El
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (I), y el director de la CFE,
Manuel Bartlett, en una conferencia de prensa el 8 de febrero de 2019. (ALFREDO
ESTRELLA/AFP/Getty Images)
Columnista, Post
Opinión
May 3, 2020
El 30 de abril, día del Niño en México, el hijo de uno de los
funcionarios más polémicos del gabinete del presidente, Andrés Manuel López
Obrador, recibió un regalo espectacular: el gobierno para el que trabaja su
papá le otorgó, por asignación directa —sin licitación—, un contrato por 94.9
millones de pesos.
León Manuel Bartlett Álvarez es el dueño de la empresa Cyber Robotics
Solutions. Su padre es Manuel Bartlett Díaz, un
viejo político con un expediente negro quien, desde hace año y medio, se
desempeña como director general de la Comisión Federal de Electricidad.
El 30 de abril, el hijo de Bartlett recibió un contrato por 94.9
millones pesos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado (ISSSTE), sin licitación, amparado en las reglas de
compras por la emergencia a consecuencia del coronavirus. Es para
proveer equipo de “ultrasonido torácico (portátiles de mesa) para tórax y
pulmón”. El fallo fue el 30 de abril y el contrato debe firmarse el lunes 4 de
mayo, según consta en el acta de adjudicación directa
AA-051GYN020-E6-2020.
Acta de
adjudicación a la empresa Cyber Robotics Solutions, propiedad de León Manuel
Bartlett Álvarez. (Acta de adjudicación a la empresa Cyber Robotics Solutions,
propiedad de León Manuel Bartlett Álvarez. Fotografía tomada de Compranet)
No es el único contrato de la empresa de León Manuel Bartlett Álvarez
con el gobierno del que su padre es un alto funcionario: los tiene con el
Ejército, la Marina, el Instituto Mexicano del Seguro Social y otros con el
ISSSTE. Son al menos siete contratos que suman 162 millones de pesos, según
puede comprobarse en el portal de transparencia Compranet.
El segundo contrato firmado por 23.4 millones de pesos es con la
Secretaría de la Defensa Nacional. Tampoco hubo licitación de por medio. Entró
en vigor el 1 de enero. La descripción señala: “Contratación del servicio de
mantenimiento integral plurianual 2020-2023”. El procedimiento de adjudicación
tiene el folio AA-007000999-E684-2019.
Un tercer contrato es con la Secretaría de Marina por 4.9 millones de
pesos. El procedimiento de adjudicación directa es el AA-013000999-E379-2020 por
concepto de “Servicio de mantenimiento preventivo en dos sesiones y todos los
correctivos a 01 sistema de cirugía robótica asistida para atención”, que se
firmó e inició su vigencia el 10 de abril.
Existe registro de dos contratos más con el IMSS. Uno por 8.2 millones
de pesos y otro por 31 millones. Este último inició el 20 de abril y fue
revelado por la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la
Impunidad, por la compra de ventiladores para los pacientes más
graves de COVID-19. El de 8.2 millones data del 25 de febrero de este año y es
por “Servicio de mantenimiento preventivo correctivo” a un acelerador lineal
dedicado a radiocirugía robótica en el hospital de Oncología del Centro Médico
Nacional Siglo XXI. El procedimiento de adjudicación —en este sí hubo una
licitación pública— es el LA-050GYR051-E20-2020.
Además del de 94.9 millones de pesos citado al inicio, hay otros dos
contratos de Cyber Robotics Solutions con el ISSSTE —ambos sin licitación— por
montos menores: 275,000 pesos por “adquisición de material radiológico
(material fotográfico y productos químicos)” y 65,000 pesos por “adquisición de
termómetros”. Los folios son AA-051GYN036-E7-2020 y AA-051GYN036-E14-2020, respectivamente.
La revelación de estos contratos con el hijo de un alto funcionario pone
de nuevo en entredicho la congruencia del gobierno mexicano en su proclamada
lucha contra la corrupción. Si bien no se ha comprobado aún nada ilegal en los
contratos del hijo de Bartlett con el gobierno federal, despiertan suspicacias
los montos económicos, que la mayoría hayan sido adjudicaciones directas y no
hayan pasado por ningún concurso y, sobre todo, que se trate de la empresa del
hijo de un alto funcionario.
Comportamientos similares en gobiernos pasados fueron severamente criticados por
el presidente López Obrador cuando era dirigente opositor. El presidente ha
dicho que llegó para limpiar al sistema, que no le basta la legalidad, sino que
exige moralidad y ética. Bartlett es el rostro que desmonta el discurso
anticorrupción del presidente.
Manuel Bartlett Díaz es quizá el integrante más polémico del
gabinete de López Obrador. Por su pasado, es incómodo para muchos integrantes
del gobierno y de Morena, el partido del presidente. Cuando México era un
régimen de partido único, con el Partido Revolucionario Institucional (PRI),
Bartlett fue un temido secretario de Gobernación, denunciado públicamente por
toda suerte de atrocidades criminales y políticas, y también se desempeñó como
secretario de Educación Pública. De ahí pasó a ser gobernador del estado de
Puebla. Al terminar este encargo, el PRI había caído en desgracia y Bartlett se
sumó al movimiento que desde entonces construía López Obrador. Fue senador y
ahora dirige la empresa de electricidad del Estado.
En septiembre de 2019, se publicaron en W Radio dos
reportajes de Arelí Quintero que documentaban que Bartlett, su pareja, Julia
Abdala, y su hijo, León Manuel, son propietarios de 23 casas y 12 empresas, las cuales
no habían sido declaradas parte de su patrimonio ni transparentadas como
posible conflicto de interés por el funcionario. El asunto se volvió un
escándalo pues desde entonces cuestionó la principal bandera del
lopezobradorismo: el combate a la corrupción.
Sorprendentemente para muchos, López Obrador apoyó a Bartlett de inmediato,
lo cual generó una enorme indignación ciudadana. Administrativamente, se ordenó
una investigación a cargo de la Secretaría de la Función Pública, que encabeza
Irma Eréndira Sandoval, cuyo resultado se reveló en el período vacacional de
diciembre: Bartlett fue oficialmente exonerado.
Se desató otro escándalo que cuestionó el papel de la secretaria Sandoval y del
presidente.
El viernes 1 de mayo, la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la
Impunidad reveló que el IMSS había comprado al hijo de Bartlett
20 ventiladores para terapia intensiva a 1.5 millones de pesos cada uno.
Tanto León Manuel Bartlett como
el director general del IMSS, Zoé Robledo, aceptaron esta venta, pero negaron
que hubiera algo ilegal en la operación.
Con la colaboración de Mario Gutiérrez Vega.
Nota del editor: Se buscó a León Manuel Bartlett y a la empresa Cyber
Robotics Solutions para conocer su postura, pero no se obtuvo una respuesta.
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