La manipulación que ejercen algunos medios de
comunicación, es un tema que a nadie le extraña en lo absoluto. Mucho menos
cuandodicho “manoseo” viene directamente de Televisa o TVAzteca, ambas empresas
informativas que se tapan con la misma “cobija” y actúan en contubernio con los
“poderosos”, al grado de mentir con la ligereza que ya es usual en dichos
consorcios, respondiendo positivamente a su benefactor, el gobierno de Enrique
Peña Nieto. Con ésta postura Televisa vuelve a ponerle precio a su línea
editorial, hasta el grado de quedar a nivel mundial como unos farsantes.
Ayer nuevamente Televisa fue topictraffic en las
redes sociales y por los miles de memes que se hicieron acreedores, al
manipular la entrevista de José Manuel Mireles, líder del grupo de autodefensas
en Michoacán. Misma entrevista, en otros diversos medios de comunicación,
exponían que este personaje vital para la disidencia michoacana, aceptaba
entregar las armas, siempre y cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto, les
entregara las cabezas de los siete cabecillas de la banda delictiva, “Los Caballeros
Templarios”, mientras que Joaquín López Dóriga, presentaba en su emisión
matutino, que doctor Mireles –sometiendo la entrevista al área de “corte y
confección”- expresaba que le entregaría las armas al gobierno federal.
Indudablemente acostumbrados a quedar como unos
literales farsantes, el periodista vuelve a poner en juego su nombre, su
credibilidad, pero sobre todo su ética profesional, la cual está reducida a
cero.
Michoacán
en guerra
El problema de Michoacán, se está encrudeciendo. La
dificultad parte en virtud de que el gobierno de Enrique Peña Nieto, no se
encuentra preparado para romper con la relación tan estrechísima que por más de
una década, ha mantenido con el crimen organizado y narcotráfico, identificado
como “Los Caballeros Templarios” –nombre del grupo de “Los Zetas”-,
organización delincuencial que ha forjado su poderío a costillas de los
agricultores del estado de Michoacán, estrangulando la tranquilidad y la paz
social. Secuestros, pago de derecho de piso, explotación tanto de los
michoacanos como de los recursos naturales, producción y distribución de
estupefacientes, etc.
La firma del convenio gubernamental con el gobierno
federal, no es más que una tomada de “pelo”, pues mientras jugaban a ser los
buenos, por atrás como siempre traicionaban a los mexicanos al ordenarles a los
elementos del Ejército Mexicano que arbitrariamente desarmaran a cualquier
campesino –integrantes de los grupos de los autodefensas-. Acto que provocó que
los pobladores de Antúnez se manifestaran y retuvieran las unidades que
indebidamente desarmó a su gente, y este, sin conmiseración alguna, los
rafagearan, asesinando a cuatro personas, entre ellos, una menor de 11 años.
La típica doble moral del gobierno de Enrique Peña
Nieto. Ha sido el tipo de política que ha implementado en lo que lleva su
administración. Las promesas de campaña, sólo fueron eso, “promesas” y ya en el
poder, actúe a la inversa de éstas. El gobierno sabe en dónde se encuentran las
siete cabecillas de ese grupo de narcotraficantes; pero a su vez, lo mexicanos
están conscientes del contubernio que han mantenido durante décadas la
delincuencia/narcotráfico con los tres niveles de gobierno. Son muchas décadas
de negociación y complicidad, dónde han logrado obtener grandes ganancias.
El presidente de la República, Enrique Peña Nieto,
en resumen de hechos, no le conviene desarticularlo, pues ambas entes obtienen
jugosos beneficios de su estrecha relación. La doble moral por parte del
gabinete peñista, resulta indignante, cuando es evidente su imperiosa tarea
de proteger al crimen organizado, mientras que utiliza toda su estructura
en contra de la sociedad civil y de las autodefensas. No va a permitir que le
“maten a la gallina de los huevos de oro”.
Historia
de los Caballeros Templarios
El grupo criminal “Los Caballeros Templarios”
surgió en estado de Michoacán en marzo del 2011, en sustitución de “La familia
Michoacana” y al paso del tiempo, se supo que era una escisión de dicho grupo.
