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“Culín” enlodó a Anabel vía rumores *
Abella violó la ley * Notisur y el caso Goyo *
Acallando las protestas * La renuncia de Javier Duarte en el Congreso *
Héctor Yunes presume no tener bienes fuera de México *
Los audios que vienen * Recursos de la SEV para el PRI *
Lu-pilla y la maestra impuntual *
La inelegibilidad de Víctor Rodríguez a debate.
A tres fuegos anda la prensa de Veracruz, la prensa crítica, los
que hablan del saqueo y la corrupción, y los reporteros de nota roja, que son
el termómetro de la violencia, criminalizados por el fiscal, amagados por la
delincuencia y apuñalados desde adentro, por
sus medios, por sus patrones, para acallar su voz.
Criminaliza “Culín”, alias el fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, a
Anabel Flores Salazar, ex reportera de El Buen Tono, freelance en El Sol de
Orizaba, levantada el lunes 8 mientras dormía, en Mariano Escobedo, conurbado a
Orizaba, y hallada sin vida, estrangulada, en territorio poblano, en un camino
que va a Oaxaca, cerca de Tehuacán.
Un rumor le basta a “Culín” para evidenciar la miseria de que está
hecho: una línea a investigar es el posible vínculo con Víctor Osorio
Santacruz, alias “El Pantera”, ex policía, dedicado a vender accesorio para
autos, levantado por elementos del Ejército, según el fiscal, el 30 de agosto
de 2014, en Acultzingo.
Anabel
estaba ahí. Convivía con familiares. Fue testigo y hasta fotografió a quienes
se llevaron al “Pantera”, siéndole arrebatado el teléfono y amagada. 64 días
después, la esposa de Osorio Santacruz dijo a Excélsior que su marido no
apareció, ni él ni sus dos acompañantes. Y dijo que la “reportera” identificó
mediante fotografías a los militares que perpetraron el levantón.
Es el fuego de “Culín”, que le ve vínculos a cualquiera que muere
por esa violencia que la fidelidad y el duartismo propiciaron cuando le abrieron
la puerta al crimen organizado, cuando convirtieron a Veracruz en el santuario
de los Zetas y cuando permitieron que la disputa de los territorios usara al
aparato policíaco estatal, la policía acreditable o no acreditable, que levanta
inocentes o malosos y los entrega a las bandas delincuenciales.
Con Anabel Flores fue especialmente despiadado. Horas después de
su plagio, ya insinuaba su vinculación con el crimen organizado. Y horas más
tarde, vía un desplegado de amplia circulación, periodistas veracruzanos le
exigieron poner fin a su infamia.
Entonces responsabilizó a su área de comunicación en la Fiscalía,
al difundir un comunicado basado en rumores, en notas periodísticas, en lo que
fluye por las redes sociales. Lo pilló Denise Maerker en su programa de radio.
Y lo pulverizó.
“La noche que encontraron el cuerpo sin vida de la reportera
Anabel Flores, la fiscalía del estado de Veracruz no tuvo mejor idea que enviar
un comunicado en el que aseguraba que se seguirían todas las líneas de
investigación, pero incluyó solo una: la presencia de Anabel en 2014 en un
evento público donde se detuvo a un delincuente.
“Eso no sorprende. El estado lo gobierna Javier Duarte, recordemos.
“Pero ayer, en su programa de radio, Denise Maerker entrevistó al
fiscal general de Veracruz, Luis Ángel Bravo.
“Le preguntó por ese párrafo y afirmó (Denise): ‘Este reflejo que
parece haber de las autoridades de que, cuando algo pasa con un periodista, lo
primero es pensar que está vinculado al crimen organizado’.
“Respondió el señor Bravo: ‘El departamento de comunicación social
de la fiscalía, partiendo de todos los rumores, comentarios en redes, algunas
notas que incluso podemos consultarlas, daban por hecho ese escenario. Hay
algunos medios de comunicación que, a partir de esa nota y de esos comentarios
en redes, se desmarcaron de algunas relaciones laborales que tuvieron. La
fiscalía, el área de comunicación social, por lo destacada que estaba ya esa información,
y para no diluir todas las posibilidades de las arterias de la investigación,
fue que consignó que se indagaran todas las líneas de investigación’.
“Insistió Denise: ¿Lo que usted me está diciendo es que
comunicación social de la fiscalía se basó en información de las redes,
rumores, una nota periodística de algún periódico…?
