Un cable del entonces Embajador de EU en México
alertó que las privatizaciones crearon monopolios “mientras dejaban en el
frío al mexicano promedio”
Ciudad de México, 9 de octubre (SinEmbargo).– La Embajada de Estados Unidos
en México lo reportó desde hace más de siete años: la privatización de empresas
del Estado que inició el ex presidente Carlos Salinas de Gortari dejó sin
beneficios al “mexicano promedio” mientras que, como ocurrió con la venta de
Teléfonos de México (Telmex), un grupo de empresarios y políticos se
convirtieron en los más ricos del mundo.
Así lo planteó en julio de 2008 el entonces Embajador Antonio Garza en un
cable diplomático titulado “¿Quiénes son los líderes empresariales más ricos de
México?”, difundido desde 2011 por Wikileaks junto con otros cientos de
documentos generados en la representación norteamericana.
“Varias de las dinastías empresariales que poseen estos individuos despegaron
en los años 90, cuando el entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari (del
PRI) comenzó el desmantelamiento de la centralizada economía Mexicana”, dice el
cable 8MEXICO2187-a, firmado por Garza.
“Salinas
vendió más de mil compañías del Estado, desde metalúrgicas hasta ferroviarias.
Desafortunadamente, en algunos casos, estas privatizaciones terminaron creando
monopolios en el sector privado, beneficiando a un grupo de empresarios listos
y políticos mientras dejaban en el frío al mexicano promedio”, agrega.
Aquél equipo. El ex Presidente Salinas, José Córdova Montoya,
Fernando Gutiérrez Barrios y Manuel Camacho Solís. foto: Cuartoscuro
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El cable fue escrito
luego de que la revista Forbes publicara,
en abril de 2008, que Carlos Slim había reemplazado a Warren Buffet como el
segundo hombre más rico del mundo y para explicar, dice, cómo es que él y otros
nueve mexicanos están en esta lista de multimillonarios mientras un 40 por
ciento de la población vive en pobreza.
Y si bien es difícil generalizar, dice el texto, “algunos de ellos
claramente se aprovecharon de las deficiencias de las instituciones mexicanas y
de sus relaciones con importantes figuras políticas para expandir su riqueza”.
El ejemplo clásico de este tipo de enriquecimiento, dice el cable, es la
“favorable” privatización de Teléfonos de México que le dio a Slim un monopolio
intacto, le eliminó la competencia por años y le dio la única concesión de
teléfonos celulares en el país.
Así, plantea la información, Slim llegó a las “grandes ligas” de los
multimIllonarios y generó los 60 mil millones que se le estimaban entonces,
equivalentes al seis por ciento del Producto Interno Bruto.
“Cuando
Slim y sus socios compraron Telmex en 1990, el Gobierno les dio términos
extremadamente favorables. El Gobierno de México no sólo le vendió el monopolio
de Telmex intacto, sino que prohibió la competencia durante seis años después
de la privatización”, dice. “Mientras que en países como Estados Unidos se les
prohibió a compañías regionales ofrecer larga distancia y servicio celular en
la misma zona, Telmex tuvo que hacer todo esto al mismo tiempo, y en todo el
país. Ganó, de hecho, la única concesión a nivel nacional para telefonía
celular, mientras que los rivales tuvieron que conformarse con concesiones
regionales. Cuando se permitió la competencia en larga distancia, las compañías
extranjeras estuvieron limitadas a una pequeña porción del negocio de las
líneas fijas”, agregó el cable.
El Embajador reportó también que Telmex controlaba entonces nueve de cada
10 lineas en el país, mientras que América Movil, también de Slim, a través de
su subsidiaria Telcel, tiene el 73 por ciento de la telefonía cellular de
México”.
Slim, dueño de Grupo Carso, encabeza esa lista de dueños de las fortunas
más grandes de México, seguido de Alberto Bailleres, dueño de Grupo Bal,
principal productor de oro y plata en el país e hijo del fundador del Instituto
Tecnológico Autónomo de México (ITAM), y de Germán Larrea Mota Velasco, dueño
de la minera de cobre Grupo México.
Los dos primeros tienen ahora empresas interesadas en obtener contratos de
los negocios derivados de la Reforma Energética: Slim formó Carso Oil and Gas y
Bailleres formó Petrobal, que el pasado 30 de septiembre ganó la segunda
licitación de la primera ronda para explotar hidrocarburos en la cuenca del
sureste.
La misma lista reportada por la sede diplomática incluyó a Ricardo Salinas
Pliego y familia, dueño de TV Azteca y también beneficiario de una
privatización; a Jerónimo Arango, que vendió sus tiendas Aurrerá y se convirtió
en accionista de Wal–Mart; Roberto Hernández, que vendió Banamex a
Citigroup; Emilio Azcárraga, dueño de Televisa; Isaac Saba, dueño de la
farmacéutica Casa Saba y socio de Telemundo; Alfredo Harp Helú, también
beneficiario de la venta de Banamex; y a Lorenzo Zambrano, el décimo más rico
entonces, dueño de Cementos Mexicanos (Cemex).
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