“Gracias amor por estos 5 años de ser mi esposa, mi compañera y mi amiga. Eres una gran mujer y una madre extraordinaria”: Enrique Peña Nieto.
El pasado 27 de noviembre, el presidente de la República
volvió a sus verdaderos orígenes y compartió en su cuenta de Facebook que estaba
celebrando cinco años de feliz
matrimoniocon Angélica Rivera.
Imposibilitado para
generar un debate de ideas, una propuesta inteligente,
unmecanismo eficiente de
gobernabilidad, una propuesta radical contra la corrupción, Enrique Peña Nieto se dio vuelo
leyendo los comentarios que miles de
priistas generaron ante tal acontecimiento.
Qué bueno que Peña
Nieto pueda celebrarcinco años de
enlace con Angélica
Rivera; sin embargo, no todos los mexicanos podemos unirnos a ese festejo -y
no precisamente porque no nos guste la fiesta y la barbacoa-, lo que pasa, es
que esa misma celebración la sentimos como una ofensa a nuestros
principios.
Es muy válido que Peña y la Gaviota sigan tan enamorados como antes,
pero no podría ser menor ese sentimiento cuando a la ex actriz de Televisa se le
abrieron las verdaderas puertas del glamour, de la real moda, del mundo virtual multiplicado
al doble que tanto deseo, de los interminables viajes por el mundo, del dinero a montones,
de la riqueza descomunal,
delpoder que traspasa
la mente y el corazón.
Así todo el mundo
se podría enamorar de Peña
Nieto…hasta los hombres.
Pero dejando un
poco los emoticons de corazoncitos y
besos vía Whatsapp, debemos deaterrizar al mundo
terrenal y analizar brevemente
cuáles han sido los beneficios o lasconsecuencias para México
de tener a una pareja
presidencial tan fuera de lo común…y miren que tuvimos a Vicente Fox y a Martha
Sahagún.
Hablemos de los
beneficios: ninguno.
Pasemos a las
consecuencias: corrupción
interminable.
En dos renglones
describo lo que significa para el 90 por ciento de los
mexicanos el que Enrique
Peña Nieto y Angélica Rivera dirijan los destinos de un país
que alberga a una de las poblaciones más bellas, inteligentes, nobles, trabajadoras y decentes.
¿Realmente merecemos los mexicanos
que nos tachen de corruptos, ineptos, borrachos y adictos, solo porque la
mayoría de nuestros gobernantes lo son?
Revisemos lo que hablan en el extranjero de nuestro
país: la Casa
Blanca de Angélica Rivera y su enriquecimiento ilícito; la
falta de capacidad política de Peña Nieto.
La corrupción de Luis Videgaray Caso; las reformas
estructurales que han llevado a la pobreza total a tres
cuartos del país; la mafia del líder petrolero Carlos Romero
Deschamps; la desaparición de los 43 normalistas de
Ayotzinapa. Etcétera, etcétera, etcétera.
¿Enrique Peña Nieto
y Angélica Rivera no pueden generar algo bueno juntos? ¡Qué lindo
anunciar cinco años de feliz matrimonio, cuando no se tiene otra cosa qué
decir!
Peña Nieto es el fracaso total, y parte de ese
deterioro, es gracias a la Gaviota.
Solo nos queda una
duda, los 10
años de matrimonio los anunciarán aquí o en el exilio.
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