Por Gonzalo López Barradas, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana |
Por Gonzalo López Barradas
Las cosas se ponen peor cada día y no hay nadie que defienda a
los alteños porque los secuestros y las extorsiones están en su apogeo.
No hay autoridades que
echen una mirada al municipio llamado de Gutiérrez Barrios.
Hay miedo que vive la
población y que recorre las 24 congregaciones y las 68 rancherías. Nadie del
gobierno reacciona. Guardan silencio a pesar de que las gentes se quejan.
La delincuencia se pasea
impunemente. Ahí no existe la seguridad que tanto pregona el gobierno del
Estado. Se está acercando el día en que aparecerán las autodefensas porque los
malosos se han adueñado del municipio desde la Sierra de Chiconquiaco hasta la
parte de la costa.
Las familias ya están
hartas de los secuestros exprés y las extorsiones de los malosos que no
tienen llenadera y para acabarla de fregar el comandante de la policía
que tiene el alcalde Manolo, trae a raya hasta los pobres campesinos que
bajan de la montaña a vender leña, porque si quieren hacerlo se tienen que caer
con 200 pesos.
-¿Pero de ‘onde, mi
comandante?, chillaba un joven campesino que iba con su mujer y su niño a ver
al doctor al hospital.
-¿De ‘onde los saco, mi
jefe, si por la carga me dan 20 pesos.
El martes pasado
apareció en la congregación del Castillo, cerca de Xalapa, todavía amarrado y
vendado un secuestrado de una ranchería de Xomotla que había pagado su
familia 700 mil pesos. Los plagiarios querían un millón. (Omitimos el nombre de
la familia y el plagiado por razones obvias).
La delincuencia se ha
apropiado de Alto Lucero desde el Plan de las Hayas, haciendo un corredor de
terror hasta la congregación de La Reforma y Actopan. Ahí opera un grupo; otro
en la población de Alto Lucero y otro más en la costa, desde Palma Sola hasta
Vega de Alatorre.
El alcalde presta oídos
sordos al clamor sobre todo de las fechorías que comete su comandante a quien
ya, en repetidas ocasiones, ha sido amenazado de muerte por parte de varios
ciudadanos que ya no aguantan tanto abuso.
¡Urge una mirada al
municipio de Alto Lucero!
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