15 de febrero de 2016

JAVIER DUARTE HA PERMITIDO UN CLIMA DE IMPUNIDAD EN TORNO A CRÍMENES PERPETRADOS CONTRA COMUNICADORES, DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN


Acusado por actores políticos, clericales, periodísticos y sociales de ser un gobernador que aborrece la libertad de expresión y la libre manifestación de las ideas, y que debido a ello ha permitido un clima de impunidad en torno a crímenes perpetrados contra comunicadores, defensores de los derechos humanos y medios de comunicación –los casi 400 cadáveres encontrados en un rancho de Tlalixcoyan demuestran que la permisividad para la comisión de homicidios es generalizada-, el Gobernador Javier Duarte de Ochoa se tornó de pronto en su propio vocero, vía twitter, y desde el sábado busca culpables para el crimen de la reportera Anabel Flores Salazar. Primero difundió un “comunicado” en su cuenta, @Javier-Duarte en donde asegura, sin mostrar pruebas fehacientes, que Anabel Flores Salazar, hallada muerta en los límites con Puebla tras ser secuestrada del interior de su domicilio en Ixhuatlancillo, colindante con Orizaba, utilizando el seudónimo “Mariana Conteras” (sic) señaló hace unos días que un hombre identificado como hijo del jefe policiaco de Ciudad Mendoza, era el “sucesor” de Josele Márquez (a) “chichi”, recién capturado tras varios meses de haber sido declarado muerto en un enfrentamiento en Orizaba. Pero ahora, a través de la misma cuenta, dice que Josele Márquez, alias "El Chichi" fue internado en el reclusorio de Puente Grande, Jalisco, y puntualiza; “Se le relaciona entre muchos crímenes la autoría intelectual del asesinato de la periodista Anabel Flores, se le atribuye también el ataque al medio de comunicación “El Buen Tono” en Córdoba". 

No ejercemos la defensa de nadie, ni nos interesa, pero es claro que el Gobernador busca culpables donde se acomode, agobiado con el desprestigio y rechazo social que clama, a diez meses de que finalice su aciaga administración, que ya se vaya, que deje el cargo y que permita que alguien que realmente quiera hacer algo por Veracruz se quede al frente. 

Lo de Javier es, sin duda, una salida urgente, desesperada ante la crítica nacional que lo califica ya como “el peor gobernador” que ha tenido Veracruz en toda su historia, y que demanda sea investigado y procesado si no por la comisión de los crímenes, si por el desatino de no haber podido contenerlos, encaprichado en mantener al frente de instancias de seguridad y procuración de justicia a personajes que han fallado. 

No sabemos si la información que da a conocer el Gobernador en torno a los asesinos de la periodista Anabel Flores Salazar sea cierta o no, pero lo innegable es que no corresponde al titular del ejecutivo informarlo, y menos vía twitter, sino a la Fiscalía General del Estado que, se demuestra una vez más, está supeditada al Gobernador. En fin, Duarte de Ochoa ya tiene un responsable de la muerte de una reportera, pero ni siquiera presenta pruebas; es su postura, la de un autócrata, contra una sociedad que ya no le cree ni el bendito, y en ese sentido, da carpetazo al asunto. Vaya caso…

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