Por José Miguel Cobián
Tal parece que a la fecha no hemos podido superar la derrota que significó la toma de Tenochtitlán por parte de los Españoles. Seguimos asumiendo que el término ¨nacidos para perder¨ fue creado expresamente para los mexicanos. Creemos que nuestro destino manifiesto es subordinarnos y someternos a las potencias nacionales y extranjeras que según nosotros rigen nuestra vida. Asumimos que la ciencia es un peligro según una última encuesta, y consideramos que vivir inmersos en el día a día, sin conocer más allá de nuestro entorno es la forma más segura de gozar de los pocos años que nos queden. Cuando hay desgracias, alabamos cualquier acto de heroísmo, sin reconocer que muchas de esas desgracias fueron causadas por nuestra desidia e irresponsabilidad.
Te preguntarás amable lector a que viene a colación toda esta crítica a nuestra mexicanidad. La reflexión surgió ante la absurda defensa que mediáticamente se ha llevado a cabo a raíz de una broma –pesada por cierto, pero una broma- en el programa Top Gear de la BBC de Londres respecto a la presentación del primer auto deportivo mexicano de marca Massttreta en aquéllos lares.
Como siempre vemos la paja en el ojo ajeno sin el mínimo ejercicio de autocrítica. Basta ver un programa de comediantes en la tele para darnos cuenta de que en México hacemos el mismo tipo de bromas sobre otras nacionalidades o gentilicios sin que nadie, en su madurez las tome a mal. Cuando no es el chiste sobre indígenas o costeños, es sobre homosexuales, o el típico del gringo, el ruso y el mexicano. Y para ejemplificar al máximo, allí están los miles de chistes sobre gallegos, o judíos, o árabes, que forman comunidades enormes, prósperas y que además con trabajo y dedicación han logrado lo que los mexicanos no, que es una posición económica e incluso generar puestos de trabajo y riqueza para los naturales de la nación.
Cuál es la razón de tanto escándalo por lo de la BBC. Para mí es muy claro, que nuestro enorme complejo de inferioridad. No aceptamos que una potencia tecnológica, económica, militar, cultural, etc., haga bromas sobre nuestro estereotipo mundial. Y Gracias a Dios no dijeron que el carro debía ser blindado, y que era rápido para huir de las balaceras, o para llevar a su destino la droga. Sin embargo, esos estereotipos nos los hemos ganado a pulso. Otros no tanto, como el asunto de la comida, en la cual México ocupa un lugar entre los cinco países con mayor riqueza culinaria. Pero eso no es lo importante, lo fundamental es que seguimos usando como pretexto cualquier cosa para que los ciudadanos no asuman su responsabilidad como tales.
México está tan mal o tan bien como está por culpa de todos y cada uno de nosotros. Porque no creemos que pueda cambiar, porque no confiamos en que pueda mejorar, y por ello permitimos que las cosas sigan como están y empeoren día con día. Porque es más cómodo criticar que señalar lo bueno y lo malo, marcar nuevos rumbos y exigir que caminemos en ese sentido.
En un artículo anterior, comenté que a mí me parece muy interesante la postura de Javier Duarte y de su segundo Gerardo Buganza en cuanto a luchar contra la corrupción municipal. Inmediatamente recibí la crítica de un líder empresarial preguntando si busco chamba en el gobierno estatal, pues según él alabé en exceso. Y yo preguntaría si sólo las críticas destructivas valen cuando se trata de gobiernos priístas, pero si se trata de panistas, entonces todo está bien. Es decir, un líder empresarial que sólo mira hacia un lado. También hay cosas buenas en Veracruz, como la iniciativa de la Sra. Karime Macías de Duarte de luchar por sacar de la marginación a los municipios más jodidos de Veracruz.
Buscando soluciones a los problemas, pagando estudios y proyectos, como se hace en el centro de estudios económicos del sector privado, allí me gustaría ver a esa iniciativa privada criticona y machacona, que si bien, en muchos casos tiene razón en lo que opina, rara vez veo que sustente sus señalamientos con posibles soluciones y con análisis serios. Gobernar no es fácil para nadie, pero si se intenta hacer algo bien, hay que apoyar y sugerir, hay que subirse al barco no nada más poner piedras.
Cuando quien esto escribe se ha opuesto a impuestos ¨tontos¨ en mi opinión, he llegado hasta el congreso para expresar mis ideas –aunque no se tomen en cuenta-. Y si creo que algo está mal en el municipio o el estado, lo comento y cuando puedo propongo soluciones. Así es como yo aporto mi grano de arena para que México mejore. Usted amable lector podría decirme que hace para que México mejore…, porque es labor de todos, no nada más del gobierno, de los líderes de la IP o de los obreros, o los campesinos. Cada uno de nosotros puede hacer algo, nadie es demasiado pequeño para ello. Tenemos muchos mexicanos sufriendo día a día en pobreza extrema, familias desangradas, muertes por enfermedades curables, tantos problemas… Todos tenemos que asumir la responsabilidad de resolverlos, pues México es de todos y todos somos México.
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