¿Dónde
quedaron los 2 mil millones de pesos de la Universidad Veracruzana señor
Gobernador?
Desde el
inicio de su mandato conocíamos las corruptelas de Javier Duarte, pero pocos
nos imaginamos que su osadía presuntamente delincuencial iba a llegar tan
lejos: robar a la universidad pública.
Y es que
Duarte no se anda por las ramas. Está acusado de robarse nada más y nada menos
que 15 mil 772 millones 56 mil pesos, según una investigación de la Auditoria
Superior de la Federación (ASF).
El gran
depredador de la prensa, como se le conoce al Gobernador Javier Duarte, luego
de registrarse 15 asesinatos de periodistas durante su mandato, es también el
gran depredador de los veracruzanos.
El
Gobernador Duarte ha ido saqueando las arcas del Estado a manos llenas, al
estilo de Humberto Moreira acusado de dejar una deuda de 32 mil millones de
pesos. Duarte y Moreira son el símbolo de la impunidad absoluta de este país
Gobernador por un puñado de privilegiados dedicados a pisotear las leyes a
ritmo de carcajadas.
Pero Javier Duarte se tambalea. Y no es por Beltrones ni porque el PRI
lo desconozca. Mucho menos, por la lejana justicia que su jefe Enrique Peña Nieto
no esta dispuesto a aplicar. Como en la mafia siciliana, laomertá los une.¿Cuánto les sabe Duarte a todos
ellos? ¿Cuántos millones indebidamente apropiados fueron enviados a las arcas
del partido en el poder?
Duarte se
tambalea por la sociedad civil, no por la Cosa Nostra priísta. A pesar de que
la comisión de sus delitos es tan evidente, no hay nadie que lo enjuicie porque
el sistema está podrido y la única esperanza está en los ciudadanos, en el
hartazgo de los ciudadanos manifestado en las calles.
Por fin, los
veracruzanos salieron a protestar venciendo al miedo. Hasta que los mexicanos
no dejemos nuestro sillón de confort se moverá algo de la cloaca política que
gobierna a México.
Durante dos
días consecutivos miles de estudiantes de la Universidad Veracruzana
protestaron frente al Palacio de Gobierno y exigieron al Gobernador Duarte el
pago de los 2 mil millones de pesos que desapareció de esa casa de estudios
utilizada como su “caja chica”. La comunicad académica de la UV necesitan ese
dinero para continuar con sus proyectos educativos.
Pero claro,
a Duarte le importan sus intereses, no la educación. Eso nos queda claro. No es
el primer Gobernador que manipula a su antojo los presupuestos de las
universidades públicas. El pillaje se extiende. Las universidades públicas han
sido durante la era priítsa y panista, la caja chica de los gobernadores.
Ante la
incipiente “primavera veracruzana” que se vive en las calles de Xalapa y del
puerto de Veracruz, Duarte ha reaccionado con una aspirina, enviando al Congreso
local una iniciativa de reforma constitucional, para que la UV tenga “autonomía
presupuestaria”. Obviamente se trata de una estrategia de contención para
acallar las protestas generalizadas en su contra. No existe garantía de que la
UV pueda manejar libremente sus recursos, mientras este en el poder Javier
Duarte.
A Duarte se
le acumulan los presuntos delitos. Además de estos 2 mil millones de pesos
desaparecidos por Duarte, se le acusa de desviar 15 mil 772 millones 56 mil
pesos, una cantidad mínima considerando que viene de la Auditoria Superior de
la Federación (ASF) cuya función últimamente es ir tapando los hoyos negros del
expolio. La ASF nos ha demostrado que es un perro que ladra, pero que no
muerde. Para eso fue creada, para simular.
Pero mientras
tanto, el show ha empezado. Y de entrada, el Congreso de la Unión abrió la vía
para analizar la demanda de juicio político contra Duarte, al recibir
oficialmente el turno enviado por el Senado de la República que hizo entrega de
la petición del Partido Acción Nacional (PAN) para proceder con un juicio
político por desvío de caudales públicos.
A Javier
Duarte se le mueve el tapete. El líder nacional del PRI, Manlio Fabio
Beltrones, explicó en aras de aparecer justo y justiciero que el Gobernador
veracruzano debe rendir cuentas como cualquier otro funcionario. Luego reculó,
claro, cuando recordó los favores prestados al partido por parte del señor
Duarte.
Es evidente,
que al gran depredador de la prensa y de los veracruzanos se le acumulan las
cartas. Además del desfalco universitario, el hoyo negro en las finanzas
estatales y un sinfín de irregularidades con tufo a corrupción, se le acumulan
los cadáveres debajo de su escritorio.
El control
de los Zetas en Veracruz ha dejado un reguero de sangre, una auténtica estela
de dolor y sufrimiento a su pueblo ante la atenta mirada de Javier Duarte en
cuyo gobierno el crimen organizado se ha fortalecido y expandido sus redes a la
más alta escala y esfera política.
Como
Tamaulipas, Veracruz es un narcoestado. Urge que el gobierno federal
intervenga, urge que la ASF de una vez por todas intente hacer justicia para la
devolución de esos más de 15 mil millones de pesos faltantes, urge que las instituciones
de salvaguardar la integridad de los mexicanos intervengan en el Estado para
controlar el poder absoluto de los Zetas que han convertido Veracruz en un
reino sin ley.
Y sobretodo,
urge que Javier Duarte sea enjuiciado no solo políticamente para intentar
llegar al desafuero y a la inhabilitación en política de por vida, sino
judicialmente por el cúmulo de asesinatos de periodistas, por corrupción y por
asociación delictuosa.
Con Javier
Duarte, las instituciones del gobierno de Enrique Peña Nieto se juegan su
credibilidad y en un futuro su existencia. ¿Veremos caer a Javier Duarte o todo
esto se trata de un vodevil de mal gusto?
Twitter:
SanjuanaMtz
Facebook: Sanjuana Martinez
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