“El señor Bravo: ‘De las notas que ya te hablo son notas que daban
por hecho que la privación de la libertad obedecía de esta persona a esa razón’.
“Denise: Pero son periodísticas, no obedecía a información de la
autoridad.
“Luis Ángel Bravo: ‘Con mucho respeto, las notas despiertan
intereses o reacciones colectivas de mucho impacto. Es necesario, yo entiendo
al director de comunicación social y entendí la razón por la cual la destacó
entre las líneas. Yo respeto lo que interpreten’.
“Podría decir muchas cosas.
“Pero lo que tengo son preguntas. ¿Quién es ese señor? ¿Dónde
estudió la técnica de investigación por ‘redes y rumores’? ¿Por qué tiene ese
puesto? ¿Por qué no ha renunciado?
“Luego me acuerdo que es el Veracruz de Duarte y me las contesto”.
Hasta ahí Carlos Puig.
“Culín” es un criminalizador profesional. Jode al que quiere, al
periodista que es ejecutado, al que es levantado, al que es hallado en
fragmentos, cocido a balazos, en bolsas de plástico, tirado a la orilla del
camino o en una fosa clandestina. Es que pudiera tener relación con grupos
delictivos, dice.
Siempre etiqueta con saña, como las balas de los sicarios, que son
el segundo fuego, el que llama a las redacciones para amenazar, el que dicta la
línea u obliga a que una información sea difundida.
A la prensa crítica, a la prensa que denuncia, a los reporteros de
“policíaca”, también los apuñalan desde el interior, los medios mismos, los
directivos, los patrones.
José Abella es otro criminalizador. Corrió el dueño de El Buen
Tono a Anabel Flores por conducir una camioneta Patriot que no correspondía a
su nivel de ingresos, los míseros 6 mil pesos que le pagaba al mes.
Tenía ligas con la delincuencia, expresó Abella al periodista
Pedro Ferriz, y por eso “la corrí”, dijo categórico. También echó a dos
reporteros que presuntamente convivían con el Chichis, José Márquez, el narco,
jefe de plaza de los Zetas, asesinado en el bar La Taberna, en Orizaba, en
agosto de 2015, y que seis meses después fue aprehendido por la policía porque
resultó que vivía y el fiscal Luis Ángel Bravo todo el tiempo lo ocultó “por
estrategia”.
Apuñalan a los periodistas en sus medios. Si José Abella estaba
cierto que Anabel Flores tenía vínculos con el crimen organizado, y callaba
para ellos, debió comunicarlo a la autoridad. Así dice la ley. Si no, incurre
en complicidad. Un caso para “Culín”. A ver si le echa el guante.
Así apuñalaron a los periodistas de Notisur, el 11 de febrero de
2014, por salir a las calles, por exigir acciones del gobierno duartista, por
protestar por el levantón de Gregorio Jiménez de la Cruz, reportero de
policíaca, periodista también el Liberal del Sur y La Red.
Un audio hasta ahora inédito, registra las palabras de Marco
Antonio Anaya Huerta, mandamás en el rotativo, cuando encara a los reporteros y
a la entonces jefa de información, Sayda Chiñas Córdova. Los conmina a dejar de
protestar, a no marchar más, a no ser usados por otros medios —alusión a Diario
del Istmo, del succionador José Pablo Robles Martínez— que ofrecían frenar la
protesta del gremio a cambio de beneficios, prebendas, publicidad.
“Te están utilizando y tú ni cuenta te diste —le reprochaba a
Sayda Chiñas—. Y tu cortándote las venas”.
Se escucha a Anaya Huerta quejarse de que las protestas por el
levantón de Goyo Jiménez servían para que otros medios negociaran con el
gobierno de Veracruz.
“Nosotros estamos apoyando económicamente dinero a la señora (la
esposa de Goyo Jiménez) y aquellos negociando”, señala Anaya Huerta. “Los están
usando”.
Intentaba Anaya Huerta, el alfil de Marco César Theurel Cotero
—“Te rompo tu puta madre”— en Notisur, secretario de Obras Públicas en el
ayuntamiento theurelista, disuadir a sus reporteros de seguir ejerciendo
presión contra el gobierno de Javier Duarte por el levantón de Goyo Jiménez.