Sus líderes son Enrique Plancarte Solís "El
Kikin", segundo al mando y quien ha prevalecido en dicha banda
delincuencial en bajo perfil. Cuando existía “La Familia Michoacana”, este se
mantuvo entre los cinco lugartenientes clave de dicha estructura, poco a poco,
fue logrando su ascenso en enero del 2011, cuando a este grupo le creció una
arista rebelde que apostó por su independencia tras la muerte del líder,
Nazario Moreno González, alías “El más loco” o “El Chayo” quien fuera
asesinado, fue como elevó su rango, ahora representando a “Los Caballeros Templarios”.
Servando Gómez Martínez, alías “La Tuta",
quienes tras la supuesta muerte del líder de La Familia Michoacana, Nazario
Moreno González, "El Macho Loco" o "El Más Loco", en
diciembre de 2010, y la ruptura con Jesús Méndez Vargas “El Chango Méndez”, pretendieron
apoderarse de la base social que La Familia cooptó en sus inicios.
José Samer Servín Juárez "El Inge" y
Alfonso Chávez Ruiz; también quienes ocupan un puesto en la organización son
Gregorio Abeja Linares "El güero", así como sus respectivos "Jefes
de Plaza" en todo el estado de Michoacán. Todos estos cambios se hicieron
después de la captura de José de Jesús Méndez Vargas "El Chango
Méndez" y de Saúl Solís Solís "El Lince".
Posteriormente, éste fungió como natural líder del
mencionado grupo delincuencial. También se surgen los nombres de los líderes
Rigoberto “El Tena”, “El Chicano” y “El Toro”.
Muchas familias michoacanas, se han dedicado por
generaciones a la siembra y producción de drogas, como son la marihuana y el
cristal, bases para la manufactura de otros estupefacientes. Pese a que estos
campesinos no eran propiamente narcotraficantes, estimularon a que el crimen
organizado se concentrara en la encarnizada lucha por la explotación de esos
campos y posteriormente, obligaban a los campesinos a trabajar en los cárteles
y en el peor de los casos, los presionaban para que se alistaran en las filas
del narcotráfico.
Por décadas los narcotraficantes peleaban por la
plaza. “Los Zetas” aun siendo un brazo armado del Cártel del Golfo, crearon “La
Familia Michoacana” para pelear por Michoacán contra sus enemigos y obligar a
familias michoacanas que trabajaran para ellos.
“La Familia
Michoacana resulto tener una gran base social y un sentido "Orgulloso de
ser Michoacana", por lo cual terminó separándose de Los Zetas y El Cártel
del Golfo para ser un cartel completamente independiente (...) La idea que
utilizó para crecer socialmente fue "el proteger el estado",
ganándose así a una base de seguidores que hicieron de La Familia Michoacana un
cartel del narcotráfico significante”.
El “modus operandi” de “Los Caballeros Templarios
se concentra en la extorsión o “cobro de piso”, controlan el mercado de
piratería, extorsionan gobiernos municipales cobrando un porcentaje sobre la
obra pública que construyen, controlan ferias municipales y ganaderas, cobran
cuotas a empresarios con la “promesa” de no hacerles daño.
Estos sucesos fueron orillando a la población –por
el contubernio del narcotráfico con el gobierno- por el cansancio de vivir
oprimidos, fue que surgieron los grupos de autodefensa, para proteger a sus
familias y su patrimonio.
La situación se le ha salido de las manos al
gobierno de Enrique Peña Nieto, que pese a considerarse campo de guerra a la
zona caliente, dejó correr a los niveles en los que actualmente se encuentra el
estado, a la confrontación entre ambos grupos: uno protegiendo su plaza y los
otros, su tranquilidad.
Silvia Núñez Hernández
Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación, directora general y columnista. Sustenta su trabajo, tras 23 años de ejercicio periodístico adquirido en diversos medios de comunicación situados en el estado de Veracruz. Su principal objetivo dentro de su carrera profesional es ofrecer a la ciudadanía una editorial ética y objetiva. Un espacio donde los temas sociales y políticos, son analizadas con una visión crítica, con la finalidad de mostrar una perspectiva sustentada y razonada sobre la problemática social de Veracruz y de la República Mexicana.
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