue que ya habían fallecido en accidentes aéreos dos
titulares de la Secretaría de Gobernación: Juan Camilo Mouriño [en 2008] y
Francisco Blake Mora [2011], por tanto el tener una aeronave más moderna para
el Presidente era un asunto de “seguridad nacional”.
El proyecto para la
adquisición que fue presentado por la Secretaría de la Defensa Nacional
(Sedena) a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en aquel
entonces, destaca que el arrendamiento financiero para realizar la compra
incluía pagos anuales durante 25 años.
La inversión incluye
modificaciones al avión y la instalación de un sistema de seguridad, que buscan
evitar que sus dos baterías de iones de litio provoquen fuego.
Actualmente, la
Presidencia de la República utiliza el TP-01, un Boeing con capacidad para 66
pasajeros que data de 1987. Además también utiliza el TP-02, otro Boeing con
capacidad para 68 pasajeros, que es de 1989, los cuales tienen que hacer escala
cuando se trata de vuelos trasatlánticos.
En cambio, el 787-9 podrá
hacer viajes sin escalas y con 280 pasajeros. Tendrá aire más limpio, con mayor
humedad, ventanas más grandes, persianas electrocromáticas y puede recorrer 15
mil 750 kilómetros sin detenerse.
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