Ella, su vez, le recordaba que ahora sí se preocupaban por Goyo
Jiménez, pero nunca le dieron Seguro Social, nunca le aumentaron el salario.
Trabajaba por nota publicada.
Decía Sayda Chiñas que la información de Notisur en torno al
levantón era light, nada crítica, con ánimo de no inquietar al gobierno de
Veracruz. “Aquí también estamos muy tomaditos en la foto y quedando muy bien
con el gobierno del estado”, reclamaba.
Son 14:09 minutos de grabación. El audio revela el intento de los
propietarios de Notisur, políticos fidelistas y duartistas, el mismo Marcelo
Montiel, ex alcalde de Coatzacoalcos y ex delegado de Sedesol federal en
Veracruz, por acallar la voz de los reporteros que exigían acciones del
gobierno estatal para regresar con vida a Goyo Jiménez.
Sayda Chiñas remató: “Lo que nosotros queremos es que Gregorio
regrese y vamos a hacer lo que a nosotros nos toca. Si ustedes no pueden
defender a Gregorio allá y decirles ‘es que no se trata de convenios’, es su
responsabilidad. Yo no tengo que ver nada con el gobernador”.
Anaya Huerta respondió: “Mide lo que hagas porque esto no es
juego”.
Minutos después fue revelado que Gregorio Jiménez de la Cruz había
sido asesinado, sus restos en una fosa clandestina en la colonia J. Mario
Rosado, en Las Choapas, decapitado. Junto con él había dos cuerpos más.
Un año después, José Moisés Sánchez Cerezo fue levantado en
Medellín de Bravo, municipio conurbado a Veracruz. Era el 2 de enero de 2015.
Tres semanas después, tras una férrea presión de la prensa, su cuerpo
“apareció” en Manlio Fabio Altamirano. Sayda Chiñas realizó diversas
declaraciones, resaltando el clima de hostilidad generado por el poder
duartista. Eso le valió ser cesada de Notisur.
Es el tercer fuego. Apuñalan a los periodistas desde adentro, en
sus empresas periodísticas, les impiden protestar, les acallan la voz cuando se
trata de denunciar el asedio, la represión, la agresión policíaca, la
criminalización de un fiscal que lo menos que hace es mostrar saña y fobia
contra el gremio de prensa.
A tres fuegos anda la prensa crítica de Veracruz.
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Archivo muerto
–
En Veracruz y fuera de él. En el Congreso y en el Senado. En
calles, en los hogares, en la prensa. En todo lugar se demanda la renuncia de
Javier Duarte. Su desgobierno llega al clímax, devorado por la violencia, por
la barbarie, por los levantones y las ejecuciones, por el miedo, el luto y el
dolor, diezmadas las familias, herida la sociedad. Rocío Nahle García, diputada
federal por Coatzacoalcos, coordinadora de Morena en San Lázaro, acusa la
gravedad del conflicto y fustiga al secretario de Gobernación, Miguel Ángel
Osorio Chong. Le sigue Virgilio Caballero, periodista y diputado, también
morenista, que toma la tribuna y da lectura a la carta suscrita por 43
periodistas de Veracruz que exige poner fin al baño de sangre, a dejar de
criminalizar periodistas, como lo hizo la Fiscalía de Veracruz con Anabel
Flores Salazar, la diecisieteava comunicadora asesinada durante el duartismo,
ex reportera de El Buen Tono de Córdoba y freelance en El Sol de Orizaba. Demanda Fernando Yunes Márquez reactivar la
solicitud de juicio político al gobernador de Veracruz y lo secunda su bancada,
la del PAN. Exige Gonzalo Guízar Valladares, líder del Partido Encuentro Social
y diputado federal, así como Miguel Ángel Yunes Linares, cuasi candidato del
PAN-PRD al microgobierno de Veracruz, la designación de un comisionado del
gobierno federal que sustituya al gordobés. Se generaliza la condena a Javier
Duarte en columnas políticas, en prensa nacional e internacional. Se cae a
pedazos el gobernador y allá en la soledad de palacio, o en su abandono
personal, en su refugio privado, lejos de Veracruz, se escucha una voz necia,
torpe, ajena a la realidad, desconectada del mundo: “No me voy”…
Él no tiene
yates, ni departamentos, ni ranchos, ni mansiones en el extranjero. Ni él ni su
esposa. Qué bien. Lo exalta Héctor Yunes Landa, virtual candidato del PRI,
irrefrenable su lucha por ser el próximo microgobernador de Veracruz. Lo dice
por Miguel Ángel Yunes Linares, su primo, al que el duartismo le atribuye eso y
más. Héctor devuelve los dardos del panista que le disputa el mísero gobierno
de dos años, la familiaridad a un lado, los reproches mutuos como si fuera la
tónica de campaña. No tiene propiedades Yunes rojo fuera del país. Hubo otro
que tampoco, Javier Duarte, que llegó sin nada al gobierno de Veracruz y salió
cargado, con yate, con rancho, con depa en Maricopa, Arizona, Estados Unidos.
