Tal y como sucedió en febrero del 2014 en el condominio Miramar de Mazatlán y los “Chapotúneles” de Culiacán, la Secretaría de Marina armó un montaje “especial” en Los Mochis para que el conductor de Televisa Carlos Loret de Mola, tras la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
El reportero llegó a la vivienda de la colonia Las Palmas en una Chevrolet Suburban, escoltada por elementos de la Armada de México. Rápidamente el domicilio fue acordonado para impedir el paso a otros representantes de medios de comunicación.
Todos los reporteros tratan de conseguir información e imágenes, pero detrás de la línea, menos Loret de Mola y sus ocho acompañantes.
“No pueden pasar, es una orden de apoyar a Televisa, dar las facilidades y mostrar la ruta de escape del ‘Chapo’, a todos los demás les darán el recorrido el lunes”, reveló un oficial.
Tras más de tres horas, Loret de Mola se retiró escoltado por 20 marinos. Su destino era el motel Doux, donde tampoco hubo restricciones para él.
La preservación de la escena del delito pasó a segundo término. Era el momento del circo, de la actuación, de la simulación, el tiempo en que la versión oficial seria moldeada, a fin de convertirla en la “verdad” que llegará a los mexicanos.
Fuente: Noroeste
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