La publicación, este
lunes, del diario Reforma, donde señala los presuntos vínculos del diputado
Federal por Cosamaloapan, Antonio Tarek Abdalá Saad con el presunto "jefe
de plaza" de un grupo fuera de la ley en Tierra Blanca, Francisco
Navarrete Serna, ha desatado una tormenta en el Congreso de la Unión, donde los
coordinadores parlamentarios del Partido de Acción Nacional (PAN) en las
cámaras de diputados y senadores, Marko Cortés Mendoza y Fernando Herrera, han
exigido al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario
Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones Rivera, que informe los supuestos
vínculos que hay entre el gobierno de Javier Duarte de Ochoa y el crimen
organizado, a lo que los legisladores priistas, tras recibir la consabida
"línea", señalan, por medio de su coordinador en ese recinto, el
exgobernador mexiquense César Camacho Quiroz, que si el diputado cuenqueño es
objeto de una investigación, "que se haga con absoluto sentido de la
responsabilidad", porque "las conductas penales son personales e
intransferibles", aunque dice que "por ahora, lo que hay es una
fotografía”.
Por eso los
coordinadores parlamentarios panistas que han señalado los PRESUNTOS NEXOS DEL DIPUTADO
ABDALÁ SAAD, GENTE DE LAS CONFIANZAS DE DUARTE DE OCHOA -fue su tesorero en la
Sefiplan hasta hace unos meses-, quizá tengan razón cuando dicen que gobierno
federal y PRI nacional "pretenden dejar que este asunto se olvide en el
tiempo", pero insisten que "la PGR debe investigar al gobernador de
Veracruz, Javier Duarte, por los nexos de su gente de confianza con grupos
fuera de la ley y, desde luego, con la desaparición de los cinco jóvenes"
de Playa Vicente en Tierra Blanca, pues según acusan, "el gobernador
Javier Duarte ha convertido Veracruz en el reino de la impunidad, ya que su
protegido, el diputado Antonio Tarek, está acusado de vínculos con la
delincuencia, desvío de fondos públicos y operador de una red de extorsión a
empresas locales", como lo ha señalado el diputado panista, Marko Cortés
Mendoza, en tanto el senador Herrera ha agregado que "el extesorero de
Duarte no sólo está acusado de desviar mil 600 millones de pesos, sino de
vínculos con quienes habrían desaparecido a cinco jóvenes en Veracruz”. En los
señalamientos ha participado, también, un diputado federal veracruzano, el
panista Enrique Cambranis Torres, exdiputado local, excoordinador de la
diputación panista en el Congreso veracruzano, exdirigente estatal de Acción
Nacional, y conocedor de lo que ocurre en el Estado, quien ha señalado que
"la próxima elección de gobernador de Veracruz se ve complicada por la
vinculación de la delincuencia y con cierto aparato gubernamental, el uso de
toda la fuerza que tiene el aparato del estado para tratar de llegar a un
resultado que no quieren los veracruzanos". Y todo esto, el PRI nacional
ha respondido con un anuncio que no deja de ser inquietante para el gobierno de
Javier Duarte de Ochoa: no meterá las manos al fuego por el diputado Abdalá
Saad, quien por cierto el año pasado se casó con la hija del exalcalde del
puerto de Veracruz cuando fue panista, y ahora diputado priista, José Ramón
Gutiérrez de Velasco Hoyos, apasionado defensor de Javier Duarte pero,
principalmente, del secretario de Seguridad Pública estatal, Arturo Bermúdez
Zurita. A ver qué pasa…
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