Orizaba, Ver.- Con Enrique Peña Nieto, el gobierno de la República acentúo la represión social, mucho más que en el sexenio de Felipe Calderón, incluso ahora se recurre a la militarización, especialmente de zonas indígenas para la explotación de recursos naturales y en casos extremos hasta la desaparición forzada de activistas sociales que se oponen a los proyectos; lo peor estaría por venir por el embate empresarial para apoderarse y explotar las riquezas naturales, acusó el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS).
Ignacio
Romero Carrera, dirigente del FNLS en la zona de Orizaba, señala que los tres
niveles de gobierno, “mantienen el respeto a los derechos humanos sólo en el
discurso, porque la represión, los crímenes de lesa humanidad llevados a cabo
en todo el territorio nacional por los cuerpos policiacos y militares y la
política de Estado se han impuesto por vía de los hechos contra el pueblo de
México”.
Hoy, dijo, “la detención, desaparición forzada y las ejecuciones extrajudiciales son muestra clara de las medidas del régimen actual, crímenes de Estado que no prescriben, cada gobierno en turno independientemente del partido que sea las ha llevado a cabo, este terrorismo de Estado se expresa en los más de 300 mil detenidos desaparecidos, y los más de 160 mil ejecuciones extrajudiciales”
“Las víctimas de los crímenes de lesa humanidad, son los defensores de los derechos humanos del pueblo, luchadores sociales, quienes defienden la tenencia de la tierra, periodistas que actúan con ética profesional y todo aquel que critique y cuestione al régimen de carácter neoliberal, aquel que denuncie los actos represivos de los cuerpos policiacos y militares y las injusticias que se comenten contra el pueblo”, da a conocer.
“El Estado mexicano bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, intensificó aún más que en el régimen de Felipe Calderón la militarización y paramilitarización que significa la intensificación de la violencia de Estado para acallar y mermar el descontento popular generalizado”.
Añadió que se pretende perpetuar la opresión y explotación mediante el genocidio, el exterminio de culturas y pueblos en diversas partes del mundo.
“En
nuestro país los pueblos y comunidades indígenas y campesinas viven bajo la más
abyecta opresión política y explotación económica, la miseria, muertes por
enfermedades curables; las masacres, asesinatos, desapariciones forzadas y
diversas formas de represión se imponen como pesadas cadenas de exterminio con
el que pretenden frenar nuestra lucha”.
Expresó que los tres niveles de gobierno pretenden impedir, a sangre y fuego, el derecho a existir y forjar su emancipación como pueblos libres y dignos.
“Las políticas neoliberales se ensañan contra nuestros pueblos, nuevamente se impone el despojo de tierras, bosques, aguas y diversos recursos naturales, se recurre a la militarización y al terrorismo de Estado para provocar el éxodo o el desplazamiento forzado de pueblos campesinos e indígenas, la entrega sin obstáculos de yacimientos petroleros y minerales significan, miseria, asesinatos y desapariciones forzadas”.
Con el regreso de Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Federación, expone, “estamos pagando un elevado costo social, sin embargo, la burguesía no puede, aunque lo pretenda, gobernar como antes, la organización independiente y popular de nuestros pueblos expresados en un creciente descontento del movimiento popular en que participan comunidades indígenas y campesinas, estudiantes y movimiento democrático magisterial entre otros, lo impide”.
Ante el terrorismo de Estado y su expresión concreta la desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales, desplazamiento forzado y demás crímenes de lesa humanidad, afirma que “debemos organizarnos de forma independiente, coordinar nuestras acciones contra la represión y la violencia del Estado, sólo de esa forma acabaran las desapariciones forzadas”.
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