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La embestida de Yunes azul * Quiere Héctor “darle continuidad al
desastre” * Los piquetes del senador * El bufete y los frijoles
fríos * HYL sirvió con “disciplina” a Fidel * La CEAPP y el caso
Jorge Torres * ¿Burocracia o engaño? * Potter afiliando
abuelitos * De chofer a Sedesol * Protección Civil en campaña
Con Héctor Yunes, Javier Duarte
respira. Le garantiza impunidad, revitaliza al duartismo, preserva al
fidelismo, avala el desastre que devora a Veracruz y se afana por ser el
candidato del gobernador. Tal para cual.
Sangre de su sangre, lo
desuella en tres palabras Miguel Ángel Yunes Linares, en stand by el amor
filial que se dicen profesar, de primos, porque en político hay que darse con
todo si se quiere ser, trenzados en una lucha férrea por el gobierno de Veracruz,
uno en el priismo y otro desde las filas del PAN.
“Héctor garantiza impunidad a
Javier Duarte y a su banda”, le dice el diputado panista en respuesta a los
piquetes que el senador del PRI lanzara, asediado por la prensa que inquiría si
permanecerá en el priismo o emigraría de no concedérsele la candidatura al
gobierno estatal.
Y lo asocia con el fidelismo, con el desastre al que llevó Javier
Duarte a Veracruz y a la “gran disciplina” con que sirvió Héctor Yunes a Fidel
Herrera y al duartazgo.
Pega Yunes Linares. Es un
contragolpe a las alusiones del senador del PRI, que aporrea a la alianza entre
PRD y PAN, y a la que le augura una derrota en la próxima elección. Con alianza
PAN-PRD, o sin ella, el PRI retendrá el poder, suyo otra vez el gobierno de Veracruz,
dice Héctor Yunes.
Ufano como es, había expresado
el senador que no tendría por qué ir a buscar frijoles fríos en otro partido —o
en otra alianza— cuando tiene ahí, en el PRI, bufet y platillos de alta cocina.
Cuestionado si buscaría ser
candidato fuera del PRI, Héctor Yunes recurrió a esa analogía que en redes
sociales se catalogó de insultante:
“Imagina que tienes camarón,
langosta y champán, y hay enfrente una fondita con los frijoles fríos y el
arroz aposcaguado. ¿Dónde te sientas?… Yo tengo el bufet puesto; ¿para qué le
voy a buscar a otro lado?”.
Le llama camarón, langosta y
champán al PRI, su partido. Le dice fondita de frijoles fríos a la alianza
PAN-PRD.
¿Supo lo que decía o fue un
lapsus mental?
Hasta ahora había camuflado el
senador el vértigo del poder. Ya no. Imita el tono de Javier Duarte. Para los
de arriba el caviar; para los de abajo el taco frío.
Lo menos grave para el PRI es
que PAN y PRD son una fondita. Con eso les basta. Con sus frijoles fríos y el
arroz aposcaguado tienen apanicado al gobernador. ¿Y si fueran un bufet?
Héctor Yunes le llama bufet al
hervidero de pasiones en que está convertido el PRI, a los odios y rencores en que se
conduce el priismo, confrontados los duartistas y los no duartistas, la altivos
y los otros altivos, las ratas y las otras ratas, todos tras una candidatura,
la de gobernador, que como nunca antes, está en riesgo de pasar a manos de la
oposición.
Por lo dicho, tunden a Héctor
Yunes en la redes sociales. Cuestionan su visión del pobre, el alimento del necesitado,
el senador en la vida de rey.
No mide la afrenta al pobre.
Por eso va a Casa Veracruz, obviando el agravio de la caña de pescar y los
“peces gordobeses”, degusta platillos del chef y vinos de lo mejor. Ahí no hay
comida de fonda, ni frijoles fríos, ni arroz aposcaguado. Hay burlas y
carcajadas, indignidad y sometimiento. Y de postre, el Pacto de la Complicidad
con galletas de animalotes.
Va Héctor Yunes de la política
gastronómica a teología del Dios me cumple. De su candidatura dice: “Si Dios quiere…
y creo que va a querer”.