De nada sirve presumir ser político pobre cuando que el paso por el gobierno
desata la ambición, el cinismo, la soberbia y la imprudencia… Asoman ya los
primeros audios de campaña. Refiere Miguel Ángel Yunes Linares que él ya los
tiene, que se escucha a duartistas del primer círculo operando el desvío de
recursos de la Secretaría de Educación de Veracruz hacia el PRI. “Hoy tenemos
elementos técnicos que acreditan este peculado y vamos a presentar las
denuncias correspondientes ante la Procuraduría General de la República y la
Fiscalía General del Estado para que se proceda a sancionar a los
responsables”. Agrega: “Un grupo de peritos expertos en audio analizan ya las
voces que aparecen en diversas grabaciones en las que funcionarios de la
Secretaría de Educación del Estado de Veracruz se ponen de acuerdo para
utilizar recursos públicos en favor del PRI”. Sostiene el candidato de la
alianza PAN-PRD que los especialistas y él identificaron a quien aparece al
frente del operativo “ordenado por Javier Duarte y ejecutado por funcionarios
muy cercanos a él” y que “no habrá manera de que nieguen su participación en
éstos hechos delictivos”. Augura denuncias penales y como alarde agradece a los
trabajadores de distintas dependencias del gobierno de Veracruz la información
que le aportaron. Dice que “la banda que nos ha llevado al desastre tendrá que
pagar las consecuencias jurídicas de lo que han hecho”. Yunes azul preconiza:
“El PRI tendrá también que pagar las consecuencias jurídicas y explicarle a la
opinión pública el por qué acepta financiarse con recursos del presupuesto que
deben destinarse a la educación, a la salud, a la seguridad y a otras
prioridades”. Comienza la danza de los audios. En la otra esquina maquinan la
difusión, dicen, de grabaciones igualmente explosivas que implican al candidato
de la alianza PAN-PRD… Lu-pilla, la que dirige la escuela Veracruz, en Villas
de San Martín, es diestra en organizar el caos. María Guadalupe Pérez Farías es
directora pero su fuerte son los negocios: la venta de uniformes, los libros y
ahora la cooperativa escolar. Como no es Dios, no tiene el don de la ubicuidad.
Así, la escuela Veracruz anda de cabeza. Una madre de familia refiere que una
de las maestras, Vianney del Carmen López Fernández, titular de Primero A,
siempre llega tarde a clases, casi siempre después de las 9 de la mañana. “Es
que vive lejos”, la exculpa Lu-pilla, la directora. Y entonces dos alumnos de sexto
grado se hacen cargo del grupo de Primero A. O sea, dos niños a cargo de un
grupo. Lu-pilla ni en cuenta. Su negocio es primero. La cooperativa escolar es
suya, lo que se venda es su utilidad. Sábese protegida de la regidora Mirna
García Ávalos, del grupo callejista que sueña con ser, ella o su hermana,
lideresa del PRI en Coatzacoalcos. Así sí… Será el lunes 15 cuando comparezca
ante el OPLE Alejandro Wong Ramos para acreditar que el priista Víctor
Rodríguez Gallegos es inelegible para contender por la diputación local en el
distrito 29, el Coatzacoalcos Urbano. Lo cita el Órgano Público Local Electoral
con ánimo de que se eche para atrás, que demuestre, si puede, que el operador
de lodo del marcelismo quiere ser candidato por ese distrito. Wong sostiene que
lo que quedará en claro es que por tener su domicilio en la sección electoral
0885, según la lista nominal de electores, Víctor Rodríguez sólo podría
contender por el distrito 30, cuya fuerza se halla en Agua Dulce y Las Choapas,
donde Marcelo Montiel, el padrino del aspirante, carece de influencia y poder.
El lunes 15 se verá…–
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