Por Jorge Gonzalez Rojas
El 20 de febrero de cada año ha sido instituido, como el Día Mundial de la Justicia Social por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Será interesante darle seguimiento a los actos conmemorativos de los tres niveles del Gobierno de México, respecto a esta fecha en que mundialmente se recuerda el llamamiento a la justicia social, íntimamente ligada a la naturaleza del hombre, que tiene que ver con su dignidad humana.
El concepto de Justicia Social es sinónimo del equilibrio entre el capital y el trabajo, de seguridad, de paz social, de progreso socioeconómico, de la justa y equitativa distribución de la riqueza, de la generación de oportunidades para el desarrollo armónico y equitativo de los fuertes y los débiles.
En nuestro país, lo anterior es letra muerta.
Las estadísticas de México en cuanto a la distribución, concentración de la riqueza y los altos índices de pobreza y marginación se contraponen a la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo sobre la justicia social para una globalización equitativa.
Las cifras de concentración de la riqueza son contundentes: 203 mil 23 inversionistas de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) acaparan el equivalente a poco más del 45% del PIB nacional[5]. Estos inversionistas representan el 0.18 de la población nacional, y han obtenido ganancias en 2011 que llegan a los 6 billones 122 mil 632 mdp, pasando de concentrar lo equivalente al 37.17% del PIB en 2006 (3 billones 507 mil 247 mdp) al 45.06% en 2011; tal cantidad de ganancias representa 1.78 veces el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2011, es decir, estos buenos burgueses podrían pagar todos los gastos del Estado y aún conservarían el 78% de tal cantidad egresada. Esto significa que de 2006 a 2011 han tenido un aumento de ganancias del 74%, mientras el número de burgueses que participan en esta inmensa riqueza ha crecido apenas el 17% (en 2006 eran 173 mil 26 los inversionistas que participaban en tal proporción del PIB). Y hay que considerar que estos datos son sólo del primer semestre de 2011.
Ya para 2010, el Banco Mundial confirmaba que mientras el 10% de la población más rica en México concentró entradas equivalentes a 439 mil 597 millones de dólares (mdd), lo que representa 41.3% del ingreso total del país, el 10% más pobre recibió 12 mil 772 mdd, es decir 1.2% del ingreso total; definitivamente la crisis no es la misma para todos.
Aumento de ganancias sin inversión
Pasemos al caso de las mineras nacionales y extranjeras: éstas cuadriplicaron el rendimiento de sus inversiones hechas en 2010, invirtiendo 3 mil 316 mdd y obteniendo 13 mil 900 mdd que fue el valor de la producción anual del sector[6]; en otros términos, por cada peso que invirtieron, obtuvieron como ganancia neta tres más, además de recuperar el monto de inversión. A esto se suma el hecho de que la producción minera se incrementó en un 50% con respecto a 2009, motivada por la especulación con respecto al oro ante la debilidad del dólar y a un factor político importante: la reintegración el año pasado de Cananea (que produjo 27,598 toneladas de cobre tan sólo en el primer trimestre de 2011) a la explotación minera después de la huelga de los trabajadores desde 2007. Tan sólo Grupo México, una de las principales mineras del país y dueña de Cananea sumó en el primer semestre de 2011 una utilidad neta (sin contar impuestos) de 6 mil 206 mdp (532 mdd) frente a 4 mil 482 mdp (362 mdd) del periodo enero-marzo del 2010, lo que representa un aumento de ganancias del 38.5% en pesos, mientras que en dólares el salto fue de 47%[7].
No conforme con estas exorbitantes ganancias, la burguesía a nivel internacional está aplicando múltiples ataques a la clase trabajadora a través de planes de austeridad, rescates millonarios a la banca, contrarreformas laborales entre otros con un mismo objetivo: aumentar su acumulación en detrimento de las condiciones de vida de las masas. Según el IMSS desde 2000 se añadieron 8.4 millones de personas a la Población Económicamente Activa (PEA) y sólo se han creado 2.8 millones de empleos con prestaciones de seguridad social, lo cual implica un rezago acumulado de 5.6 millones de plazas laborales, sumados al millón y medio de trabajadores despedidos por el cierre de 500 mil pequeñas y medianas empresas en 2009, los más de 40 mil electricistas despedidos de Luz y Fuerza del Centro, y los supuestos 2 millones de desempleados que reconoce la Secretaría del Trabajo y Previsión Social durante 2010. Según un estudio del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas) y la UNAM, del volumen total de jóvenes en el país en edad de trabajar (más de 16 millones), millón y medio no encuentran empleo, lo que significa que más de 50 por ciento de los desempleados de todo el país son jóvenes[9]. Además, el 40% de los jóvenes de entre 20 y 24 años que laboran no cuentan con prestaciones como contrato, seguridad social, jubilaciones, escalafón, entre otros; el desempleo a nivel mundial para 2009 ya alcanzaba a 81 millones de jóvenes. FUENTE ESTADISTICA: Militante. Voz marxista de los trabajadores y la juventud.
Quienes detentan y concentran la riqueza en nuestro país, maniobran mediáticamente en complicidad con el gobierno para confundir a la sociedad mexicana, en cuanto a la diferencia entre la justica social y la filantropía y así, en vez de cumplir con sus obligaciones legales estructurales en cuanto a la justa distribución de la riqueza, acuden de manera hipócrita a la filantropía para posicionarse públicamente como bienhechores de los pobres.
En este sentido, habrá que ver, oír y leer cuales serán los discursos del gobierno y la iniciativa privada en los actos conmemorativos relacionados al 20 de febrero; Día Mundial de la Justicia Social.
Orizaba Ver. A 19 de febrero del 2012
Jorge González Rojas
Dirigente Estatal del Partido del Trabajo en Veracruz
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