Dos soltó el senador y encontró
respuesta. Dijo que con alianza entre el PAN y el PRD, o sin ella, el PRI, o
sea él, ganará la elección de gobernador de Veracruz. Se refirió a la alianza
PAN-PRD como una fondita que sirve frijoles fríos y arroz aposcaguado.
Miguel Ángel Yunes no va con
las analogías ni habla en parábolas. Eso se lo deja a Jesús.
Lo tomó de frente, habló de su
cariño de primos, pero en política son como Caín y Abel.
Le dijo a la prensa:
“Héctor es mi primo hermano,
nacimos y crecimos en el mismo pueblo, hay una relación consanguínea y una muy
buena relación personal.
“Sin embargo, nuestra visión
acerca del futuro de Veracruz es radicalmente distinta.
“Héctor propone la continuidad,
yo propongo el cambio.
“Héctor busca ser el candidato
de Javier Duarte a Gobernador, mientras yo busco ser candidato del pueblo de
Veracruz.
“Héctor garantiza impunidad a
Javier Duarte y a su banda, mientras yo estoy decidido a hacer justicia,
fincarles responsabilidad y obligarlos a devolver lo robado.
“Héctor sostiene que Duarte es
el primer priísta de Veracruz y un gran activo político, y yo sostengo que los
propios priístas seguramente se avergüenzan de que el pillo que llevó a
Veracruz al desastre sea su compañero.
“El propone darle continuidad
al desastre que nos llevaron el Fidelazgo y el Duartazgo a los cuales sirvió
con gran disciplina, mientras yo planteo llevar a Veracruz por el camino de la
seguridad, la honestidad, la transparencia, el desarrollo económico, y el
imperio del Estado de Derecho.
“Esas son nuestras diferencias
sustantivas, que no lesionarán el afecto familiar”.
Tibio, respondió el senador del
PRI. Expresó que a él sí lo enseñaron a respetar a la familia.
La crítica de Yunes Linares,
según Yunes Landa, es porque el senador va adelante en las encuestas, superando
a los contendientes del PRI y a los de otros partidos.
Pero su argumento es de risa:
“A ver, en las encuestas yo voy
adelante. Esto es como la canción de la víbora de la mar y si no cántenla y
verán de lo que les hablo”.
Tan filosófico andaba que
recordó que por defender a los Yunes azules cuando Javier Duarte le obsequió
una caña de pescar para atrapar a los “peces gordos” del Estero, donde vive el
alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, se enfrentó al gobernador.
“Les consta que yo siempre he
defendido a la familia y hasta me he peleado con ellos. Ustedes lo saben. Yo sí
sé respetar a la familia, a mi sí me enseñaron”, dice.
Uno de los dardos que trae
atravesado Héctor Yunes fue el de su sobrino Fernando Yunes Márquez, hijo de
Miguel Ángel. En Twitter publicó el joven panista —diciembre 14— la fotografía
del consejo político del PRI en que los seis precandidatos priistas, su tío
Héctor y el senador Pepe Yunes incluidos, le aplauden al gobernador Javier
Duarte. Remata diciendo: “Aquí los precandidato a gober del PRI. ¿Alguien les
cree que van a llevar ante la justicia a Duarte? ¡Están unidos!”.
Caín y Abel son light. A Caín
lo dominó el egoísmo y terminó matando a Abel, que agradaba con sus ofrendas a
Dios.
Entre los Yunes los odios son
peores. No se matan pero se arañan. Son familia pero la política los distancia.
Miguel Ángel es tormentoso,
pero no vacila. Promueve su discurso carcelario y no lo varía. Ofrece
encarcelar a Javier Duarte y no modifica el tono ni la contundencia de sus
denuncias.
Héctor Yunes es una veleta. Se
mueve según el viento. Un día pacta con el gobernador, al otro lo manda al
diablo, al siguiente vuelve al redil, al otro promete pescarlo y someterlo a la
ley, al final come carne, pescado y champán en Casa Veracruz.
Héctor, según Yunes azul, le
garantiza impunidad a Javier Duarte y su banda, quiere ser el candidato del
gobernador, ofrece la continuidad del duartismo, categoriza al gordobés de
“gran activo político” y sirvió con “gran disciplina” a Fidel Herrera Beltrán.
Con Héctor, Javier Duarte está
de plácemes. Tendrá impunidad.
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Archivo muerto
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¿Cómo se le llama eso?
¿Burocracia? ¿Engaño? Recibe una llamada el periodista Jorge Luis Torres Marcos
y una joven dice hablar por encargo de Benita González Morales, presidenta de
la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas. Lo instruyen:
recibirá un formulario, lo llenará y le darán curso a su queja por la amenaza
sufrida. Cumple así el director de Radio Sur Veracruz con el protocolo. Se ciñe
al mecanismo luego de recibir un “regalo”, en su interior un mensaje, una
amenaza de muerte, tras revelar actos de corrupción en la tesorería municipal
de Minatitlán, abuso de autoridad del tesorero, Saúl Wade León, el alcalde
real, el hijo del cacique petrolero, Jorge Wade González, y un serial de
extorsión y terrorismo fiscal a la empresa Pylsa a manos del funcionariete de
marras. Eso fue el martes 5. Dos días después, el jueves 7, le llaman de nuevo.
Le piden que envíe las fotografías del regalo y los mensajes amenazantes. Y que
espere. Jorge Luis Torres cumple porque el protocolo es protocolo, antes de que
su caso se tenga que llevar a otras instancias más serias, menos tramposas,
alejadas del contubernio en que se conduce la CEAPP con el gobierno de Javier
Duarte, el régimen más hostil a la prensa. Evidente que la amenaza proviene de
Saúl Wade y su pandilla, todo lo que hace la CEAPP, pareciera tener una
explicación múltiple: Benita González le debe su salto al fango del poder al
titular de la Unidad de Desarrollo Social y Humano de la Sedesol federal en
Veracruz, Miguel Ángel Luna Modesto, asesor de Marcelo Montiel, el aún
delegado; la esposa de Miguel Luna, María Victoria Baruch, es regidora en el
ayuntamiento de Minatitlán, y los insiders sostienen que Miguel es asesor
del alcalde de opereta, Héctor Damián Cheng Barragán. O sea, todos en el
pantano. El caso es que la CEAPP no se mueve mientras la vida de Jorge Luis
Torres Marcos está en riesgo. ¿Es burocracia? ¿Es engaño? ¿O es que la CEAPP,
como es sabido, sólo sirve para simular que el gobierno de Veracruz se preocupa
por la suerte de las “manzanas podridas”, como les dice Javier Duarte a los
periodistas, pero al final es cómplice de los que odian a la prensa?…Suerte de
chofer, la de Potter. Le condujo el auto a Joaquín Caballero en la campaña a la
alcaldía de Coatzacoalcos. Le manejó el vehículo a Rafael García Bringas en la
fallida campaña por la diputación federal. Y hoy es coordinador regional del
programa 65 y Más de la Sedesol, el de la ayuda a los adultos mayores. ¡Premio
al chofer! Llega Carlos Alberto López Pérez a ese cargo y no es para tenderle
la mano a nadie. Son recursos para el “oro molido”, los de la tercera edad, a
los que hizo referencia Salvador Manzur Díaz en el video que evidenció que los
“ladrones de elecciones” del PRI son rapaces. Dice Potter —vaya parecido con el
joven mago de Hogwarts— que serán afiliados 2 mil adultos mayores de cuatro
municipios del sur, o sea carne de cañón para la elección de gobernador. Y así
dispara declaraciones cada que tiene oportunidad, como si el cargo fuera de
corta duración. O sea, afiliando abuelitos para que el duartismo, vía Héctor
Yunes, permanezca en el poder. Qué bien… Pagados con recursos públicos,
elementos de Protección Civil de Coatzacoalcos hacen de todo, menos proteger a
la sociedad ni auxiliar cuando la emergencia apremia. Su misión es promover al
líder del Movimiento Territorial del PRI, Víctor Rodríguez Gallegos, en las
colonias y en todo lugar. Son seguidores del brazo derecho de Marcelo Montiel,
fans declarados, operadores de su corriente en el marcelismo. Exaltan al MT y a
su dirigente estatal. Hablan y convencen a quienes no conocen a Víctor
Rodríguez, pues donde le saben su pasado, lo que prevalece es el repudio. Así
pues, sirva el erario para pagar salarios y que ese personal, el de Protección
Civil Municipal, tenga por encargo hacer proselitismo en horario laboral. Eso,
por si no les han contado, es peculado electoral…
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